Sirvientes de AMLO
Freddy Sánchez martes 6, Sep 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Qué exactamente espera el Presidente de quienes por “su recomendación” puedan tener un cargo electoral, burocrático o político. El reclamo que les hizo la semana pasada a los cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a los que recomendó, dejó dudas.
Más allá de lo que se pueda pesar una vez conocida la reacción de los funcionarios de la corte “regañados” por el presidente Andrés Manuel López Obrador (a causa de la cuestión relativa a la prisión preventiva oficiosa que pasó por “el rasero” de la SCJN), lo dicho por el jefe del Ejecutivo fue más que revelador de una realidad que podría describirse como “el poder y sus súbditos y los súbditos del poder”.
No hace falta poseer un alto grado de inteligencia para darse cuenta de que aquellos que proponen a cualquier persona para que asuma funciones en un empleo con jugosos sueldos y envidiables prestaciones, (lejos muy lejos de la “austeridad republicana” y mucho más de la “pobreza francisca” impuesta a la mayoría en la era de la Cuarta Transformación), lo hacen pensando en la obediencia que les deberán los que se hacen de una alta investidura cercana al poder en turno o en virtud al respaldo de los grupos de poder influyentes en México, que al dar lo que dan esperan que sus “recomendados” se obliguen a reconocer que “los privilegios se pagan”.
Con esa idea, al menos suelen repartirse muchas candidaturas a empleos electorales y nombramientos institucionales entre los que son favorecidos por quienes les dan su respaldo suponiendo que sabrán actuar como incondicionales y leales defensores del individuo o el grupo que los hizo surgir como grandes pudientes del poder Legislativo, judicial o el ejecutivo de este país. Una cuestión que sin ser del todo explícito, el primer mandatario puso sobre la mesa para los buenos entendedores.
Y es que el Presidente se mostró sin tibieza increpante al dirigirse a los ministros de la Corte que llegaron a esos cargos por la sencilla razón de que él les dio su apoyo, y en consecuencia el primer mandatario debe sentirse con derecho a lanzarles la indirecta de haberse vuelto unos “olvidadizos”, respecto al motivo que los colocó en la cima de los privilegios del poder.
Andrés Manuel optó por manifestar su enojo ante su habitual audiencia de “las mañaneras” señalando que se equivocó al proponer a los cuatro nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de Nación, enfatizando su disgusto al decir que “ya no están pensando en el proyecto de la transformación y en hacer justicia”.
Dos aseveraciones que el Presidente proyectó en la misma dirección, lo que algunos de sus críticos no convalidan, sino que rechazan categóricamente al afirmar que si el jefe del Ejecutivo se refirió a “su Cuarta Transformación” diciéndoles a los ministros que se les está olvidado “apuntalarla” lo mismo que hacer justicia, es obvio que se trata de una abierta intención manipuladora para favorecer intereses políticos de su gobierno, sin que esto nada tenga que ver con la aplicación objetiva y honesta de la ley. Porque, los que disienten del Presidente consideran que el motivo del reproche hacia los ministros tuvo el fin de recordarles que cuanto deban resolver (conforme a lo dispuesto en las normas legales ), no puede apartarse de lo que en Palacio Nacional se quiera que ellos hagan en sus “flamantes” empleos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Como si los “recomendados” por Andrés Manuel debieran tener en claro que fueron puestos donde están para hacer lo que se les mande y no lo que ellos juzguen indispensable para darle plena validez a la constitución sin detenerse a pensar en compromisos, lealtades o sumisiones para corresponder a “la confianza depositada en ellos”. El caso es que, justamente, cada que alguien obtiene algún beneficio gracias al apoyo del poder político imperante (depositado en el gobierno y los grupos aliados o aquellos influyentes en el país), suele darse por sentado que “el apadrinado” desde donde ejerza será un súbito del que le dio la posibilidad de tener una encomienda de elevado rango y por eso mismo algunos ven a los nuevos ministros de la SCJN como sirvientes de AMLO.