Auge de drogas sintéticas detona el narcomenudeo en nuestro país
Seguridad lunes 12, Jun 2023
- Fallida estrategia contra tráfico de enervantes: ONG

TAEl delito del narcomenudeo en México creció 166 por ciento en los últimos siete años, según organizaciones civiles que analizan el tema del tráfico de drogas.
Ante la proliferación de drogas sintéticas, el delito de narcomenudeo creció a nivel nacional, coinciden organizaciones civiles que analizan la inseguridad, por lo que concluyen que la actual estrategia del gobierno federal contra la venta de enervantes ha fracasado.
El delito del narcomenudeo creció 166 por ciento en los últimos siete años, al pasar de 32 mil 398 registros en 2015 a 86 mil 386 en 2022, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que reúne los datos reportados por las fiscalías de las entidades del país.
“Ese aumento es una muestra clara del fracaso”, afirma Jorge Luis Amaya Lule, coordinador de investigación y análisis criminal de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos. Explica que el propósito de la estrategia era frenar la proliferación y diversificación del negocio, pero lo que sucedió “fue un aumento de las cifras de narcomenudeo, que refleja el crecimiento del mercado criminal. En resumen, la política no ha funcionado”.
Si bien una parte de los indicadores de la política de seguridad basada en la militarización señalan cierto éxito, como los aseguramientos de drogas y las detenciones, en realidad muchas de las personas detenidas han sido criminalizadas por narcomenudeo en su modalidad de posesión simple, señala Amaya Lule.
Afirma que su organización trabaja ante la Corte Penal Internacional precisamente el problema de la fabricación de delitos, que es “una práctica recurrente en los casos en los que hemos identificado tortura”.
Para Zara Snapp, directora del Instituto RIA, que realiza incidencia en políticas públicas, es importante la concepción misma del delito de narcomenudeo, que proviene de la reforma a la Ley General de Salud de 2009, en la que se intentó hacer una distinción entre las personas usuarias y las que venden alguna droga.
“La mayoría de personas no compra cinco gramos de marihuana, tope que establece la ley. Las personas usuarias a veces compran cantidades mayores para distribuir entre su grupo de amigos”, explica.
Si se compra más de esa cantidad, ya se considera narcomenudeo. Por ello critica que la autoridad no persiga a quienes forman parte del negocio, sino a las personas consumidoras. Asegura que más del 60 por ciento son casos de posesión simple.
Amaya Lule reitera que estos datos confirman el fracaso de la estrategia de seguridad contra el narcotráfico, pues no sólo ha crecido el mercado criminal, sino también los asesinatos, las desapariciones y la tortura.
Señala que las personas narcomenudistas no son los grandes capos del crimen, sino que más bien suelen habitar en barrios populares y su condición económica es precaria. La estigmatización, enfatiza, viene de una línea narrativa creada con la Guerra contra las Drogas emprendida en Estados Unidos en los años setenta por Richard Nixon.
Esa estigmatización, adaptada a nuestras circunstancias y a los segmentos socioeconómicos menos favorecidos, se ha replicado en México bajo criterios punitivos, explica el especialista, quien ejemplifica: los comunicados de prensa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Secretaría de Marina (Semar) refieren detenciones y aseguramientos, “lo cual en realidad no es un indicador de éxito” del combate al problema.
Guanajuato, Coahuila y Baja California,
con más registros de narcomenudeo
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los 12 estados con más registros de narcomenudeo están distribuidos geográficamente por todas las regiones del territorio nacional, aunque sobresalen Guanajuato, Coahuila y Baja California en cuanto el mayor número de delitos.
Sobre los estados con más casos de narcomenudeo, Amaya Lule recuerda que cuando empezó la guerra contra las drogas, se decía que México era sólo un país de trasiego y ruta.
En los estados en los que el narcomenudeo no figuraba, también crecieron los grupos delincuenciales.
“Se disputaron los territorios, como hacen las empresas cuando quieren aumentar su producción. Después de 16 años, el resultado es que el combate contra el crimen diversificó el mercado criminal y de drogas”, concluye.
Por ello en todo el país hay más sustancias ilícitas que hace 10 años. “Ya estaban en circulación, pero existe una opacidad en general sobre la información de drogas de parte de los diferentes gobiernos, no sólo en México, sino todo el mundo”, advierte.
La problemática se hace más compleja por el acceso que hoy se tiene a la tecnología, la cual facilita el acceso a las drogas a través, por ejemplo, de las redes sociales.
“México es uno de los principales productores de ‘cristal’ en el mundo, una de las principales drogas que contiene sustancias adulterantes. Esto permite ver que la estrategia de guerra contra las drogas no tendría que haber sido de seguridad, sino de salud”, argumenta.