Poco menos que nada
Freddy Sánchez jueves 6, Oct 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Como te ves, me vi… Como me ves, te verás”…
Eso parecieran pensar los priistas al ver en retrospectiva lo que fue el Partido Revolucionario Institucional y lo que ahora es Morena. El actual partido en el poder: Influyente y poderoso. En tanto el PRI se observa chiquito, languideciendo y cada vez más insignificante.
De ahí la advertencia a los morenistas para no creer que su grandeza es irreductible porque llegará el día de su decadencia como ha sucedido con el priismo y suele pasarles a los grandes imperios cuando pierden hegemonía y comienzan a trastabillar hasta caer y no levantarse jamás, salvo en algunos casos de honrosas excepciones. Aunque, lo predominante es que no hay poderes absolutos e interminables.
Como reza el refrán: “A cada capillita le llega su fiestecita”. Para su bien o para su mal y por lo mismo, Morena en algún momento dejará de tener la fuerza “insuperable” que hoy le caracteriza.
Y justamente por eso, algunos priistas, (muchos más bien), según puede verse han llegado a la conclusión de que evitar confrontaciones con el poderoso les podría resultar menos inconveniente que seguir queriendo hacer lo que otros jamás pudieron en su contra cuando eran “los amos y señores” en las lides de la política.
Lo que ahora, indiscutiblemente, es el partido creado por Andrés Manuel que como se ven las cosas en el panorama electoral por venir es el mejor “equipado” para dar la pelea y vencer fácilmente a sus adversarios de la oposición en tanto las circunstancias en el país no lo obliguen a “arriar banderas”, a causa de decepciones y molestias ciudadanas por problemas no resueltos que al provocar un descontento colectivo ni los programas sociales que animan el apoyo a Morena le permitirían mitigar ante una andanada electoral en su contra. Tal como sucedió con el PRI y al PAN antes de echarlos de la Presidencia por la voluntad de la mayoría electoral. Cosa que no se vislumbra en la sucesión presidencial para el año 2024.
Morena y sus aliados parecen tener una ruta sin obstáculos para volver a ganar, a pesar de las insatisfacciones en un sector social que tiene cifradas sus esperanzas de la derrota morenista con un frente opositor que tienda a fortalecerse.
Ahora que esto último más bien parece encaminarse en sentido opuesto, habida cuenta de que en el PRI y el PRD se han dado tendencias en favor de los propósitos del gobierno en turno con respecto al manejo de los asuntos públicos.
El hecho de que Morena logró la aprobación legislativa constitucional para prolongar la permanencia de la Guardia Nacional en las calles hasta el 2028, (con distintas medidas que le darán al congreso facultades para vigilar el desempeño de los militares, según la justificación para apoyar lo que demandaba el morenismo), dejó en claro que el priismo y perredismo se “dejaron hablar al oído” para cambiar su postura radicalmente opositora y dar su apoyo a Monera.
En ese tenor, hay quienes aseguran que dicha aprobación del PRI y PRD a lo que el partido del presidente les pidió denota más sus temores a ser perseguidos por actos de corrupción que su plena convicción de estar haciendo lo que más le conviene al país.
Y es que las irreconciliables diferencias entre los que apoyan lo que hace Andrés Manuel y quienes obstaculizan sus acciones de gobierno se enfoca en la misma convicción: La de creer que lo hacen por el bien del país.
Sea lo que fuere no cabe duda que los que siguen siendo oposición y no dan su brazo a torcer se han ganado la más amplia repulsa de los apoyadores del quehacer presidencial al tiempo que tienen el respaldo de millones de habitantes de este país que no ven en Morena una opción digna de su confianza y por lo mismo al PRI como un partido opositor a la 4T, en sus preferencias electorales quizás lo consideran hoy por hoy como una institución partidista que vale poco menos que nada.