Las finanzas y la diplomacia
¬ Luis Ángel García lunes 29, May 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
A los responsables de las finanzas nacionales y las relaciones internacionales de la 4T no les fue muy bien en esta administración. Tres secretarios de Hacienda hicieron malabares ante la ausencia de un plan nacional de desarrollo para solventar las ocurrencias del inquilino de Palacio Nacional; tarde se dieron cuenta de que nunca se pensó en resolver verdaderamente los problemas nacionales ni reivindicarse ante los pobres. Se trató de un proyecto político populista que pretendió acceder y mantenerse en el poder con la administración de la pobreza mediante el uso clientelar de los programas sociales. Todo el esfuerzo gubernamental se enfocó en crear una enorme bolsa que permitiera sufragar la concesión graciosa a los viejitos, los ninis y las madres solteras, reserva electoral de la 4T.
Para ello, acabaron con los fondos y fideicomisos —por lo que ahora no pueden hacer frente a los desastres naturales y ven la muerte y daños patrimoniales de la población como daños colaterales—, dejaron de dar medicinas y tratamientos a los niños con cáncer y provocaron el desabasto generalizado de fármacos, amén de que por soberbia e ignorancia de las autoridades sanitarias, la pandemia los agarró mal parados y no tuvieron dinero ni contactos para adquirir las vacunas, lo que causó la muerte de más de seiscientos mil mexicanos. El régimen ya daba visos de ir hacia un Estado autocrático, cuando centralizó la adquisición, distribución y aplicación del antígeno y excluyó a los hospitales privados.
Los responsables de la hacienda pública tampoco supieron enfrentar, por falta de una estrategia financiera, la crisis económica que se dio desde 2019 y que provocó en los años de emergencia pandémica un decrecimiento de -8 por ciento. Además de las presiones económicas internacionales que influyeron en un proceso inflacionario alto que apenas comienza a bajar.
La obsesión por mantener el proyecto político de la 4T ha llevado a la confrontación con el sector empresarial y reducido la inversión local y extranjera, ante la incertidumbre que provoca el propio gobierno. Prueba de ello fue la frustrada venta de Citibanamex, donde la 4T ya se hacía con dos mil millones de dólares por pago de impuestos, lo que alertó a la corporación neoyorquina y al empresario Germán Larrea, quien temió una futura expropiación, como sucedió con su tramo ferroviario. Así que la administración lopezobradorista se quedó sin cántaro y sin miel, adiós impuestos multimillonarios. Aunque eso le abría el apetito para hacerse de un banco, lo que seguramente preocupa a las autoridades hacendarias, ya que ellos no son banqueros y ya vimos lo desastrosa que resultó la expropiación bancaria del populista José López Portillo.
En el ámbito internacional, tampoco le ha ido nada bien la canciller Marcelo Ebrard, quien desde principios del sexenio, se convirtió en el hombre orquesta, el exitoso apagafuegos del presidente, que lo mismo compraba pipas en Nueva York para cubrir el desabasto de gasolina, que medicamentos mediante la ONU sin buenos resultados, ante el veto de la 4T a la industria farmacéutica, que negociaba la compra de las vacunas para combatir la pandemia de la Covid-19, o se hacía responsable de la política migratoria y de rescatar a Evo Morales de la cárcel o de la muerte.
Sus éxitos extra diplomáticos parecían hacerlo acreedor a liderar la preferencia presidencial en el juego sucesorio, pero hoy todo parece indicar que sólo se quería mantenerlo lejos y desgastarlo. En materia estrictamente diplomática, no le fue muy bien, nos convirtió en virtual tercer país seguro y ahora recibimos a treinta mil migrantes al mes deportados de Estados Unidos, se enfriaron las relaciones con España, se rompieron con Panamá, Perú y hay fricciones con Guatemala y Bolivia. Además de que México perdió su liderazgo en el concierto internacional y no pudo colocar al ex secretario de Hacienda en el BID.
Así que, la 4T no puede más que ofrecer un proyecto político populista, sin políticas hacendarias ni diplomáticas.











