Contra predicciones de expertos, CSP ofrece hacer crecer la economía nacional
Miguel Ángel Rivera martes 14, Ene 2025Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Para el bien general, es de esperar que tenga éxito el plan de desarrollo nacional presentado ayer por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, pero de inmediato surgen dudas, pues para empezar se parte de suposiciones irreales.
En efecto, al presentar el denominado Plan México, la Presidenta mexicana parte de la suposición de que nuestro país representa la décima segunda economía mundial y, con el proyecto de desarrollo de la llamada Cuarta Transformación se aspira a llegar al sitio diez.
Esto es lo que genera dudas. Pues en vez de avanzar en la clasificación mundial, definida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) –por cierto, organismo repudiado por la 4T– la economía nacional parece en caída y, en vez de avanzar.
De acuerdo con nota publicada en El Universal, el pasado 28 de octubre de 2024, México perderá dos posiciones en la lista de las economías más grandes del mundo. El país se moverá de la posición 13 a la 15, al ser rebasado por España y Australia durante 2025.
“La institución dio a conocer la semana pasada sus perspectivas del tamaño de las economías bajo la regla del Producto Interno Bruto (PIB). Los países reportan el PIB en su propia moneda, por lo que para compararlos se vuelve necesario convertirlos en una divisa común, en este caso es el dólar estadounidense.
“El FMI prevé que el valor de la economía mexicana será de 1.85 billones de dólares en 2024 y mantendrá por segundo año consecutivo la posición 13 en el ranking global.
“Sin embargo, el PIB disminuirá a 1.82 billones en 2025 y caerá al sitio 15, al ser rebasado por España y Australia, ya que la economía hispana valdrá 1.83 billones y la del país oceánico alcanzará 1.88 billones.
“Es decir, todos los bienes y servicios que España y Australia van a producir el próximo año serán más valorados por el mercado que los generados por el país que gobierna Claudia Sheinbaum Pardo, cuyo PIB marcha a menor velocidad que el promedio mundial desde 2023, indican los registros del FMI”.
No obstante ese pronóstico del organismo multinacional, muy al estilo de los “otros datos”, la presidenta Sheinbaum toma como punto de partida que México ocupa el sitio 12 entre las economías y, con su plan de desarrollo, pretende proyectarla hasta el sitio diez.
Por cierto, la referida nota informativa recuerda que “México llegó a formar parte del top 10 de economías más grandes del mundo entre 1999 y 2003, incluso alcanzó el octavo lugar durante los primeros dos años del sexenio del ex presidente Vicente Fox.
“No obstante, desde que comenzó el siglo, el país fue rebasado por Brasil, Rusia, India y Corea del Sur, debido a que la economía nacional ha crecido a tasas promedio de 2% cada año, mientras el resto alcanzaron ritmos de más de 3%”.
Más allá de estos antecedentes, el optimista programa presentado por la mandataria mexicana establece que, a fin de impulsar el desarrollo regional del país y potenciar la visión regional, se seguirá promoviendo la relocalización de las empresas para el mercado regional, elevar el contenido nacional y regional en los productos mexicanos, y ampliar la sustitución de importaciones con cadenas de valor.
El denominado Plan México comprende 12 metas específicas, una agenda de trabajo ya planteada y la intención de incrementar inversiones y procurar el bienestar de los trabajadores, puntualizó Sheinbaum.
Al respecto, aseguró que ya se tienen comprometidos al menos 2 mil proyectos de inversión en el país. Resaltó que se pretende “elevar el contenido regional, crear empleos bien remunerados con una visión de fortalecimiento, ampliar el acceso a la educación y fortalecer el impulso tecnológico”.
Al respecto, presentó los proyectos a desarrollar con inversión pública, durante todo su sexenio: Plan de inversión pública en carreteras, de la mano de un plan de inversión mixta, es decir, público-privada. Otro plan de trenes de pasajeros hacia el norte, con el vínculo entre CDMX, Puebla y Veracruz, con conectividad entre trenes de carga.
