El amigo
Carlos Ramos Padilla viernes 6, Sep 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
En estos días, el mismísimo Presidente ha sido desmentido y desafiado por varios colegas. Jorge Ramos lo obligó a desmentir que ganaba 17 millones de pesos mensuales; López-Dóriga enfatizó que un Presidente enojado (particularmente con él) puede tomar decisiones muy equivocadas que atenten contra su familia; Loret ha desafiado al tabasqueño a que demuestre que su patrimonio corresponde a actos de corrupción y, ahora, Ciro le enfrenta públicamente en un acto inusual.
El martes 3 de septiembre en la mañanera AMLO expresó: “Pero fíjense lo que ha hecho nuestro amigo Ciro. Nos conocemos desde hace muchos años y hemos tenido diferencias, pero cuando se pasó de la raya fue cuando Calderón y cuando Peña…”.
La respuesta de Gómez Leyva fue contundente, rápida y certera: “Supongo que dijo con ironía, eso de mi amigo Ciro porque ¿pues a un amigo no se le insulta como me ha insultado usted durante seis años? Yo nunca lo he insultado a usted, nunca. He señalado algunas contradicciones, puedo decir que me parece increíble que usted se atreva a decir en la plaza pública que los servicios de salud ya son mejores que los de Dinamarca, pero yo nunca lo insulté, usted me insultó sin parar durante seis años. “A un amigo no se le persigue como me persiguieron ustedes con amenazas de por medio fiscalmente, usted sabe que eso ocurrió (…) se la dejo como pregunta. ¿A un amigo se le dispara a la cabeza para matarlo?
Qué idea tiene usted de la amistad, Presidente, le quedan 27 días nos quedan 27 días de sexenio y aquí estamos haciendo lo mismo, Presidente, lo mismo que hacíamos el 1 de diciembre de 2018, tratar de hacer un buen programa de radio (y) en las noches un buen programa de televisión”.
AMLO no ha dado respuesta a la grave conclusión de Ciro cuando afirma que “a un amigo no se le dispara en la cabeza para matarlo” y pregunto, ¿qué información tendrá el periodista para señalar directamente como supuesto agresor al Ejecutivo?
Desde su tribuna, y al otro día, AMLO volvió a insistir, pero modificó la forma y señaló que Ciro no es su amigo sino un adversario y además puntualizó: “ Él (Ciro) es amigo de Felipe Calderón, de García Luna, de Manlio Fabio Beltrones, pero se atreve a decir que no soy su amigo porque a él lo quisieron asesinar y deja una insinuación de que a un amigo no hace eso. Claro que es mi adversario y claro que él tomó ese camino de irse con los potentados y le gusta mucho el dinero y no nos parecemos somos distintos”.
Hasta el momento y con todos los recursos que posee el Ejecutivo no ha demostrado y menos denunciado legalmente a los periodistas referidos por alguna irregularidad, delito o acto de corrupción. Son ataques mediáticos.
Al Presidente le inquietan los ingresos de los comunicadores como si él los pagara o fueran sustraídos del erario. Ellos tienen la libertad de negociar sus contratos y privilegios le guste o no al mandatario.
A su círculo cercano se le ha exhibido, en señalamientos, recibiendo maletas llenas de efectivo producto de arrancar de la dieta de los legisladores, de los trabajadores y miembros de su partido el diezmo “voluntario” para promoverse cuando era candidato presidencial. Estos fajos de billetes nunca pasaron por una auditoría fiscal.
Pero eso sí, AMLO reconoció: “Yo no lo he insultado, lo que he hecho es señalarlo como un periodista al servicio de la oligarquía, porque no miento cuando sostengo que le dio entrada en su programa a las encuestas de un señor que luego, en premio, Calderón le entregó el CISEN (…) y no es nada personal, estamos defendiendo proyectos distintos contrapuestos, tú defiendes a una minoría y yo estoy defendiendo a un proyecto junto con millones de mexicanos en favor del pueblo”.
Pero nuevamente el Ejecutivo no probó nada, sólo atacó. Lo cierto es que en el caso del atentado contra Ciro o contra García Harfuch entre otros tantos personajes, incluyendo el archivo de los jóvenes de Ayotzinapa, que no se han concluido y sigue imperando la impunidad y protección a los delincuentes.
AMLO, como es su costumbre, se escurrió y evadió, dijo: “Sólo aclarar a Ciro de que ninguna manera nosotros tenemos el propósito de quitarle la vida a nadie, a ninguna persona” y agregó: “Que se serene, que se tranquilice, que piense que, si desgraciadamente le hubiese pasado a él algo grave, si hubiese perdido la vida, esa bala, como se decía antes, nos hubiese afectado a todos”.
Pero entendamos, en un país democrático y libre el ejercicio pleno de la expresión y manifestación está protegida y garantizada por la Constitución. Nadie debe ser perseguido, amenazado, intimidado e incluso atacado por “servir” a una minoría contraria a la posición presidencial, si así fuese el caso, porque sin irnos al fondo del asunto, AMLO luego de ser priista enfocó todo su esfuerzo para criticar y anular al sistema político nacional y a los Presidente en turno ¿o quién fue el que expresó “cállate chachalaca”?