Contaminación del aire por ozono eleva casos de asma
Cd. de México miércoles 4, May 2011- Decrece la capacidad respiratoria en el Valle de México, afirma investigador
Los altos niveles de contaminación del aire por ozono y partículas suspendidas en el Distrito Federal decrecen la capacidad respiratoria, aumentan los casos de asma y provocan irritaciones graves en nariz y ojos, aseveró el investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Horacio Riojas.
El especialista expuso cada uno de los contaminantes que se establecen en la Norma Oficial Mexicana (NOM) y sus limitaciones de acuerdo con esta normatividad para decretar pre contingencia o contingencia ambiental.
En este sentido, refirió que los niveles de ozono se rebasan más de la mitad de los 365 días del año, lo que representa que la mayor parte de la mitad del año estemos expuestos a este riesgo en el Distrito Federal.
‘En los estudios que se han hecho en la ciudad de México se ha encontrado un decremento en la capacidad pulmonar y también se ha demostrado como los niños que están expuestos crónicamente a las concentraciones altas de ozono, al final tienen un desarrollo pulmonar menor que aquellos que no están expuestos’, señaló.
Riojas Rodríguez indicó que la emisión de contaminantes se distribuye dependiendo de la hora del día, y tiene que ver con la cantidad de partículas, de bióxido de carbono (CO2) y del cálculo de la cantidad de toneladas que emite cada uno de estos contaminantes al año.
Refirió que ‘el número de días que sobrepasa la norma ha disminuido, pero todavía se tiene más de la mitad del año en la ciudad de México con concentraciones de ozono que son mayores a la norma, que se estableció para proteger a la población vulnerable que son los niños y los que sufren asma. Nos hace ver que seguimos generando riesgos a la salud por este contaminante’.
El investigador precisó que en los hospitales se estudia el decremento en la capacidad respiratoria, además de tener efectos sobre las mucosas como las oculares, es decir, el ozono provoca que ardan los ojos cuando las concentraciones son muy altas.
Lo más importante que provoca es el decremento de la función pulmonar en los niños a concentraciones de 0.12 a 0.16 partes por millón, y es lo que realmente dictamina cuál es el máximo permisible para tratar de proteger a esta población considerada como la más vulnerable.
Destacó que son muchos los contaminantes, incluso se hacen estudios para tratar de incluir contaminantes biológicos en la NOM, pero en primer lugar está el ozono que como muchos otros contaminantes atmosféricos es un irritante de las vías respiratorias, incrementa la reactividad bronquial, lo que genera mayor incremento de casos de asma, alertó.
Los efectos del ozono se clasifican en agudos y crónicos. Actualmente se estudia el desarrollo pulmonar normal de los niños, así como el desarrollo de bronquitis crónicas y sus efectos a largo plazo por exposición crónica al ozono.
Con relación a las partículas suspendidas denominadas por su tamaño en micras PM, señaló que no sólo afecta a los pulmones y sistema respiratorio sino que muchos de ellos tienen efectos sistémicos muy importantes, es decir, daños directamente al corazón y al sistema circulatorio.
Por ejemplo, de partículas suspendidas al año se emiten alrededor de 67 toneladas aquí en la ciudad de México. ‘Estamos expuestos a un nivel de contaminación muy alto y a la mezcla de todos ellos’, señaló.
En el aire hay partículas de diferente tamaño clasificadas de 10 micras hasta menores de 2.5, y las investigaciones están dirigidas a los efectos que tienen las más pequeñas que son las que entran a los pulmones, porque pueden tener el mayor efecto tóxico, y no importa el tamaño sino su composición.
Añadió que se han demostrado muertes prematuras, no se habla de que se muera la gente el día que se expone a ellas, pero sí de personas que tienen afecciones crónicas que se agudizan cuando los niveles de partículas se elevan, como las que sufren de bronquitis crónicas, tienen más riesgo de sufrir infarto al miocardio.
‘Los compuestos de las partículas que es lo que más preocupa son nitrados, sulfatos, amonías y otros compuestos orgánicos muy tóxicos, y por eso la investigación no sólo se enfoca a determinar el tamaño de la partícula en micras (PM) sino en su composición’, expresó.
Puntualizó que aunque ha bajado la concentración de partículas suspendidas, el promedio de concentración en la Ciudad de México se ha estancado desde hace varios años y no se ha podido cumplir con la norma de promedios anuales, lo que tiene un costo en mortalidad temprana o mortalidad evitable.