También, plan para aeropuertos con inversión pública y privada. El plan de energía para aumentar la generación por hora, una parte con gas y otra con energías renovables. Un proyecto en agua con el objetivo de tecnificar el riego.
En estas materias, surgen muchas dudas, pues los antecedentes no resultan muy favorables para la llamada Cuarta Transformación, pues el Tren Maya presenta todavía muchos problemas, al grado que no se puede considerar totalmente terminado, a pesar de que ha sido inaugurado en varias ocasiones. Lo mismo se puede decir del ferrocarril transístimico, así como el México-Toluca, que no fue iniciado por el actual gobierno, pero que ofreció concluirlo a corto plazo, que ya está totalmente superado.
El plan de desarrollo presentado por Sheinbaum comprende, también, la construcción de un millón de viviendas, con claridad en la construcción a cargo de Infonavit y el desarrollo de sistemas educativos como el Bachillerato Nacional Tecnológico y El Bachillerato Nacional General, además de la incorporación de 200 mil nuevos estudiantes en media superior.
Por desgracia, de nuevo, los antecedentes no favorecen a la llamada Cuarta Transformación.
En materia de vivienda, el gobierno carece de recursos propios suficientes para sostener un programa de tan grande dimensión. Para finaciarse, el régimen prepara una más de sus arriesgadas reformas legales, esta vez para apropiarse el fondo de dos billones que conserva el Instituto Nacional para el Fondo de la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), acción que ha recibido el repudio de la oposición, porque no se trata de dinero público, sino de una reserva construida con aportaciones de empresarios y de trabajadores. Es decir, se trata de fondos privados, no públicos.
En materia de educación, tampoco son positivos los balances de lo realizado por el gobierno de Morena y asociados. En educación básica, en vez de adelantar, el país va en retroceso con la llamada Nueva Escuela Mexicana, más enfocada en la (de)formación ideológica que en el fomento del conocimiento de materias fudamentales como las matemáticas y el lenguaje.
En el otro extremo del sistema nacional de enseñanza, en el nivel superior, mientras se regatean recursos a las instituciones establecidas, la llamada Cuarta Transformación creó una red de nuevas universidades a las que se puso el nombre de Benito Juárez, que a seis años de creadas no han logrado formar a una nueva generación de profesionales, pues la cantidad de graduados es mínima. Lo único que aumentó fue el número de jóvenes becados, a los cuales no se les exige lo mínimo en avance académico.
Con todo, Sheinbaum sostuvo que uno de los objetivos de su plan de desarrollo consiste en incrementar la producción nacional de materias primas de más valor, promover polos de desarrollo y de bienestar a partir de vocaciones regionales, fortalecer el desarrollo científico tecnológico en innovación y el impulso de la integración del continente.
Sheinbaum admitió que las metas son ambiciosas, pero aseguró que, con la estrategia planteada, se buscará alcanzar el objetivo de elevar la proporción de inversión pública y privada respecto al PIB, arriba del 25%, ya que, señaló, en el 2023 se alcanzó ese 25% entre inversión pública y privada “y el objetivo es pasar de ese 25%”.
A su vez, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que el Plan México es la carta de navegación para la nueva era del país y habló de la generación de 1.5 millones de empleos más, con la finalidad de alcanzar un crecimiento del 15% del contenido nacional en cadenas globales de valor, en los sectores automotriz, aeroespacial, electrónico, semiconductores, farmacéutico y químico, así como el hecho de que hasta un 50% de las compras públicas estén vinculadas con la industria nacional, ya que, aclaró, las compras públicas son un gran potencial para el desarrollo.
En materia de salud, enfatizó el objetivo de lograr que en México se pase de 2.6 años en la actualidad, a un año, el tiempo para realizar trámites de proyectos de inversión en nuestro país.
Al respecto, es de recordar que más de seis años después de su arranque y a pesar de muchas promesas, el régimen no ha podido solucionar ni siquiera lo básico, como es el aprovisionamiento completo y oportuno de medicinas, ya no se diga ofrecer una buena atención en hospitales y sanatorios.











