El Ejército y el banquillo de los acusados
Alberto Vieyra G. viernes 3, Mar 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El Ejército mexicano está adiestrado para matar y en Nuevo Laredo, Tamaulipas mató a 5 jóvenes que ni la debían, pero podrían convertirse en el Waterloo de AMLO, quien como jefe supremo de las fuerzas armadas jura y perjura que en México durante la era AMLO “el Estado mexicano ya no es violador de derechos humanos”, como según él ocurría en tiempos de los regímenes priistas y panistas.
El macabro episodio de Nuevo Laredo sentará, sin duda en el banquillo de los acusados al Ejército mexicano, sobre todo después de que, ante el cúmulo de evidencias, AMLO exigió que se haga “una minuciosa investigación y se castigue a los militares responsables”.
Para la institución castrense sería muy saludable que se aclare el episodio de Nuevo Laredo porque de otro modo podría convertirse en otro Ayotzinapa, Tlatlaya o alguna otra masacre que reedite la violación de derechos humanos a cargo de miembros del Eejército, mientras que el Alto Comisionado de la ONU exige que el uso de las armas en México sea el último recurso que utilicen los militares para contener la barbarie que exhibe a México ante el mundo como una nación bárbara.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos indica que la repetición de situaciones en donde se nota el abuso de autoridad por parte del Ejército en Nuevo Laredo obliga a llevar a cabo un análisis objetivo, minucioso y exige que el gobierno de AMLO garantice la vida de los dos sobrevivientes de la masacre en Nuevo Laredo, así como la vida de los defensores de derechos humanos y periodistas que han dado espacios sobresalientes a este vergonzoso hecho de sangre.
Sin duda, que la barbarie de Nuevo Laredo obligará al gobierno, pero sobre todo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a llevar a cabo un análisis serio y profundo, a fin de que el Ejército mexicano regrese a sus cuarteles, toda vez que los efectivos militares están capacitados para defender la soberanía nacional en caso de agresión de alguna potencia extranjera y su lógica fundamental es que, si son agredidos o alguien no obedece sus órdenes, ellos están obligados a matar.
No esta por demás repetirlo cuantas veces sea necesario, que el uso y el abuso del Ejército mexicano en tareas de policía que no le confiere la Constitución General de la República ha desprestigiado a esa institución castrense que ha sido objeto de mofas y agresiones de ciudadanos en varios estados de la República que han ultrajado la dignidad de nuestros juanes, que han tenido que soportar hasta escupitajos, pasando por mentadas y pedradas y todo porque a unos politicastros les da la gana de que el Ejército sea denigrado como institución usando a los efectivos militares en tareas absurdas como son en aeropuertos, aduanas, policías del espacio aéreo y terrenal y hasta en el trenecito maya.
Apenas el año pasado, hasta el PRI hizo causa común con los peleles legisladores morenistas para cumplir el capricho del presidente AMLO para que la Guardia Nacional fuese agregada al Ejército Mexicano hasta 2028, que le ha merecido cualquier cantidad de epítetos y críticas de dentro y fuera del país. Urge que los altos mandos del Ejército mexicano entiendan que su labor en la nación azteca es proteger la soberanía y no andar realizando tareas de policías que los exhiban como violadores de derechos humanos, aunque su jefe supremo diga que el Estado mexicano ya no viola los derechos humanos como en el pasado, pero el caso de Nuevo Laredo lo desmiente de manera irrefutable.