Voto inútil
Freddy Sánchez jueves 23, Nov 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Los indecisos de siempre o aquellos que están decepcionados de la política y, a pesar de ello, se animarán a votar en la elección presidencial.
Quiénes exactamente acudirán a las urnas a dar su voto para Eduardo Verástegui o Samuel García.
La pregunta podría ser pertinente en el supuesto de que una parte de los potenciales electores para la contienda presidencial no tenga la certeza de que la elección para el poder Ejecutivo, conforme a las expectativas imperantes, sólo ofrece dos opciones.
Morena y sus aliados o el frente opositor y sus respectivas abanderadas: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
Las dos mujeres que han acaparado los reflectores electorales con motivo de la sucesión presidencial.
Porque una y otra representan proyectos de nación diferentes. Por un lado, la continuación de lo que se conoce como la Cuarta Transformación, y por el otro, un cambio que rectifique el rumbo en la política nacional.
O sea, seguir sin freno y a más velocidad lo que ofrece la agenda de Andrés Manuel López Obrador y Morena o reajustar las medidas de acción a tomar en el siguiente régimen con una visión de país diferente al que visualizan los que se han casado con la voluntad presidencial y los planes de Morena.
Así las cosas, más que evidente para una mayoría electoral podría ser que los votantes en la disputa por la Presidencia y demás cargos electorales, están en la obligación de apoyar o negar su apoyo al gobierno en turno.
Y en ese tenor es menester cerrar filas para darle mayores posibilidades de triunfo a cualquier de dos posibilidades: la de que permanezca Morena en el primer mando nacional o definitivamente se le diga que no para hacer ganar al Frente Opositor.
Porque no cabe duda que quienes han decidido seguir firmes en su respaldo a la 4T necesitan presentarse a votar por Claudia Sheimbaum y los que no lo desean así es preciso que lo hagan por Xóchitl Gálvez.
De modo que los votos ajenos a estas dos aspirantes presidenciales (suponiendo que sus candidaturas “están amarradas”) lógicamente podrían favorecer a una y perjudicar a la otra. De ahí entonces la creencia entre algunos críticos acerca de que Samuel García y Eduardo Verástegui no competirán para ganar la Presidencia sino con el único propósito de quitarle votos a una de las dos principales figuras en la lucha por la primera magistratura del país.
En torno a esa suposición predomina la idea de que será Xóchitl la perjudicada y Claudia la que se beneficie de los votos que obtengan sus adversarios varones.
Y es que en opinión de ciertos observadores políticos los votantes de Samuel y Eduardo serán principalmente personas de clase media y, por lo mismo, gente que podría decidir su apoyo electoral para la oposición al partido gobernante.
De ser verdad tal cosa, en efecto la candidata del Frente Opositor vería disminuida su cosecha de sufragios, en tanto que los convencidos de apoyar a Morena difícilmente cambiarán su voto por más que les agraden o ilusionen los aspirantes presidenciales masculinos.
Una teoría que se antoja bastante lógica, aunque no hay que olvidarse de una cosa: en los tiempos que corren hay muchos jóvenes politizados que van a votar y probablemente lo hagan con la inconmovible voluntad de apoyar a la 4T o negar ese apoyo rotundamente.
Y esa clase de electores suele saber que votar por opciones sin posibilidades reales de ganar inequívocamente representa un voto inútil.