La debacle de la partidocracia • II
Alberto Vieyra G. martes 30, May 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
[ Segunda parte ]
¿La ponzoñosa partidocracia agoniza? ¿Perdió la brújula la partidocracia para resolver el rumbo de la nación azteca? ¿Vale la pena que sigamos cargando con nuestros impuestos a esas lacras sociales que cada 3 y 6 años dividen y enfrentan a los mexicanos para lograr sus particulares fines y de los ponzoñosos grupos oligárquicos que representan?
A razón de esa monumental crisis de la ponzoñosa partidocracia, un populista que se dice de izquierda, pero que en realidad es conservador y su partido Morena se encaramaron en el poder en el 2018 convirtiéndose el morenismo en la moda política sexenal.
La inmoral y corrupta clase política es la culpable de todos los males que vive la nación azteca. Se creía que AMLO y Morena serían la salvación de México, pero más temprano que tarde se convirtieron en la gran desilusión de millones de mexicanos que hartos de los ladrones sexenales se echaron en brazos de la moda sexenal de color guinda, pero fueron traicionados. AMLO se convertiría en un asesino de esperanzas; el país se le fue entre las manos.
Hoy, vemos a un México con una desastrosa crisis económica, educativa, de salud pública con hospitales sin medicamentos y lo más importante una nación que se desangra a manos de las bandas criminales y hasta hoy, no se entiende para qué tanta militarización del país, si las bandas criminales tienen manga ancha en el régimen de los “abrazos y no balazos”.
Los partidos políticos no resuelven ese desastre nacional. El politólogo Federico Berrueto escribió la semana pasada, una columna que vale la pena leer y releer para reflexionar sobre el papel de los partidos políticos que son de interés público. Dice Federico en su columna publicada por SDPNoticias:
“Cuando mayormente se les requiere, los partidos están en su peor momento. El que mejor se libra es el más débil, el PRD; mientras que MC da bandazos difíciles de explicar y que ponen en entredicho su condición de opositor. El PAN de Marko Cortés es la cara amable del PRI de Alejandro Moreno, ambos a espalda de una sociedad civil movilizada por el abuso gubernamental y la devastación de las instituciones democráticas.
Morena no es un partido. Tampoco un movimiento. Es una estructura al servicio de Andrés Manuel López Obrador; antes sirvió para llevarlo a la Presidencia y ganar en las elecciones concurrentes y ahora, a partir del clientelismo de los programas sociales opera para reproducirse en el poder sin otra ideología, sin otro referente que lo que diga y haga el presidente López Obrador.
El PRI no es una mala compañía, pero Alejandro Moreno y Rubén Moreira, quienes se han apoderado del aparato priísta, sin duda lo son…”
Y por lo que hace a los venenos de la llamada chiquillada, baste decir que esos solamente caminan para donde va el aire, haciendo alianzas corruptas para lucrar vilmente con el poder como lo hace el Partido Verde, el corrupto PT y otros con los que ni vale la pena gastar saliva, pero que engañan al pueblo en las urnas y ya con el poder de nuestro voto se vuelven lacras sociales y en realidad la culpa la tenemos los electores por darles alas a los alacranes. Allá en mi pueblo, los rancheros dicen que “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”.