Justicia por lo más delgado
Armando Ríos Ruiz lunes 26, Sep 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
El gobierno actual, “diferente” a los anteriores, que le heredaron todo lo malo, hasta al mismo Presidente morenista, que es quien se queja a todas horas del pasado porque no tiene la mínima capacidad para asumir su responsabilidad y se obliga recurrir a la crítica de sus antecesores, pero limitado por sus pactos, pretende ahora reventar la cuerda por lo más delgado, en el caso Ayotzinapa.
Critica, pero tampoco pone el remedio. Los ex Presidentes, a quienes intentó someter mediante una consulta popular y que fue calificada de un acto más de campaña, cuando lo único que se necesitaba era aplicar la ley, no sirvió más que para exhibir una supuesta inclinación por hacer justicia, totalmente inexistente. Quedó en un miserable recuerdo atada a un costo de más de 500 millones de pesos, sólo por un capricho, de esos impuestos de moda por el dueño de Morena.
Acostumbrado a defender a capa y espada sus iniciativas, como la de abrazos a la delincuencia y su “efectividad”, fue hecho pedazos por el periodista Jorge Ramos, quién le demostró con datos del mismo gobierno que dirige, que no ha servido un ápice porque lleva más de 130 mil muertos. Más que los de todo el sexenio de Peña Nieto y de Calderón y que se empeñó en defender con el pálido argumento de que hay que ver las cosas desde su mismo punto de vista.
Ucrania acaba de revelar su propio plan de pacificación, luego de desdeñar por completo el descabellado propósito urdido por el Presidente mexicano, en el que, entre otros puntos, pide un “castigo justo” a Rusia por la agresión contra Ucrania. “Por tratar de robarse nuestro territorio” y por la muerte de miles de personas. Perdón por la presunción, pero en una columna señalé exactamente eso como argumento en contra de la iniciativa del presidente mexicano, que de manera evidente hablaba más bien de favorecer a Rusia.
Ahora se ha anunciado que van tras las cabezas de varios funcionarios del gobierno de Guerrero, cuando ocurrieron los hechos de Iguala y desaparecieron a 43 estudiantes de Ayotzinapa, hace ocho años, cuando lo encabezaba Ángel Aguirre. Se habla de Iñaki Blanco Cabrera, procurador entonces. De Octavio Vázquez, secretario de Seguridad Pública estatal y de muchos otros.
Tal vez tienen su parte de responsabilidad en los hechos, ante los cuales, todo el gobierno permaneció inmutable hasta que finalmente decidió dar la cara. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que los anteriores no se mandaban solos. Había una cabeza que dirigía la orquesta y el dueño no ha sido mencionado hasta ahora, de ser investigado como Dios manda.
Se trata del mismo ex gobernador, Ángel Aguirre Rivero, quien podrá argumentar que ya rindió declaración. No obstante, esta situación no lo exonera. En el momento de los hechos se habló profusamente de su nula participación, que lo ubica como un mandatario omiso. Era el jefe en el gobierno estatal y aún lo es de sus ex colaboradores, como se estila en el ambiente político.
Además, es bien sabido que en nuestro país, ciertas declaraciones se hacen a modo. Se hace comparecer a quien tiene una responsabilidad, sólo para llenar el expediente y para darle argumentos que podrá utilizar después, con el dicho de que ya declaró y se acabó el problema judicial para él.
Se habla de ir por las cabezas de miembros del Ejército. Pero seguramente de los segundones. Nada se dice de Enrique Peña Nieto, quien debe estar hasta el cuello de información y quien igualmente, exhibió su omisión en el caso, hoy calificado de crimen de Estado. Este señor cuenta con toneladas de información. Con toneladas de culpa en muchos otros delitos. Pero goza de cabal salud, gastando lo inimaginable en Europa.
Se habla de la detención del general José Rodríguez Pérez, responsable del Batallón de Infantería de Iguala y de otros. Pero nada de los altos mandos que forzosamente tuvieron conocimiento del caso y dirigieron las acciones desde la Ciudad de México, además de iniciar el expediente de este espinoso asunto, que debe medir muchos metros de altura.