Marcelo aquí quedó
Freddy Sánchez martes 14, Nov 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Que dijo mi mamá que siempre no”…
Sarcasmos como ese y otros más crueles se han expuesto en redes sociales y entre la gente que critica la decisión de Marcelo Ebrard de posponer o anular definitivamente sus aspiraciones presidenciales.
El anuncio de su no aceptación para competir por la candidatura de Movimiento Ciudadano y su aparente determinación de no querer buscar una opción independiente para luchar por el cargo más importante que se disputará en las elecciones de 2024 como era de esperarse dio lugar al planteamiento de dudas y especulaciones.
Que si de plano le tuvo miedo a Samuel García es una de tantas cosas que se dicen más en plan de chunga que en serio. Porque como algunos lo han manifestado en la decisión de Marcelo de recular parece haber un “mar de fondo” que ciertas conjeturas se han propuesto poner sobre la mesa.
Entre otras especulaciones evidentemente se ha mencionado la relativa a que al haberse en apariencia distanciado de Andrés Manuel al no recibir el apoyo de Morena y reaccionar por ello con disgusto, eso causó mucho desagrado en el Palacio Nacional y por lo tanto se recurrió a “desempolvar” lo que se investigó sobre la Línea 12 del Metro.
Los que opinan al respecto se imaginan que “el manto protector” para el ex canciller se replegó tan sólo ligeramente para hacerle ver los riesgos de seguir por el camino de la rebeldía contra la candidatura de Claudia Sheinbaum y en relación a lo que algunos suponen y divulgan no hace falta redundar en lo ampliamente difundido. Bajo esta perspectiva es de citar también que fuera de diversas suposiciones sin mayores elementos probatorios, lo que se ha dicho en otro sentido es que a Marcelo le pasó lo mismo que a Ricardo Monreal.
El senador que había dicho y reiterado que estaría en la boleta presidencial y a fin de cuentas declinó esa posibilidad y también la de competir por el gobierno de la Ciudad de México.
De modo que lo que motivó a renunciar a las candidaturas como lo hicieron Ebrard y Monreal hay quienes lo atribuyen a que simple y llanamente sus aspiraciones fueron “borradas” por Andrés Manuel.
Porque conforme dicha creencia, el Presidente en turno ha sido y sigue siendo el único que decide qué se hace o no se hace y quiénes van o no van en dirección a cambiar de estafeta y los que se oponen terminan “chamuscados” y se quedan “como el chinito”, nada más mirando lo que no pueden cambiar. Monreal explicó en su momento al anunciar su decisión de seguir en Morena y no pensar más en la candidatura presidencial ni la del gobierno de la Ciudad de México que las circunstancias no eran las apropiadas en su favor.
Y obviamente no se equivocó porque es sabido que el primer mandatario goza del apoyo incondicional de la mayoría de los altos funcionarios y actores políticos de su gobierno por lo que lo que él ordena se obedece sin importar si alguien está o no de acuerdo con lo que se decide hacer en los tiempos de la Cuarta Transformación.
Que de hecho son los tiempos de Andrés Manuel, cuya guía sobre sus leales, ( “mascotas”, “corcholatas” “tapetes” o como sus críticos suelen referirse a los morenistas ligados a la voluntad presidencial), además de ser evidente parece inquebrantable. Así que Ebrard posiblemente pensó en el dicho aquel que dice: “más vale aquí corrió que… Marcelo aquí quedó.