Obras de la ilusión
Freddy Sánchez martes 5, Jul 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Lo de Dos Bocas estuvo “a pedir de boca” y lo que es más: “en boca de todos”.
Como en casi todo cuanto sucede en la administración de Andrés Manuel con un despliegue de festividad en contraste con los que se afanan en mostrar” el prietito en el arroz”.
Así fue con la cancelación del nuevo aeropuerto para sustituirlo por el “Felipe Ángeles”.
La decisión del Presidente y las críticas a su determinación de interrumpir una obra planeada en varios sexenios y cuyo proceso de construcción significó un gasto multimillonario, aún en la actualidad a casi cuatro años de la “sepultura” de la terminal área que sería de las más desarrolladas del mundo, sigue dando mucho de qué hablar.
Lo mismo que ocurrió ante las aparentes deficiencias observadas con motivo de la inauguración del aeropuerto en Santa Lucía, que después de varios meses todavía no tiene la certificación internacional requerida para ampliar las corridas aéreas, realiza pocos vuelos y de repente algún vendaval inoportuno “se da el maldito lujo” de hacerle un agujero a una de las lonas colocadas en corredores de la terminal.
Qué decir también del Tren Maya, bajo el fuego intenso de sus críticos y opositores echando mano de recursos legales para mediante amparos de la justicia obligar modificaciones en la obra y la atención a diversas cuestiones no previstas o de plano ignoradas por los planificadores.
A nadie podría extrañar entonces que la refinería de “Dos Bocas” haya recibido un amplio reconocimiento social y político con motivo de su apertura oficial y al mismo tiempo múltiples señalamientos desaprobatorios.
Los empeñados en el elogio fueron en algunos casos tan desmedidos como los que anticiparon el absoluto fracaso de esta obra de la 4T.
Día de fiesta entre celebrantes de la inauguración de la refinería de “Dos Bocas” y entusiastas seguidores de Andrés Manuel, mientras que las voces opositoras se explayaron dando “santo y seña” de lo que a su juicio revela precipitación, descuido, cálculos erráticos o de plano datos falsos para aparentar éxito donde realmente no lo hay.
El principal punto a fustigar fue que la refinería no refinará ni un litro de gasolina, sino hasta dentro de dos o tres años.
Las autoridades federales a cargo de la obra expresaron su beneplácito al señalar que la inauguración corresponde a una primera etapa que dará lugar al equipamiento necesario para que a la brevedad comience a funcionar con una máxima eficiencia la refinería en Dos Bocas.
Antes de que haya concluido la presente administración se estarán ofreciendo resultados palpables de las grandes bondades de una decisión política institucional que es y será la acertada en materia de explotación de nuestros hidrocarburos, lo que con el devenir de los años ameritará un amplio reconocimiento a la decisión presidencial de construir esta obra.
Y lógicamente la postura de los críticos discrepa de esa visión, reiterando que como en tantas otras decisiones el gobierno de la 4T optó por medidas contraproducentes que han demostrado y seguirán demostrando perjuicios más que beneficios para el país.
El Felipe Ángeles, Tren Maya y Dos Bocas, por sus grandes deficiencias y excesivo costo económico, si bien lógicamente traerán distintos beneficios al país, eso no quita los daños paralelos que inevitablemente han y seguirán provocando, según el parecer de los que le ven fallas graves a estas realizaciones sexenales.
Más que evidente es entonces que en los proyectos del actual gobierno, es prácticamente imposible hallar coincidencias de aprobación indubitablemente mayoritaria entre los habitantes de México. Más bien lo que se ve es una inflexible actitud de lo que aplauden y los que critican al régimen.
O sea, los que aprecian logros importantes los festejan y los que tildan casi todo lo que ven hacer al gobierno de la 4T como obras de la ilusión.