Después de casi un siglo de ser pilar del PRI, la CTM se enfila hacia Morena
Miguel Ángel Rivera, Opinión miércoles 26, Feb 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
El santuario de Morena, en donde se perdonan todos los pecados, no sólo alcanza en lo individual a los antes pecadores que militaban en el PAN y el PRI y otros miembros de la oposición, sino también a también a organizaciones, al grado de sepultar el antes satanizado y proscrito corporativismo.
La prueba de lo anterior es el reciente acercamiento al movimiento creado por Andrés Manuel López Obrador de la antes estigmatizada Confederación de Trabajadores de México, la antes todopoderosa CTM que, en las épocas de esplendor del PNR-PRM-PRI fue uno de sus pilares fundamentales, al grado de presumir ser factor decisivo en la designación de candidato presidencial.
Creada por el ex presidente Lázaro Cárdenas y cuyo primer secretario general fue el luchador de izquierda Vicente Lombardo Toledano, luego de romper con la Confederación Regional Obrera de México (CROM), dirigida por Luis N. Morones, que estaba al servicio del “jefe máximo”, Plutarco Elías Calles, cuyo maximato llegó a su fin durante el sexenio de Cárdenas.
A partir de 1941, Lombardo fue desplazado por Fidel Velázquez, quien luego dirigiría a la organización hasta finales del siglo XX (murió en 1997), salvo un periodo de tres años en el cual fue reemplazado por Fernando Amilpa, recordado como un luchador infatigable en favor de las mejores causas de los trabajadores.
Velázquez regresó en 1950 al frente de la central, a la que mantuvo en primer plano, como pieza fundamental de uno de los llamados tres sectores sobre los que se sostenía el PRI, el obrero, los otros eran el popular y el campesino. “Don Fidel”, como se acostumbraba mencionarlo en los medios políticos, mantuvo a la organización en los altos círculos del gobierno federal, siempre al servicio del mandatario en turno.
Mal que bien, en ese largo periodo, la CTM apareció como elemento fundamental en algunos logros del movimiento obrero, como la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Además, en su portal oficial presume de logros como el derecho de huelga, la libre sindicalización, la jornada de 8 horas, el acceso a contratos colectivos, el derecho a la salud y a la vivienda, los tribunales laborales, y una pensión tras el retiro.
Además, en esa página de Internet, la actual dirigencia alardea de tener 4.5 millones de trabajadores afiliados, 6,176 sindicatos adheridos, así como 162 federaciones locales y 32 federaciones regionales.
En cuanto a ideales y propósitos, la Confederación se presume con defensora de los principios y derechos de los trabajadores.
En el referido portal de Internet, recuerda que “el derecho a la libertad de asociación y a la libertad sindical han sido proclamados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Son derechos que permiten la participación de los ciudadanos en la política económica y social para la constitución de la democracia y del estado de derecho. La participación y la representación de los trabajadores como actores sociales es de gran importancia para que las estructuras de gobierno funcionen. Es importante mencionar que el derecho de los trabajadores y de los empleadores a formar organizaciones aporta a la construcción de una sociedad libre y abierta”.
La realidad es que, desde antes de la muerte de Fidel Velázquez la antes arrolladora central ha venido a menos, pero con la capacidad que le resta para movilizar grandes contingentes, resulta atractiva para las organizaciones políticas y para un gobierno que gusta de llenar periódicamente el zócalo capitalino y otras plazas del resto del país, al tiempo que pregona tener el respaldo “del pueblo”.
La realidad es que ponerse al servicio del poder público le acarreó a la CTM muchas críticas. Es especial quienes se exhiben como defensores de la libertad de asociación han atacado con fiereza al corporativismo, cuando no está a su servicio.
Uno de esos fieros críticos es el patriarca de la llamada Cuarta transformación, el fundador y guía del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Al respecto, el entondes presidente electo, el 15 de agosto de 2018 sentenció la muerte del corporativismo:
De acuerdo con una nota del diario La Jornada, afirmó que se acabará el corporativismo en la política social y su manipulación electoral y sostuvo que la apuesta para acabar con la pobreza es la inversión en el campo, la actividad productiva y la generación de empleos.
