El paredón de Palacio
Alberto Vieyra G. lunes 6, Mar 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El soliloquio mañanero de AMLO se ha convertido en el paredón de Palacio Nacional en el que son fusilados adversarios, críticos y sin faltar los enemigos políticos del Presidente de la República y su partido Morena.
En las mañaneras se lincha, se agrede con calificativos del bajo mundo, se inventan personalidades que resulten detestables a los ojos de un confundido electorado nacional para que el partido del Presidente o el propio AMLO se puedan perpetuar en el poder otros 6 años más, bajo la tiránica mentira de que “la verdadera transformación de México, apenas va a comenzar” o de que 6 años no han bastado para enterrar un pasado de podredumbre y corrupción y tras ensuciar a los conservadores a los que AMLO exhibe ante la opinión pública como el enemigo común de todos los mexicanos, como lo hacía Hitler con los judíos, entonces AMLO o alguno de sus achichincles como la señora Ana Elizabeth García Vilchis, quien encabeza “Quién es quién en las mentiras”, apuntan y jalan el gatillo para fusilar a quienes no piensan igual que al régimen de AMLO.
Los fusilamientos en el paredón de Palacio Nacional ocurren todos los días, después de que AMLO y la señora Vilchis ensucian con mentiras y más mentiras con lo cual rinden culto a satanás, “el padre de la mentira”, los fusilamientos y linchamientos suman miles.
AMLO no deja títere con cabeza y ahora, como parte de su ponzoñosa estrategia para llevar a cabo una elección presidencial de Estado en 2024, les ha enderezado a los ministros de la Corte y a todos los miembros del Poder Judicial una ponzoñosa campaña de desprestigio para todo aquel juez, magistrado o ministro que fallen en contra de algún asunto de su gobierno, esos son malos y corruptos; pero los que fallen a favor de las causas del gobierno de AMLO como ocurrió en el caso de la ministra Yasmín Esquivel, esa que se dice intocable, “porque a mí nadie me juzga” y a quien una jueza le otorgó una suspensión definitiva maniatando y poniendo un bozal a la “neoliberal” UNAM para que no difunda nada sobre el plagio de la tesis de la inmoral ministra, entonces para AMLO son jueces buenos e impolutos.
Y es que, en su retórica, AMLO ha dividido a México en una nación de buenos y malos. AMLO se divorció de las clases medias que le dieron más de 5 millones de votos en las elecciones presidenciales de 2018, cuando su único enemigo era la llamada “mafia del poder”. Hoy, ese electorado al que AMLO odia por aspiracionista no quiere saber nada del falso mesías tropical y la factura de votos no se hará esperar en su contra para 2024.
AMLO engaña a los mexicanos diciendo que el Poder Judicial requiere de una urgente reforma, pero que él no la empujará. Recuérdese que al inicio del sexenio AMLO mando al Congreso dicha reforma y hasta mantuvo por 2 años más al frente de la Suprema Corte al ministro Arturo Zaldívar, según él para que “aterrizara” dicha reforma que por lo visto fue un fracaso. A la nueva presidenta de la Corte, Norma Piña, ya la agarró AMLO de su puerquita y sostiene que en lo que va de su mandato, la Judicatura Federal se ha convertido en un florero. Dice AMLO:
“Bueno, es parte de la decadencia del Poder Judicial, no se ha podido reformar ese poder que viene del antiguo régimen y está infectado, plagado de corrupción. Es un Poder Judicial que se fue construyendo para proteger a corruptos y a las élites del poder económico y del poder político en nuestro país. Entonces por eso esos amparos constantes”.
Vaya manera de curarse en salud y de sacarle al bulto, aunque el fondo del asunto es que AMLO quisiera que el Poder Judicial fuera él, que el Poder Legislativo fuera él y el Poder Ejecutivo fuera él y que el poder fuera solamente él, como todo un autócrata.