Desaparecido
Augusto Corro lunes 13, Jun 2011Punto por punto
Augusto Corro
- Otro periodista secuestrado
- Reclamo tardío de FCH a EU
- Más del tejido social dañado
El periodista Antonio López Ortiz despareció hace siete días en Acapulco. Se desempeñaba como jefe de información del diario “Novedades”.
El caso del mencionado comunicador es semejante al de decenas de periodistas víctimas de los miembros de la delincuencia organizada o de las propias autoridades.
López Ortiz fue secuestrado por hombres armados la noche del martes pasado en pleno centro del puerto.
Familiares y colegas del comunicador efectuaron una marcha para que los gobiernos estatal y federal realicen las investigaciones del caso con el interés y la celeridad necesarios.
De acuerdo con los expedientes de otros periodistas sacrificados, el de López Ortiz será uno más de los casos sin resolver. En el cien por ciento de los crímenes contra comunicadores, los culpables se encuentran libres.
Difícilmente se logra saber la identidad de los secuestradores o sicarios, porque a los encargados de impartir justicia no les interesa perseguir a los agresores. Por ejemplo, en Guerrero, durante la administración de Zeferino Torreblanca Galindo, 13 reporteros fueron asesinados.
En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa “se han contabilizado a nivel nacional 68 asesinatos contra de periodistas”, según la Comisión Nacional Derechos Humanos de Guerrero.
Hace siete días, en este mismo espacio nos referimos al secuestro y asesinato del periodista veracruzano Noel López Olguín a manos del sicario Alejandro Castro Chirinos “El Dragón.
El mencionado reportero del diario “La Verdad del Sureste” fue secuestrado, asesinado e inhumado clandestinamente, de acuerdo con la confesión del victimario. El plagio se efectuó el 8 de marzo del presente año y los restos mortales del comunicador fueron localizados a los pocos días.
México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en América. Es el segundo lugar a nivel mundial.
Ante esa situación que padecen los periodistas, nadie mueve un dedo para defenderlos. Cuando mucho, realizan discursos que a nadie convencen.
Los legisladores de diferentes partidos políticos señalan que es de suma importancia que los medios de comunicación y los reporteros gocen ampliamente del derecho a informar a la población.
Pues sí, no es mala idea, pero no se ve a alguien que pudiera darle seguimiento. Los discursos llenos de demagogia no sirven para nada.
Las agresiones a los periodistas continuarán, porque en un país donde imperan la corrupción y la impunidad, los más indefensos siempre son las primeras víctimas.
RECLAMO TARDÍO
Durante su visita a Estados Unidos, Felipe Calderón Hinojosa (FCH) responsabilizó a la industria armamentista de Estados Unidos por las miles de muertes que están ocurriendo en México.
Ya en otra ocasión, ante los legisladores estadounidenses, el propio FCH planteó el problema que representa la venta de armas y la facilidad con la que estas son introducidas a nuestro país. Las palabras del presidente mexicano no tuvieron eco.
Independientemente de la porosidad de la frontera norte, las propias autoridades estadounidenses están empeñadas en experimentos relacionados con el contrabando de armamento.
Así se demostró con la Operación Rápido y Furioso, en la que entraron a México miles de armas. Dicha acción fue organizada por las autoridades estadounidenses, con los resultados que todos conocemos.
Esta vez, en EU fue más directo en su discurso, aunque se supone que se necesitan acciones más radicales para evitar que llegue a México esa escandalosa cantidad fusiles de asalto, granadas, lanza granadas, etc.
“Yo acuso a la industria armamentista estadounidense de las miles de muertes que están ocurriendo en México”, arremetió FCH en una reunión con migrantes mexicanos.
De paso, el mandatario se refirió al consumo de droga en el país vecino “que sigue a todo lo que da”.
Todo mundo sabe que en EU se encuentra el mercado más grande del mundo de consumidores de drogas, así como el proveedor más importante de armamento, sin que se apliquen las medidas adecuadas para combatir esos graves problemas que afectan a los mexicanos.
En México se libra la guerra sangrienta de los cárteles de la droga que buscan mejores rutas y plazas para proveer a los vecinos de drogas. Para su guerra, necesitan los rifles de asalto, etc., así como la corrupción y la impunidad.
Las autoridades mexicanas decidieron entrar a la guerra contra la delincuencia organizada sin la menor idea de lo que les esperaba; los resultados hablan por sí mismos: más de cuarenta mil muertos, diez mil desaparecidos, miles de huérfanos y viudas; así como el tejido social hecho trizas.
MÁS DEL TEJIDO SOCIAL
De esas noticias que se publican en otros países, poco nos enteremos los mexicanos, a pesar su importancia y trascendencia.
Nos referimos a las declaraciones de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien estuvo de visita en México, recientemente.
Dijo, en términos concretos: la situación de México es brutal, “con 38 muertos por día y tres mil secuestros al año”.
También, la mandataria argentina dijo que “a mí hay cosas que me impactan. Estuve con los empresarios más importantes de México y la mayoría vive en Monterrey, ciudad que está pegada a Estados Unidos, y me hablaron de su desazón y de su preocupación por la violencia. Más de 35 mil mexicanos han muerto en estos años a raíz de esta guerra sin cuartel”.
Luego elogió la actitud de los empresarios mexicanos que a pesar de la situación de violencia que viven, continúan en México con sus familias. En este renglón, la señora Cristina fue mal informada, porque un número considerable de hombres de negocios, ya abandonó Monterrey con todo y familiares y además se llevó sus inversiones a otro país.
Por cierto, el tejido social, en el norte de México se encuentra hecho añicos.
El diputado federal Arturo Santana manifestó que son graves las consecuencias de la guerra de Felipe Calderón Hinojosa contra la delincuencia organizada. Tal es el hecho de que 240 mil personas abandonaron sus lugares de residencia.
El éxodo se debe a los elevados niveles de violencia y hostigamiento contra familias ajenas a las actividades ilícitas.
Dijo el legislador que el fracaso de la estrategia nacional de seguridad ha producido pueblos fantasmas, que se quedaron vacíos, porque sus moradores decidieron desplazarse a sitios donde sus vidas no corran peligros.