En México, todos a favor de Harris a pesar de que será también intolerante
Miguel Ángel Rivera martes 5, Nov 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Difícil, muy difícil, anticipar lo que sucederá hoy en la elección presidencial de Estados Unidos, pero en caso de perder la candidata demócrata y vicepresidenta Kamala Harris podría continuar su carrera política en México, si se decide a cambiar o tener doble nacionalidad.
Esto porque la casi totalidad las encuestas levantadas en la Unión Americana durante los últimos días arrojan un virtual empate de Harris con el candidato republicano, el ex presidente Donald Trump y los conocedores suponen que, a final de cuentas, el triunfador no será quien reciba mayor número de votos de los ciudadanos, como ya ha sucedido en anteriores comicios, como cuando el ahora nuevamente candidato Trump superó a Hillary Clinton, a pesar de que ella tuvo más votos individuales; también el entonces vicepresidente Al Gore (con Bill Clinton) tuvo más sufragios individuales a nivel nacional que George Bush junior, pero no en Florida (gobernado por el hermano de Bush, Jeb), donde el republicano fue declarado triunfador, con una diferencia de apenas 537 votos, pero se llevó el total de los 30 votos de ese estado y así superó la meta de 270 necesaria para ser declarado presidente.
Con tales antecedentes y ante los resultados de las encuestas más confiables, y por el carácter belicoso del magnate Trump, se da por seguro que, en caso de no ser declarado ganador, alegará un fraude en su contra y soliviantará a sus seguidores, como lo hizo en 2020, cuando se negó a reconocer la victoria del ahora presidente que va de salida, Joe Biden.
Por eso, en caso de ganar, Kamala Harris tendrá que afrontar de entrada una situación conflictiva en gran parte de su gran nación.
En cambio, los sondeos practicados en México revelan que nuestros compatriotas se inclinan ampliamente —más del 70 por ciento de opiniones a favor— por Harris, a quien se considera menos peligrosa para nuestro país.
Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses
Tal vez por ser mujer o porque se tiene la impresión general de que los demócratas son menos injerencistas y agresivos que los republicanos —sobre todo en el caso del belicoso Trump— se presume en nuestro país que será más fácil lidiar con Harris.
Esta última apreciación puede resultar un tanto falsa, pues la actual vicepresidenta ha dado muestras sobradas de que, obviamente, tiene como prioridad el beneficio para su país, aunque no exhiba un lema tan impactante como el del multimillonario Trump “hacer a América grande nuevamente”, MAGA por sus siglas en inglés.
En el caso de Harris, habría que recordar más bien la expresión que se atribuye a John Quincy Adams, sexto presidente de la vecina nación: “Estados Unidos no tiene amistades permanentes, sino intereses permanentes”.
Otras fuentes atribuyen la expresión —o tal vez se trató sólo de una actualización— a John Foster Dulles, quien fuera secretario de Estado del presidente de Dwight Eisenhower, quien antes fuera jefe de las tropas aliadas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
En lo que se refiere a Harris, conviene tener en cuenta antecedentes de que no tiene especial simpatía por nuestro país.
El reciente 27 de septiembre, en plena campaña para compensar la desventaja que tenía Joe Biden antes de cederle la candidatura del Partido Demócrata, la vicepresidenta presumió haber votado en contra del Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y aseguró que hará efectivo el proceso de revisión del acuerdo programado para 2026
Al anticiparse a una visita de Trump al estado de Michigan, sede de la industria automotriz estadounidense, Harris recordó haber sido uno de los 10 miembros del Senado de EU de haber votado en contra de la aprobación T-MEC en enero de 2020.
“Como uno de los 10 senadores que votaron en contra del T-MEC, sabía que éste no era suficiente para proteger a nuestro país y a sus trabajadores”, manifestó la vicepresidenta al destacar que el acuerdo negociado por la administración del entonces presidente Trump ha resultado en una pérdida de empleos para EU.
