Los “chicharrones” de AMLO
Freddy Sánchez martes 13, Sep 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El Ejecutivo manda, el Legislativo obedece y el Judicial “se oscurece”…
Ese es el paso que algunos opositores al gobierno del Andrés Manuel dicen observar en el trepidante estilo de gobernar de la 4T desde el Palacio Nacional. Como una “locomotora” que nada ni nadie puede contener cuando se echa a rodar a toda velocidad en los rieles del quehacer institucional, describen más azorados que desconcertados quiénes juzgan el desempeño presidencial al que le achacan intimidar y luego agredir sin piedad.
En primer lugar, en razón de los acuerdos presidenciales para darle curso a la obra del Tren Maya desatendiendo supuestamente de manera atrabiliaria los efectos legales de los amparos otorgados en instancias de la justicia a ecologistas inconformes con la deforestación en la zona.
Pero, en particular al conocerse lo que sucedió con la ley preferente que otorga a la Sedena el control de la Guardia Nacional, lo que se logró en forma ultra rápida en la Cámara de Diputados y posteriormente con un poco menos de celeridad en el Senado de la República.
De modo que lo que se le había complicado al gobierno de la República, con respecto a lo que se ha dado en llamar “la militarización” de las fuerzas civiles dedicadas a la seguridad pública en el país, puesto que la aprobación a una reforma constitucional que lo permitiera se antojaba prácticamente imposible se convirtió en un mero trámite burocrático legislativo sin detenerse siquiera a considerar los obligados requisitos constitucionales para un cambio legal como el aprobado por los diputados de Morena y sus aliados.
El punto es que la asignación del mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, (que se consiguió con una ley y no la reforma a la Constitución), se convirtió en tema de hondas e irreconciliables divergencias entre aquellos que ven la legislación hecha en la cámara baja como un acto legal perfectamente legítimo y quienes lo catalogan de una flagrante violación constitucional.
Un diferendo que al igual que ha sucedido con casi todas las nuevas leyes y modificaciones legales legisladas en San Lázaro los alegatos de inconformidad de los opositores resultaron inútiles porque el partido en el poder echando mano de “su aplanadora” no tuvo el menor empacho en legislar la ley preferente que le dio a Sedena el manejo de la Guardia Nacional, además de otras facultades administrativas en materia de seguridad.
En la Cámara alta fue casi con la misma facilidad que fluyó lo que el gobierno pretendía que se hiciera para aprobar como quería dicha ley, aunque hubo fuerte resistencia de la oposición y anuncios de que se procedería a dar curso a una controversia constitucional en virtud a lo que se venía como una violación constitucional con disfraz de ley preferente.
Así y todo, con el rechazo de la oposición y el voto a favor de una no amplia, pero suficiente mayoría que llevó “el pero” de la abstención del morenista Ricardo Monreal, la ley que mandó para su aprobación el presidente López Obrador, (sin proponer una reforma a la constitución), ya está en su despacho para su publicación y ejecución.
Y además está en puerta una reforma constitucional adicional que contaría con el apoyo anunciado de una parte del priismo, ofrecido a Morena por el líder del partido Alejandro Moreno para la prolongación de la presencia en las calles de la Guardia Nacional.
En ese contexto, hay que mencionar que otros militantes del PRI entre estos aparentemente la mayoría de los senadores junto con la oposición del PAN y el PRD votarían en contra de dicha reforma constitucional y procederían (si no lo han hecho), a interponer una controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra la ley preferente mencionada.
Otra acción legal ante la corte entonces, (de varias en curso), a resultas de las promociones encaminadas a frenar actos de gobierno de la 4T lo que se verá si ocurre con resoluciones de la SCJN, mientras lo único que parece “sonar” fuerte y a cada rato en México son los “chicharrones” de AMLO.