Oposición menospreciada
Freddy Sánchez martes 17, Ene 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Morena “tiene para dar y prestar…
Como en los buenos tiempos del priismo, en Morena, según parece, sobra confianza en que los candidatos que postule de aquí a la sucesión presidencial no tendrán mayor problema para ganar las elecciones.
Ni siquiera teniendo que enfrentar a adversarios que surjan del propio partido gobernante.
Lo de Coahuila es un ejemplo: porque Guadiana, el candidato oficial morenista para la gubernatura, después de fustigar a su futuro contendiente salido de la 4T y declarado en desacuerdo por la nominación de Morena para buscar la gubernatura estatal, aseguró que le ganará con facilidad.
El señor Mejía, que dejó un alto cargo en la Secretaría de Seguridad Federal, en principio había estado de acuerdo en respetar la voluntad de la mayoría consultada en una encuesta para respaldar a Guadiana, pero al recibir la oferta de apoyo del Partido del Trabajo (aliado de Morena en otras elecciones y la presidencial que le dio el poder a Andrés Manuel), no dudó en aceptar y declararse con buenas posibilidades de vencer a su ex colega morenista.
En torno a la división que inevitablemente provocará que dos cercanos a Andrés Manuel y representantes de la Cuarta Transformación se diputen una misma gubernatura, al interior del partido han surgido voces que deploran el rompimiento de la unidad partidista augurando que, obviamente, los que se beneficiarán son los opositores a Morena.
Una suposición apoyada por el sentido común, si se considera que necesariamente los simpatizantes del partido creado por el presidente se verán en la disyuntiva de sumarse a un bando opuesto dentro del partido para impulsar al candidato de su preferencia.
Guadiana o Mejía, al competir uno contra otro, evidentemente, disminuirán el voto morenista, con miras a ganar la gubernatura de Coahuila.
Porque los que se inclinen hacia uno de los dos aspirantes al gobierno estatal le estarán abriendo la posibilidad a los opositores de Morena a vencer a este grupo en el poder con menos votos de lo que requeriría enfrentar una candidatura morenista sin divisiones internas. En ese tenor, podría caber la creencia de que como sucedió en otros tiempos con el PRI, los señores de Morena ha decidido crear oposiciones artificiales contra su partido, suponiendo que la oposición de ningún modo le podrá quitar al “morenismo” las dos gubernaturas en disputa para este 2023.
Una de estas, la de Coahuila y la otra, del Estado de México.
O sea que de plano ven “tirados en el suelo” a los integrantes del PRI, PAN y PRD, dando por hecho que ni con su alianza podrán vencer a sus abanderados en las dos entidades en disputa para este año y posteriormente en cualquier lugar donde se elegirán a nuevos representantes populares.
Será entonces que en las filas de Morena se tiene la certeza de que con cualquier candidato que se arrope con sus siglas se ganará sin mayores complicaciones las diputaciones, senadurías, alcaldías y, naturalmente, la presidencia para 2024.
De ahí que si se dan rupturas al interior del partido por objeciones y desacuerdos con las nominaciones a puestos de elección popular, eso no les “quita el sueño” a quienes en el gobierno de Andrés Manuel y el partido Movimiento de Renovación Nacional toman las decisiones al respecto.
Dicho de otro modo: Acaso en la 4T nadie duda que los beneficiarios de los programas sociales, que paga el gobierno federal con dinero de los impuestos, darán su voto a cambio de esos apoyos al candidato que vista los colores de Morena y ni siquiera se acordarán de lo que el propio Presidente decía antes de llegar al Poder Ejecutivo, invitando a la gente a recibir lo que las autoridades quisieran darles y a la hora de votar lo hicieran por el partido de su preferencia.
Parece claro pues que en México tenemos a una oposición menospreciada.