Las oficinas del crimen
Francisco Reynoso martes 13, Dic 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
La fiscalía de Zacatecas, manejada por JOSÉ FRANCISCO MURILLO RUISECO, descubrió lo que todo mundo sabe. El crimen organizado opera libre e impunemente desde los reclusorios, incluidos los federales de alta seguridad. Joaquín Guzmán, “El Chapo”, quien se fugó primero de Puente Grande y Luego de Almoloya, sabe bien que desde los más humildes empleados de lavandería, hasta los curros que manejan las secretarías de Estado, tienen su precio.
Presionados por la opinión pública nacional e internacional, el gobernador David Monreal y el fiscal Murillo informaron de la detención de tres pistoleros que asesinaron al juez de control Roberto Elías Martínez. Revelaron que el crimen lo ordenaron tres hermanos que son mandos en la región de un cártel y están presos en las cárceles de Cieneguillas y de Río Grande.
En Zacatecas, la violencia no cede. Después del asesinato en el municipio de Guadalupe, conurbado con la capital, López Obrador mandó 750 soldados más. El día que llegaron al cuartel de la 11 Zona Militar, en Guadalupe, aparecieron dos cadáveres ensartados no lejos de ahí. Y ejecutaron en calles del centro de Fresnillo al director del rastro, operador político del alcalde Saúl Monreal. La plaza, así pues, sigue hirviendo. Y de la espantosa inseguridad la gente culpa al gobernador Monreal Ávila. A él y sólo a él. Y como sus argumentos de defensa son tan pobres que nadie le cree ni pizca. Y todo el peso del descrédito llega directamente a Ricardo Monreal porque lo culpan de haber impuesto a su hermano en la gubernatura.
López contra Monreal, última batalla
Con las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, el domingo a medianoche, comenzó la cuenta regresiva para Ricardo Monreal. El “plan B” de reforma electoral de López Obrador se discutirá esta semana en el Senado -López exige que se resuelva antes del día 15- y de la suerte que tenga dependerá el futuro del exgobernador de Zacatecas. Lo hemos dicho: La bebe o la derrama. En la lucha de fuerzas que sostiene con López, Monreal no puede equivocarse. Y ya le pidió ayuda a la virgen de Guadalupe. Se ha dicho que López Obrador, a través de Adán Augusto López, ofrece, a cambio de su disciplina, docilidad y ayuda, la candidatura al gobierno de la Ciudad de México. Pero Monreal quiere “la grande”. El gran dilema, además, es que sabe que no puede confiar en la promesa del caudillo. Nadie lo conoce mejor que él. Y tiene claro que es mentiroso y traicionero. Si Monreal obedece a su conciencia y vota en contra de la reforma, tendría paso libre a la coalición PRI-PAN-PRD, sin ninguna garantía de ser candidato presidencial. Y sin ninguna garantía de que podría ganar las elecciones de 2024.
Dos cartas para los Monreal
En Zacatecas, circula una carta en los corrillos políticos. Otra, en breve, comenzará a llegar a las familias en todos los estratos sociales con la rogativa de que la firmen. La primera tiene como objetivo que el gobernador David Monreal deje la gubernatura de Zacatecas; militantes de Movimiento Ciudadano reúnen firmas y esperan que sean cientos de miles que obligan al Ejecutivo a pedir licencia al Congreso para separarse del cargo. La segunda tendrá el propósito de lograr apoyo mayoritario de los zacatecanos al proyecto de Ricardo Monreal de ser candidato de Morena, o de cualquiera otro partido, a la Presidencia de México.
Traición a chiquipartidos cómplices
El cachirul que metieron los chiquipartidos del Trabajo y Verde en el “plan B” electoral de López Obrador ya tronó como ejote. Se descubrió apenas se aprobaron las reformas en la Cámara de Diputados y tanto López Obrador como Adán Augusto dijeron que había sido un error. “El duende” metió las narices, dijo López Obrador.
Esas reformas permitían al PT y Verde negociar anticipadamente el porcentaje de votos en cada elección. Sería, desde luego, arriba del 3% que la ley exige como mínimo para mantener el registro nacional.
Tampoco podrán, después de la elección, prestarse votos para salvar el pellejo.
Cada partido contenderá con su logotipo y tendrá los votos que Dios le dé. Si son suficientes para mantel vivo su registro, enhorabuena. Si no, adiós Nicanor. Y si te vi —les dirá López Obrador— ni me acuerdo.
Alberto Anaya, dueño del PT y su pistolero mayor, Gerardo Fernández Noroña, estarán que echan chispas contra López Obrador por mentiroso y traidor.
Y ni se diga en el feudo de Jorge Emilio González, el “niño verde”. En el ecologista el mayor coraje es que no podrán hacer guardadito de un año para otro con los recursos que reciban por financiamiento público.
Lo que reciban en 2023 tendrán que gastarlo en 2023 o devolverlo. Y aunque no se crea, al “niño verde” cada vez le resulta más difícil gastar los millones de su partido, porque ya no tiene nada qué comprar. Sólo le falta una isla y un castillo medieval, o comprar el avión presidencial que López Obrador no ha podido vender en cuatro años.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos