El parlamentario “abrazo de Acatempan” no apaciguó a los violentos de San Lázaro
Miguel Ángel Rivera viernes 10, Feb 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Con la celebración del llamado “abrazo parlamentario o legislativo de Acatempan”, parecía haber terminado la belicosidad entre los diversos grupos parlamentarios representados en la Cámara de Diputados, pero no fue así, nuevamente escaló la violencia verbal entre los legisladores de la llamada Cuarta Transformación y sus rivales de la oposición, en particular los del PAN.
Lo que alentó los comentarios optimistas acerca de que mejorara el trato entre las diversas fracciones parlamentarias, fue el aparentemente amistoso encuentro entre el presidente de la Cámara, el panista Santiago Creel Miranda, y el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier.
Allí, además del abrazo para la foto y para los videos, el coordinador de la bancada oficial informó que los grupos de Morena, PT y Verde desistieron de la petición de remover a Creel de la Mesa Directiva.
Como se recordará, el embate contra Creel vino por su decisión de impedir que entrara al salón de sesiones una escolta militar armada para participar en el homenaje a los símbolos patrios en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Aunque los enterados atribuyen la animadversión que le manifiestan los incondicionales de la llamada Cuarta Transformación a un crítico discurso que le dedicó al presidente Andrés Manuel López Obrador por negarse a dialogar, el hecho es que a raíz de su decisión de impedir la entrada a personas armadas, así sean de la escolta que portaba la Bandera Nacional, los legisladores de Morena y sus satélites, del PT y del PVEM, aprovecharon para revivir viejas diferencias —los radicales se opusieron a que fuera elegido presidente de la Cámara— y pidieron la destitución del diputado panista.
Creel defendió su decisión con base en lo dispuesto en los reglamentos de la Cámara. Indicó básicamente que, si esas normas son frecuentemente violadas, él no está dispuesto a incumplir ninguna ley.
“No podía, no puedo y tampoco lo haré en el futuro, permitir la entrada de personal armado, así sea del Ejército, de la Armada, o de cualquier otra corporación que utilice armas de fuego en el salón de sesiones, aquí no. Si quieren desplegar fuerza armada lo pueden hacer en otros espacios, no en el espacio del parlamento”, dijo Creel.
En los ataques de parte de los legisladores del oficialismo incluyó también el hecho de que Creel está inscrito en la lista de potenciales candidatos presidenciales de un frente opositor que espera arrebatarle el poder federal a Morena en las elecciones federales de 2024.
Con el mencionado abrazo parlamentario de Acatempan, Creel y Mier, dieron una conferencia en la que anunciaron que acordaron dar por concluida sus diferencias por la situación que se dio en la ceremonia de inicio de sesiones por la presencia de elementos de la Sedena armados al interior del salón de sesiones.
“Se confirma la coordinación que debe existir entre la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política. Vamos a darle supremacía total a la práctica parlamentaria, sin alejarnos del marco jurídico que regula la vida interna y la organización en la Cámara de Diputados”, dijo el líder de los diputados de Morena.
Por su parte, Santiago Creel expresó que con la cita de este jueves se cerró el episodio del diferendo ocasionado el pasado 1 de febrero. “Con este Abrazo de Acatempan legislativo se termina la discordia generada el día primero. El diálogo funciona cuando la grandeza mexicana es el objetivo. Hablando se entiende la gente”, expresó.
Los actos de civilidad terminaron con el abrazo, en la
misma Cámara de Diputados volvió la violencia verbal
Mientras los directivos de la Cámara lucían sonrientes para las cámaras de los reporteros gráficos, dentro del salón de sesiones se desató nuevamente el enfrentamiento, con insultos y descalificaciones, entre el oficialismo y la oposición.
Resultó en verdad sorpresivo ese enfrentamiento, pues se suponía que sería una sesión que serviría para dejar de lado las ofensas y para recordar y rendir homenaje a los héroes patrios, pues estaban programadas tres efemérides. Una, por el natalicio del distinguido liberal Ignacio Prieto; segundo, el verdadero “Abrazo de Acatempan”, entre Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide (aniversario que se cumple hoy, 10 de febrero) y, tercero, la llamada Marcha de la Lealtad, cuando los cadetes del Colegio Militar escoltaron al presidente Francisco I. Madero.
La ronda de posicionamiento de las fracciones parlamentarias en torno a los sucesos conocidos como la Decena Trágica, Laura Lynn Fernández Piña, por el PRD, y María Ascensión Álvarez Solís en representación del MC, quienes se limitaron a destacar hechos históricos y, la primera, aprovechó para hacer un llamado a fortalecer la unidad nacional y seguir fortaleciendo la democracia nacional, mientras que la emecista indicó que ese “debe ser recordatorio permanente de los riesgos del autoritarismo y de la importancia de salvaguardar nuestra joven democracia. La elección de gobernantes debe ser emanada de la voluntad popular y no producto de acuerdos de cúpula”.
Nada justificaba una respuesta agresiva, pero enseguida vino el siempre agresivo Gerardo Fernández Noroña, del PT, que por todos los medios trata de justificar su inclusión como “corcholata” en la relación oficial del Morena y, sobre todo, enaltecer la imagen del líder y guía de la llamada Cuarta Transformación, el presidente López Obrador, quien a través de sus conferencias mañaneras trata de asemejarse al mártir Francisco I. Madero.
“Los que hablan aquí de dictadura no tienen vergüenza. Porque si en algo se parece… si alguien tiene parecido con Madero es el compañero Presidente, por demócrata. Aunque no tiene su ingenuidad, no tiene su origen social, que lo llevó a pensar que el grupo gobernante podía acompañarlo… la estructura del porfirismo, de la dictadura, podía acompañarlo en el proceso de transformación que él deseaba hacia la legalidad, hacia la democracia y hacia la justicia. Le costó la vida tan grave error. Pero no es su error, sino es el golpismo desde la Embajada de Estados Unidos lo que le costó la vida, expresó Fernández Noroña al iniciar su arremetida, que luego enderezó en contra uno de los personajes más repudiados por el actual jefe del Ejecutivo Federal, el ex presidente Felipe Calderón.
“Cuando suben en cualquier efeméride a decirle dictador al compañero Presidente, no sólo carecen de memoria histórica, no sólo carecen del rigor histórico y de análisis más elemental, sino carecen de vergüenza”, manifestó el legislador petista.
Los siguientes oradores lamentaron lo sucedido en la Decena Trágica y dedicaron elogios a las fuerzas armadas, en particular a los cadetes del Colegio Militar y, luego, a los integrantes de la Fuerza Aérea nacional, que también fueron motivo de homenaje.
Luego llegó la representante oficial de Morena, la diputada Lilia Aguilar Gil, quien lanzó la nueva embestida:
Citó las denuncias del exprocurador de Nayarit, Édgar Veytia, durante el juicio contra García Luna en el sentido de que el ex secretario de Seguridad y el entonces presidente Felipe Calderón, en el sentido de que “dieron línea” de proteger a Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.
“El juicio de Genaro García Luna tiene que ver no solamente con la seguridad, sino tiene que ver con el fraude al Estado que hizo no solamente el narcotraficante Genaro García Luna, sino quien era su jefe y repito acá las palabras frente a la linda sonrisa de quien es la esposa del ex presidente Felipe Calderón: Si no sabía era un tonto y si lo sabía era cómplice”, dijo al tiempo que nuevamente se desató el escándalo, sobre todo con gritos de panistas en defensa del ex mandatario y de su esposa, la diputada Margarita Zavala, quien obviamente no estaba dispuesta a dejar pasar esas acusaciones, que ella estima no tienen fundamento.
“No hubo un solo pacto político con criminal alguno. En cambio, la ola de violencia que estamos viviendo los mexicanos es a causa de una política irresponsable y cobarde y cómplice de abrazos y no balazos. No solo los abraza, los libera, los defiende, no los extradita y hasta pide su extradición. Y dice, como tanto se queja, no sabía nada.
“Se enfrentó al crimen organizado. Ya quisiéramos presidentes valientes. Ya quisiéramos partidos responsables”, reviró Zavala.