Cumpleaños del PRI
Augusto Corro martes 5, Mar 2024Punto por punto
Augusto Corro
El 4 de marzo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cumplió 95 años de vida. Nada qué festejar. La organización tricolor se encuentra en los peores momentos de su historia. Camina sin rumbo con la amenaza de su desaparición si continúa el éxodo de militantes. Ya se verá el próximo 2 de junio si se levanta de la lona donde lo arrojaron la corrupción y los excesos en el ejercicio del poder.
Era tal la influencia y poderío del PRI en la política, que su conducta fue calificada como la “dictadura perfecta”. Pero como no hay mal que dure cien años, el barco priista empezó a hacer agua desde 1968. Las inquietudes de los grupos de la llamada izquierda iniciaron su oposición que poco a poco empezó a debilitarlo. Este problema empezó a surgir en las elecciones presidenciales de 1988.
En aquella ocasión se dijo que el ganador en la contienda electoral fue el ingeniero Cuauhtémoc y que Carlos Salinas de Gortari logró convencer a su adversario para que le cediera el triunfo. En el 2000, el partido blanquiazul ganó la silla presidencial. Ganaron el guanajuatense Vicente Fox y su esposa, Martha Sahagún. Ambos panistas. Les sucedió en el cargo, el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Fueron dos sexenios en los que los panistas desperdiciaron su tiempo en sus intentos para gobernar. Vicente Fox, sumido en su ignorancia no pudo aplicar su política de cambio. Felipe Calderón declaró la guerra a la delincuencia organizada sin resultados positivos. Lo que provocó fue una multiplicación de los cárteles de la droga que practican extorsiones, secuestros y asesinatos.
Los seis años de gobierno panista sirvieron para que el encargado de la seguridad, optara por asociarse con la delincuencia organizada. Nos referimos al ex funcionario Genaro García Luna, quien se encuentra en una cárcel estadounidense, después de ser juzgado y acusado de varios delitos, entre otros su protección al Cártel de Sinaloa. El mandatario Calderón Hinojosa tendrá que informar, algún día, sobre lo que ocurrió en México cuando ocupaba la silla presidencial.
El pasado bochornoso de los priistas y la ineptitud de los panistas no fueron suficientes para alejarlos de sus ambiciones de poder. En el 2012, el priista Enrique Peña Nieto recobró la Presidencia de la República. El mexiquense perdió la oportunidad de fortalecer a su partido muy debilitado por la pérdida de los gobiernos estatales y el abandono de las filas priistas por parte de sus militantes y sus líderes.
Por supuesto, también influyeron en el debilitamiento del PRI que tuvo que aliarse con otros partidos para sobrevivir. Sin importar ideologías, los tricolores no estuvieron de acuerdo en mezclarse con los panistas y perredistas. En esas condiciones críticas, los priistas no pensaron en una estrategia que les permitiera mantener en sus filas a los militantes inconformes.
El propio dirigente tricolor, Alejandro Moreno (a) “Alito”, se encargó de echarle gasolina al fuego. Con artimañas consiguió mantenerse como presidente del PRI. Aprovechó su poder para apuntarse como aspirante a ocupar un escaño en el Senado. Otros jerarcas del partido decidieron marcharse para buscar su incorporación en otros partidos, como el Verde y Morena.
Algunos políticos ex priistas se fueron a probar suerte en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Uno de los beneficiados de esos cambios fue el ex gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien consiguió la candidatura que le permitirá un escaño en el Senado. Otros tricolores también se apuntaron para conseguir una curul, en la Cámara de Diputados.
En fin, el PRI tiene un futuro incierto. Como señalamos, serán los resultados de las próximas elecciones las que dirán que sigue en el Revolucionario Institucional. Con “Alito” como líder el partido tricolor seguirá paralizado.
¿Usted qué opina amable lector?