Autoriza Trump redadas migratorias en escuelas, hospitales e iglesias
* Destacadas, Mundo jueves 23, Ene 2025
Ya no habrá lugar seguro para indocumentados

Las escuelas, hospitales e iglesias ya no son seguros para personas indocumentadas, luego de Donald Trump autorizara la aplicación de las leyes de inmigración en lugares sensibles.
Consecuencias devastadoras para las familias inmigrantes
El gobierno de Estados Unidos eliminó las directrices del ex presidente Joe Biden que limitaban las detenciones federales de inmigrantes cerca de escuelas, hospitales e iglesias, por lo que el Departamento de Seguridad Nacional advirtió que estos lugares ya no son seguros para personas indocumentadas.
La medida revirtió la guía que durante más de una década había restringido a dos agencias federales clave de inmigración, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, de llevar a cabo la aplicación de las leyes de inmigración en lugares sensibles.
“Esta acción empodera a los valientes hombres y mujeres de CBP e ICE para hacer cumplir nuestras leyes de inmigración y atrapar a extranjeros criminales, incluidos asesinos y violadores, que han ingresado ilegalmente a nuestro país.
“Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados», dijo el Departamento de Seguridad Nacional a cargo de Benjamine Huffman.
Huffman también emitió una directiva que limita el uso de la “libertad condicional” que Biden empleó para permitir que cientos de miles de migrantes entraran legalmente en Estados Unidos de forma temporal.
Entre los “sitios protegidos” se incluían tanto los centros educativos, como de salud, lugares de culto, albergues para víctimas de violencia doméstica, funerales, manifestaciones o centros de ayuda tras un desastre natural.
La idea de la medida, según el memorando de 2021, era evitar que las personas extranjeras se mostraran reacias a asistir a lugares donde se ofrezcan servicios esenciales.
“Podemos cumplir con nuestra misión sin negar o limitar el acceso de los individuos a la comida, el albergue o la fe”, señala ese documento.
Mano dura contra la inmigración ilegal, una prioridad
Donald Trump ha hecho de la mano dura contra la inmigración una de sus prioridades, tal como lo hizo durante su primer mandato de 2017 a 2021. En esta segunda gestión, desde el inicio, firmó una serie de órdenes ejecutivas que incluyeron cortar el acceso a una aplicación que facilitó la entrada de cientos de miles de migrantes; suspender el sistema de refugiados; y promover una mayor cooperación entre el ICE y los gobiernos locales y estatales.
A menudo ha retratado sus políticas como una liberación de los agentes del ICE y otras de las directrices de la era Biden que, según él, restringían sus esfuerzos para encontrar y remover a personas que ya no tienen permitido estar en el país.
El anuncio del martes era de esperarse, mientras Trump intenta cumplir su promesa de campaña de llevar a cabo deportaciones masivas de las personas que estén en el país ilegalmente. Pero aún así fue impactante para los activistas que han argumentado que plantear la posibilidad de deportación en iglesias, escuelas u hospitales puede impedir que los migrantes reciban atención médica o que sus hijos asistan a la escuela.
Consecuencias devastadoras para las familias inmigrantes
“Esta acción podría tener consecuencias devastadoras para las familias inmigrantes y sus hijos, incluidos los hijos que son ciudadanos estadounidenses, disuadiéndolos de recibir atención médica, de buscar ayuda en caso de desastres, de asistir a la escuela y de realizar actividades cotidianas”, dijo Olivia Golden, directora ejecutiva interina del Centro para la Ley y la Política Social, en un comunicado.
“Si la presencia del ICE cerca de tales lugares se vuelve más común, también aumenta la probabilidad de que los niños puedan presenciar la detención, arresto u otros encuentros de un padre con agentes del ICE”, declaró Golden.
De acuerdo con la directriz de «ubicaciones delicadas», a los agentes por lo general se les requería que obtuvieran la aprobación de cualquiera de estos lugares para llevar a cabo operaciones policiales, aunque se permitían excepciones por motivos tales como riesgos a la seguridad nacional.
Trump mantuvo el lineamiento sobre ubicaciones delicadas durante su primer mandato, aunque eliminó una guía similar que restringía la aplicación de las leyes de inmigración en los tribunales. Esta directriz en lo referente a las cortes fue reinstaurada durante el gobierno de Biden, el cual también emitió sus propias actualizaciones a la guía de «ubicaciones delicadas» limitando los lugares en que podían operar los agentes del ICE y la CBP.
Muchas escuelas en todo el país han estado llevando a cabo preparativos para esta eventualidad, poniéndose en contacto con las familias de inmigrantes y la policía local.
En California, las autoridades han estado ofreciendo lineamientos a las escuelas sobre la ley estatal que limita la participación local en la aplicación de las leyes migratorias.
“Nuestra política es clara y firme en que la aplicación de la ley de inmigración no está permitida en nuestros campus a menos que se esté obligado por una orden judicial válida”, dijo Diana Diaz, portavoz del Distrito Escolar Unificado de Fresno, uno de los más grandes de California.
La Junta de Educación de las Escuelas Públicas de Chicago aprobó en noviembre una resolución que indica que las escuelas no asistirán al ICE en la aplicación de la ley de inmigración. No se permitiría la entrada de agentes a las escuelas si no cuentan con una orden judicial, aseguró.
Durante años, decenas de migrantes se han resguardado en las iglesias para evitar la deportación, en ocasiones permaneciendo varias semanas en su interior para evadir la captura de ICE.
Chicago, una ciudad fantasma
Desde la asunción de Donald Trump, Chicago se convirtió en una ciudad fantasma. Los autobuses y las calles lucen vacíos. Igual que los salones de belleza y los negocios. Los niños también faltan a la escuela.
Las calles desiertas no son por las bajas temperaturas de los últimos días, sino por el miedo ante las advertencias del presidente estadounidense Donald Trump y su equipo de que la cacería de indocumentados para deportarlos fueron lo suficientemente duras para que la gente se atrincherara en sus casas.
“Hay mucho silencio en la calle. No están ni los puestos, no hay nadie”, dice Inocencio Vásquez, dueño de un restaurante en La Villita, un barrio esencialmente mexicano de Chicago.
“La gente tiene miedo. No sabemos qué va a venir. Puede ser que haya redadas, no sabemos”. Su negocio no abrió el lunes, día de la toma de posesión de Trump. Y el martes, nadie se paraba por ahí. Este mexicano que vive en Chicago con su esposa y sus hijos lamenta la persecución emprendida por el gobierno de Trump. “Venimos a trabajar, no le hacemos nada a nadie”, dijo.