Listos para la campaña electoral
Augusto Corro lunes 26, Feb 2024Punto por punto
Augusto Corro
El fin de semana, Jorge Álvarez Máynez rindió su protesta como candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC). En días anteriores fueron registradas la doctora Claudia Sheinbaum, de Morena; y Xóchitl Gálvez, en representación de los partidos opositores. Los tres lucharán por la Presidencia de la República en la campaña electoral que empezará el próximo mes de marzo. A la fecha, el enfrentamiento entre las diferentes fuerzas políticas que buscan el poder aún no ofrece algo extraordinario.
Los discursos de los candidatos no motivan al elector. Quizás los discursos son excelentes piezas de oratoria, pero eso solamente lo saben o conocen los círculos cerrados de los aspirantes presidenciales. Sin embargo, de acuerdo a las encuestas, la doctora Claudia Sheinbaum va en primer lugar de las preferencias electorales, muy lejos de sus adversarios. La senadora hidalguense, Xóchitl Gálvez, candidata de la oposición, se encuentra en el segundo lugar, donde se ubica desde su destape.
Xóchitl Gálvez no crece. En la misma situación se encuentra Álvarez Máynes, que lo envió su partido a hacer el ridículo. Está en tercer lugar en las preferencias del electorado y no parece que pueda ganar una mejor posición. En el presente, los discursos de los precandidatos son intrascendentes. Prefieren tocar temas del presente sin ningún sentido. Los discursos del presidente Andrés Manuel López Obrador son los que señalan la ruta de Morena y de la oposición que cae en el juego. Algo que no tiene importancia lo hace crecer sin sentido alguno.
Sin duda, será interesante conocer los saldos derivados de la lucha política luego del 2 de junio. Como se supone que la doctora Claudia Sheinbaum ganará, la hidalguense, Xóchitl Gálvez tendrá que explicar ampliamente que fue lo que no le permitió alzarse con el triunfo. En la campaña presidencial que viene, PAN, PRI y PRD tienen todavía la oportunidad de, por lo menos, darle un susto a Morena, su adversario político; pero la oposición no presenta argumentos sólidos para ganar electores.
En el partido ya pueden empezar a cantar victoria por los resultados positivos que obtendrán en las elecciones, pero no todo está escrito. Antes, la dirigencia morenista tendrá que dejar conformes a decenas de políticos que no alcanzaron a ser candidatos a obtener un cargo en la próxima administración. Como se informó, decenas de militantes de otros partidos se convirtieron en morenistas, con el propósito de satisfacer sus ambiciones personales. Poco les importó traicionar a sus organizaciones políticas, a sus principios e ideologías.
Como señalamos, decenas de ex priistas, ex panistas y perredistas alcanzaron a que Morena los registrara como candidatos a ocupar un puesto como legisladores. En el partido guinda se abrió la puerta a esos políticos oportunistas y los verdaderos guindas no fueron tomados en cuenta. ¿De qué tamaño es la irresponsabilidad de la dirigencia de Morena que hizo a un lado a los auténticos militantes de Morena? En el partido guinda ya tuvieron la amarga experiencia de la traición. La senadora Lilly Téllez llegó al Senado apoyada por los morenistas y lo primero que hizo en el cargo fue despotricar contra el líder moral de esa organización, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lo mismo sucedió con el ex líder panista, Germán Martínez. En la lista de los que se dieron de “alta” como morenistas, se encuentran políticos de diferentes niveles. Uno de ellos es el expriista y exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat. Un pésimo mandatario durante su paso por el gobierno oaxaqueño. Desde el principio de su sexenio se sometió a las órdenes del mandatario López Obrador y se convirtió en un flamante morenista.
En fin, Morena decidió premiar a sus adversarios políticos sin importarle las consecuencias de esa determinación.
¿Usted qué opina amable lector?