Un trailerazo y las burradas
Alberto Vieyra G. jueves 10, Feb 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El burro, un noble animal que ha convivido durante los últimos 6 mil años con el hombre y ha sido fundamental en el desarrollo de los pueblos como “bestia de carga”, sería traído a México por Crisóforo Colombo Fontanarrosa en su segundo viaje al continente americano.
En una carabela viajarían de Europa al “nuevo mundo” 4 burros: 2 hembras y 2 machos que serían una chulada para aminorar la carga en el lomo de los indios, a grado tal de que hasta el obispo fray Juan de Zumárraga sintió tanta pena por los tamemes que decidió importar burros desde Castilla hacia la Nueva España. Aquellos simpáticos mamíferos llegaron por el año 1533 y de inmediato encontraron las condiciones idóneas para reproducirse. Se cree que actualmente existen en México solamente unos 200 mil asnos.
¿Por qué le hablo del burro que, por cierto, están en peligro de extinción? Pues porque el burro emite un sonido que puede escucharse a varios kilómetros y el cual ha sido imitado a la perfección por una clase política azteca que a falta de preparación en ciencia política, historia y toda la información que tenga que ver con el intelecto, escandaliza todos los días con rebuznidos o burradas que son motivo de escándalo, chunga, extrañeza, pena y otras barbaridades con las cuales dejan ver su infinita ignorancia.
Apenas, la semana pasada en Palo Blanco, Guerrero, los normalistas de Ayotzinapa recurrieron a una infame práctica que en el mundo se le conoce como terrorismo, pues a un chofer de la tienda Soriana le arrebataron a punta de pistola el tráiler para transportar mercancías y se lo echaron encima a miembros de la Guardia Nacional y la Policía Estatal. Felizmente, ‘el trailerazo’ no se convirtió en una mega desgracia que lamentar, pero lo que sí se lamenta son las burradas que rebuznó la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, quien sin tener vela en el entierro defendió a los normalistas diciendo que “no son delincuentes” porque “el tráiler no tenía velocidad, ni chofer”, por lo que pidió solidarizarse con ellos y con su causa. “Yo creo que el diálogo no se puede romper”, dijo. Y francamente que doña Abelina perdió una oportunidad de oro de quedarse calladita.
Todos los días nos encontramos con especímenes que se dicen “luchadores sociales”, “apóstoles de la democracia” o “salvadores de la República”, que ha base de vergonzosos rebuznidos llaman la atención en los medios de comunicación como ese precandidato de Movimiento Ciudadano al gobierno de Quintana Roo, Roberto Palazuelos, conocido también como ‘Diamante negro’, quien por lo visto es de mecha muy corta e intolerante hasta la pared de enfrente, pues de entrada amenazaría a todos los periodistas y adversarios que lo critiquen y amenazaría que “cuando sea gobernador me las van a pagar”. ¡Qué grave acusación! Por ese sólo hecho, Dante Delgado, jerarca nacional de ese partido, debería de mandarlo a la rechintola, pues esos moditos de hacer política no tienen nada de lo que se llama democracia.
Con burradas podrían llenarse varios libros en los que sin duda se incluirían las del actual Presidente de México, ese que hoy ha descubierto el agua tibia y el hilo negro, cuando dice que tiene información de que el movimiento estudiantil de Ayotzinapa está infiltrado por malosos del crimen organizado. ¡Bravooo…! Mire usted, de qué forma tan simple vino a resolver el caso de los 43 normalistas desaparecidos que desdedenantes estaban infiltrados por el crimen y busca a toda costa cambiar la “verdad histórica” investigada por el gobierno peñista. Así AMLO les da atolito con el dedo a los estudiantes y a los padres de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, esa institución que antes fue el alma mater de guerrilleros como Lucio Cabañas y hoy es semillero de delincuentes.