“Muchos de los que votaron a favor de este acuerdo condicionaron su apoyo a un proceso de revisión, que como presidenta utilizaré”, ofreció Harris al parecer en un intento de atraerse las simpatías y el respaldo del poderoso Sindicato de Trabajadores Automotrices de EU (UAW, por sus siglas en inglés), el cual en apariencia está más cercano al candidato Republicano por sus promesas de “recuperar” los empleos que perdieron por el traslado de las plantas armadoras de automotores a otros países, entre ellos México.
En esa ocasión, las declaraciones de Harris estaban relacionadas, sin que hubiera pruebas concretas, con el caso de Stellantis -antes Chrysler- a la que se acusa de haber despedido a trabajadores en EU para llevarse sus puestos de trabajo fuera de la Unión Americana.
En esa ocasión, la nota informativa del diario Reforma recuerda que, bajo la presión de los sindicatos estadounidenses, la administración del presidente Biden ha hecho caso omiso a la decisión de diciembre de 2023 de un panel de arbitraje que dio la razón a México y Canadá sobre la interpretación de las reglas de origen automotrices negociadas al amparo del T-MEC.
Por otra parte, también en campaña, Harris advirtió que perseguirá “con todo el peso de la ley” al Cártel de Sinaloa, organización a la que también acusó de ser una de las mayores traficantes de fentanilo hacia ese país, algo que negó el gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sostuvo que el fentanilo viene de China.
En Pensilvania, la vicepresidenta recordó que como fiscal de California se enfrentó a esas organizaciones delictivas y que por ello “los conoce de primera mano”.
“Como fiscal general de un estado fronterizo, me enfrenté a organizaciones criminales transnacionales como el Cártel de Sinaloa, que trafican drogas y amenazan la seguridad de nuestras comunidades”, dijo.
La candidata demócrata aseguró que, en caso de resultar victoriosa, combatirá a los cárteles de drogas con todo el peso de la ley y mediante una acción primordial: interrumpir el flujo de fentanilo.
En Douglas, Arizona -la primera ciudad fronteriza que visitó desde el arranque de la campaña electoral- Harris prometió que como presidenta protegerá la soberanía de EE. UU., asegurará la frontera y trabajará para arreglar su “defectuoso” sistema de inmigración.
Es decir, sin llegar a los extremos de su contrincante republicano, que ha amenazado con atacar a los cárteles inclusive en territorio de México, además de cerrar la frontera con México y devolver a millones de migrantes, Harris prometió que como presidenta protegerá la soberanía de EU, asegurará la frontera y trabajará para arreglar su “defectuoso” sistema de inmigración.
“Conozco la importancia de la seguridad, especialmente en nuestra frontera”, aseguró la candidata durante una conversación con funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Reafirmó que su máxima prioridad será combatir el tráfico de fentanilo, pues ha conocido a muchas familias que han perdido a seres queridos a causa de esa “plaga”.
Recordó que, cuando fue fiscal general de California (2011-2017), fue testigo de los túneles entre México y EU que son usados para traficar narcóticos, así como también las acciones que realizó para procesar a miembros de organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa, que se dedican a traficar drogas, armas y seres humanos.
Esto significa que, sin llegar a los extremos del multimillonario Trump, la abanderada del Partido Demócrata se prepara para ejercer presión sobre México, tanto en lo referente a la persecución de las bandas dedicadas al narcotráfico como en lo relativo a migración, tema que también conoce de forma directa, pues su jefe, el presidente Biden, le encomendó desde 2021 la responsabilidad de atender ese problema.
El presidente estadounidense encargó a su vicepresidenta hacerse cargo de la crisis humanitaria desatada por la llegada de inmigrantes a la frontera sur del país. Esto, porque desde la llegada de Biden a la Casa Blanca se registró un incremento notable en la llegada de más migrantes, particularmente menores no acompañados.
Son de tener en cuenta recientes informes, según los cuales el mayor número de migrantes detenidos en los Estados Unidos son originarios de México.