Terremotos
Alberto Vieyra G. miércoles 21, Sep 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Se puede predecir un terremoto o mega-terremoto? ¿Cuál es el mega-terremoto de mayor magnitud en la historia humana? ¿Cuál es la similitud entre Chile y México? Veamos.
Chile y México tienen algo en común: están asentados sobre un auténtico barril de pólvora llamado cinturón volcánico del Pacífico, que corre desde Chile, pasando por Centroamérica, México y llega hasta las naciones asiáticas.
Eran las 15 horas con 11 minutos del domingo 22 de mayo de 1960, cuando la pequeña ciudad chilena de Valdivia fue arrasada por un mega-terremoto de 9.6 grados, el mayor que se ha registrado en la historia humana y que fue perceptible en todo el mundo provocando gigantescos maremotos.
Antes, el 7 de junio de 1911, día de la entrada triunfal de Francisco I. Madero a la Ciudad de México ocurrió un terremoto que dejo un saldo de más de 100 muertos, en tanto que, en la madrugada del 28 de julio de 1957, un movimiento telúrico de magnitud 7.7 grados sacudió a la Ciudad de México y se le conocería como “el sismo del Ángel”, pues entre los daños causados en la llamada “ciudad de los palacios” se contaron casi 50 muertos y la caída del Ángel de la Independencia.
Para el 19 de septiembre de 1985, a las 7 de la mañana con 17 minutos y 49 segundos, la capital de México sería sacudida por un terremoto de 8.1 grados que destruyó gran parte del Centro histórico, dejando un saldo oficial de más de 4 mil muertos, pero este átomo de la comunicación que recorrió todos los frentes siniestrados, estuvo en las fosas comunes de Iztapalapa y en los sitios donde se concentraron los muertos como el Parque de Béisbol del Seguro Social en la avenida Cuauhtémoc y Viaducto, la contabilidad macabra que guardó en mi memoria sería de más de 40 mil muertos.
Fue la primera caída que sufrió el sistema electoral de México, pues el entonces presidente Miguel de la Madrid no tuvo la sensibilidad política ni humana para remangarse la camisa, salirse de la comodidad de Los Pinos e irse a rescatar muertos y heridos, como lo hizo este reportero y esa afrenta se la cobraron los mexicanos al PRI en las elecciones presidenciales 1988, en las que Carlos Salinas de Gortari usurpó el poder, pues se tenía previsto que llegaría a la Presidencia con 20 millones de votos y Manuel Bartlett, responsable de la Comisión Federal Electoral en ese entonces, recibiría la orden para que se cayera el sistema cuando registraba poco más de 10 millones de votos.
Lo más asombroso ocurriría la tarde del 19 de septiembre del 2017 a las 13:14:40, hora del Centro de México cuando un terremoto de magnitud 7.1 en escala Richter sacudió nuevamente a México con un saldo de 228 muertos y daños materiales cuantiosísimos. Y también asombroso resultaría que este 19 de septiembre de 2022, después de que en la capital mexicana y otras entidades del país se habían celebrado simulacros simultáneos para hacer frente a nuevos terremotos, cuando a las 13:05 horas se registró un sismo de 7.7 grados, que afortunadamente no dejó daños humanos que lamentar.
Como se puede ver, los terremotos son impredecibles, no tienen palabra de honor y como hemos visto en este breve recorrido por el mortífero cinturón volcánico del Pacífico, normalmente la tierra libera energía en lapsos que van de entre 30 y 40 años de diferencia, pero hasta ahora, los adelantos científicos solamente pueden prever que cuando un terremoto se registra a determinados kilómetros de profundidad en las costas mexicanas del Pacífico, la onda expansiva tarda en llegar entre 30 segundos a 1 minuto y es cuando suena la alarma sísmica.