“Los apoyos se entregarán de manera directa, sin intermediación. Ya no habrá programas electoreros. No se condicionará el apoyo ni se discriminará a nadie”, dijo.
“Este es un gran cambio. Ya no habrá la obligación de que si se recibe un beneficio, se tiene que votar por un partido”.
Además, en su conferencia matutina del 14 de febrero de 2019 confirmó esas ideas al ser interrogado acerca de la posibilidad de que se creara una nueva central sindical, encabezada por el senador Napoleón Gómez Urrutia, dirigente del sindicato minero, recién rescatado por la 4T, pues era perseguido por algunos de sus excolaboradores, acusado de un fraude con fondos sindicales.
-Su comentario, por favor, acerca de si esto va a beneficiar a la relación laboral con el gobierno, si no se convertirá también en una central que esté cercana al gobierno, que esté apegada a los alineamientos que pudiesen dictarse desde el gobierno federal, si no estamos ante la creación de una nueva CTM de los años 60, 70 o si va a haber respeto a la libertad de los sindicatos que se afilien a ella, le preguntó uno de los asistentes a las mañaneras.
La respuesta del entonces Presidente de la República fue:
“Libertad total, libertad sindical, democracia sindical, no intervención del gobierno en la vida interna de los sindicatos, no impedir la asociación el que los trabajadores se puedan agrupar libremente.
“El cambio en esta materia es que no hay sindicatos promovidos por el gobierno, no hay sindicatos amparados, protegidos por el gobierno, tampoco dirigentes sindicales, subordinados al gobierno, apoyados por el gobierno.
“Tiene que haber democracia sindical, que los trabajadores elijan libremente a sus representantes, que ellos tengan sus organizaciones, que tampoco haya monopolios en lo que tiene que ver con la organización de los sindicatos.
“Que haya democracia, pero no podemos impedir que los trabajadores o dirigentes puedan, de conformidad con la ley, solicitar la conformación de un sindicato, de una confederación; estamos en libertad absoluta, total, ya no hay sindicatos de gobierno, nada, se acaba el corporativismo”.
Luego siguió otra pregunta acerca del corporativismo, que no fue recogida íntegramente por la versión estenográfica de la Presidencia de la República, pero sirvió para que el político de Macuspana continuara su perorata de condena:
“No hay corporativismo, no hay sectores, pero ni en los sindicatos ni en los sindicatos empresariales, porque suele pasar de que hay organizaciones empresariales, o había, ya no existe eso, de que eran como sectores de los partidos, me refiero a las empresariales.
“Así como las organizaciones campesinas, las obreras, así también las empresariales pertenecían a partidos, claro, no de manera abierta, pero eran semilleros de líderes y de candidatos para partidos, si salían de esas organizaciones.
“Además, siempre era una coincidencia, declaraba un partido algo y la organización empresarial, supuestamente independiente, decía lo mismo que lo que sostenía el partido. Eso ya no, eso es corporativismo.
“Los ciudadanos somos libres, ya no puede darse esa tutela, porque el ciudadano es libre y consciente, está muy politizado.
“Yo les comentaba: Nunca en la historia de México, nunca, había habido tanta gente consciente como ahora.
“El verdadero cambio es el cambio de mentalidad que se produjo. Entonces, ¿para qué la tutela?”, recalcó López Obrador.
López Obrador presidió en 2020 la celebración del 84 aniversario de la CTM, encabezada por el todavía senador priista Carlos Aceves del Olmo, ante quien se comprometió a respetar la vida interna de los sindicatos.
Antier, lunes 24, se celebró el 89 aniversario de la central, sin la presencia de ningún dirigente del PRI. En su informe, que no pudo leer por no poderse sostener en pie, Aceves del Olmo, ofreció total respaldo de su organización al gobierno de la 4T. Se anticipa que volverá a ser senador, pero ya por Morena.











