Con Norma Piña todos ganamos
Humberto Mares N. jueves 5, Ene 2023Así las cosas…
Humberto Mares N.
Definitivamente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y sus ministros estuvieron a la altura del momento que se vivía en nuestro país en materia de impartición de justicia.
La elección de la ministra Norma Lucía Piña Hernández como la nueva presidenta de la SCJN da certidumbre a la opinión pública y a los miembros del Poder Judicial del país, dado que es una profesional que se ha desarrollado durante décadas en el sector judicial, desde la posición más modesta hasta la actual que es de mayor rango en la materia.
La ministra Piña Hernández es la primera mujer en ocupar la presidencia del Poder Judicial del Estado mexicano. Es una jueza con brillante trayectoria, respetada en la Judicatura, en la academia. Es conocida por defender la Constitución y al Estado mexicano. Es considerada entre sus pares como una profesional que no tiene más compromiso que la integridad del Poder Judicial. Su designación es una muy buena noticia para el Estado de Derecho en México.
Respecto a las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como siempre contradictorias. A unas horas de llevarse a cabo la votación en la Corte, declaró que el Poder Judicial está secuestrado y aseguró que no tiene injerencia ni preferencia por ningún ministro. Horas después de la elección AMLO al enterarse del resultado, afirmó y prometió trabajar con ella, aunque, “Siempre vota contras las iniciativas de la 4T”. El Presidente AMLO acentúa la autonomía e independencia del Poder Judicial. El mandatario afirmó que la elección de la ministra Norma Piña como presidenta de la Corte es un hecho histórico, pues es la primera vez desde 1825 que una mujer encabeza la máxima instancia judicial. Expresó su deseo de que pronto se haga una reforma al Poder Judicial, pero que “no es posible con esta nueva ministra presidenta. Desgraciadamente, pero no hay que desistir. Ojalá me equivoque”. Como siempre, reconoce y luego da el golpe. Norma Lucía Piña Hernández es jueza de trayectoria. Según su programa de acción propuesto tendrá como prioridades defender la autonomía del Poder Judicial, combatir la corrupción y garantizar la seguridad de los juzgadores. Tras asumir la presidencia, aseguró que se rompió el techo de cristal con el que se vislumbraba como inaccesible ese cargo para que, por primera vez, lo ocupara una mujer en el país. “Me siento acompañada, respaldada, acuerpada por todas ellas, por todas nosotras, me siento muy fuerte, porque sé que estamos todas aquí, nos colocamos por primera vez al centro de la herradura de este tribunal pleno, demostrando y demostrándonos que sí podemos”.
La derrota
La polémica por la ministra Jasmín Esquivel se generó con el tema del plagio de su tesis profesional para obtener la licenciatura de la UNAM, luego que buscara la presidencia de la Corte, pues era considerada como la predilecta de Palacio Nacional en base a las votaciones de la ministra, que apoyó en un 67%, 12 de 18 asuntos enviados por el Presidente. Esta circunstancia la hizo el plan A de Palacio Nacional que fue tirado con el escándalo de la tesis y el malísimo teatro montado para defenderla y llevarla a la silla principal de la Corte; el plan B de la 4T fue el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, que fue derrotado por la ministra Piña, nunca estuvo adelante. Fue un rotundo no de los ministros. La defensa del presidente AMLO a la ministra Yasmín Esquivel y su reiterada batalla contra la Corte no fueron suficientes. Los ministros defendieron su autonomía en la votación. Se mostró con el voto en contra de todo lo que se vincule con la 4T. Ese mismo día se llevó a cabo la elección en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) en donde con clara mayoría fue electo Guillermo Valls, que en principio se comprometió a que todas las decisiones que se tomen en el pleno serán colegiadas, consensuadas y sobre todo dialogadas entre los magistrados.
Esta elección también se le colocó como una derrota a la 4T y así fue tratada por muchos colegas. Aquí es momento queridos lectores que no debemos de hablar de derrotas individuales. Mejor hablemos que todos salimos ganando con estas elecciones. Ganó México. Ganó la legalidad y la democracia. Ganó la ley.
Año electoral
Este año que inicia es un año electoral por excelencia. Estamos en vísperas de las elecciones de gobernadores en Coahuila y Estado de México, el próximo 4 de junio. Dos bastiones priistas de sumo valor y que el tricolor está en peligro de perder, ante la crisis interna del PRI.
Los estados de México y Coahuila son lo último que le queda al tricolor. Tanto en el norte como en el Edomex parece ser que la coalición con PRD y PAN a nivel estatal va por buen camino. En Coahuila, parece ser que los Moreira tienen el control y lo ganarán. Especialistas consultados consideraron que la elección estará marcada principalmente por el divisionismo de Morena en la entidad, la disciplina militar de los priistas coahuilenses y una muy posible alianza con el PAN y PRD, la bandera de la seguridad y la competencia del despliegue de los programas sociales. En el Edomex, hay más preocupación. Los partidos políticos están afinando sus estrategias y sus propuestas.
El Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá elecciones y cuatro consejeros concluyen su periodo este año, entre ellos Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, los más atacados desde Palacio. Pero antes deberán pasar por el filtro de la democracia. Las elecciones del próximo 4 de junio, en un ambiente de polaridad y con un presupuesto reducido para la realización de dichas elecciones. Así las cosas, hasta pronto. Use cubrebocas.











