Rafael Caro Quintero, frente a la justicia de EU por el asesinato de “Kiki” Camarena
* Destacadas, Cd. de México, Mundo lunes 3, Mar 2025
- Por 4 décadas estuvo en la lista de los más buscados
- El secuestro y ejecución del agente de la DEA fue una afrenta personal para las agencias estadounidenses

Con traje de presidiario beige, esposado de pies y manos, Rafel Caro Quintero, de 72 años, bajó de un avión del Ejército mexicano en Nueva York e le esperaban más de una decena de policías de la DEA.
El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, quien fue entregado el pasado jueves a Estados Unidos, junto con otros 28 capos, enfrenta a la justicia estadounidense 40 años después de que fuera reclamado por el homicidio del agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) Enrique “Kiki” Camarena Salazar, registrado el 9 de febrero de 1985.
Esta ejecución, supuestamente ordenada por el capo sinaloense, marcó un punto de inflexión en la relación bilateral y en la logística del crimen organizado para traficar sustancias ilegales hacia ese país vecino, pues fue una afrenta personal para las agencias estadounidenses.
Los cargos sobre Caro Quintero en tribunales federales estadounidenses incluyen, además del asesinato de Camarena Salazar, otras tres causas abiertas por narcotráfico en Texas, Arizona y Nueva York.
Derek S. Maltz, administrador interino de la DEA, indicó que el caso de Caro Quintero, alias “El Príncipe” y de 72 años de edad -fundador del Cártel de Guadalajara, el primero que hubo en México, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”-, era algo personal para dicha institución, por supuestamente haber secuestrado y asesinado al agente especial “Kiki” Camarena.
“Caro Quintero, un capo que desató violencia, destrucción y muerte en Estados Unidos y México, pasó cuatro décadas en la cima de la lista de fugitivos más buscados de la DEA, y hoy podemos decir con orgullo que ha llegado a Estados Unidos donde se hará justicia”, dijo Maltz, citado en un comunicado.
“Este momento es extremadamente personal para los hombres y mujeres de la DEA que creen que Caro Quintero es responsable de la brutal tortura y asesinato del agente especial Enrique Camarena. También es una victoria para la familia Camarena”, añadió el administrador interino de la citada agencia.
”El día de hoy enviamos un mensaje a todos los líderes de los cárteles, a todos los traficantes, a todos los criminales que envenenan a nuestras comunidades: Ustedes serán responsables. No importa cuánto tiempo tome, no importa cuán lejos corras, la justicia te encontrará”, expresó Maltz.
Los antecedentes
A principios de la década de 1980, Caro Quintero, de 30 años de edad en esa época, junto a “Don Neto” y a “El Padrino”, se convirtió en uno de los tres líderes del Cártel de Guadalajara, el cual formó alianza posteriormente con el Cártel de Medellín, liderado por el traficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria. Fue entonces cuando “Kiki” Camarena se infiltró en este grupo delictivo.
En 1984, como resultado de la información obtenida por el agente encubierto estadounidense, cientos de soldados mexicanos asaltaron Rancho Búfalo, una plantación de marihuana del grupo criminal, cuya producción anual estimada era de cientos de millones de dólares.
La «Operación Padrino» fue puesta en marcha por la DEA en 1982. Su objetivo: la captura de Miguel Ángel Félix Gallardo, líder del Cártel de Guadalajara.
Fue así que la agencia antidrogas le encomendó la misión al líder de la delegación en Guadalajara, Roger Knapp, y en el grupo estaban los agentes James Kuykendall, Víctor Shaggy Wallace, Tony Ayala y «Kiki» Camarena.
El llamado «Jefe de jefes» había encargado a Rafael Caro Quintero la instalación de un centro de acopio para las cosechas de mariguana sin semilla en México. Tenía que estar ubicado cerca de la frontera para trasladarla sin tantos problemas a territorio de Estados Unidos.
El sitio elegido fue “El Búfalo”, un rancho localizado cerca de Ciudad Jiménez, Chihuahua, donde los narcotraficantes crearon un complejo agroindustrial de 6 mil hectáreas, mil de ellas sembradas con mariguana.
La madrugada del 7 de noviembre de 1984, elementos del Ejército, la Policía Judicial y DEA entraron a desmantelar el mayor centro de acopio de mariguana del que se tenía registro a nivel mundial, donde había 9 mil toneladas de la hierba. Los líderes del Cártel de Guadalajara identificaron a “Kiki” Camarena como artífice del decomiso.
Caro Quintero juró venganza y meses después acabó matando con saña a Camarena Salazar. La DEA nunca olvidó la afrenta y lo colocó desde entonces como su máximo objetivo.
El levantamiento y asesinato
Camarena fue interceptado a unas cuadras del Consulado de Estados Unidos en Guadalajara, la tarde del 7 de febrero de 1985. La versión oficial de la investigación fue que al agente de la DEA lo secuestraron subiéndolo a un automóvil Atlantic.
Los secuestradores lo llevaron a una casa ubicada en Lope de Vega 881, en Jardines del Bosque. Posteriormente, los involucrados en su asesinato lo sacaron del vehículo y le vendaron los ojos.
En el domicilio fue torturado junto con el piloto aviador Alfredo Zavala y en los hechos estuvieron implicados Félix Gallardo, Caro Quintero y Ernesto Fonseca, “Don Neto”, considerados como los principales cabecillas del extinto Cártel de Guadalajara.
El secuestro del agente de la DEA implicó una fuerte presión por parte del Gobierno de Estados Unidos hacia las autoridades mexicanas. No fue sino hasta el 5 de marzo de 1985 que aparecieron los cuerpos de Camarena y del piloto en el Rancho El Mareño, en Michoacán.
La “Operación Leyenda”
La “Operación Leyenda”, llevada a cabo por los agentes de la DEA, alcanzó a Caro Quintero. El capo huyó a Costa Rica para evitar su arresto, pero a inicios de abril de 1985 fue localizado en la residencia “California”, en la ciudad de San José. Junto con él fueron detenidos cuatro cómplices.
En el sitio también se encontraba Sara Cosío, sobrina del político Guillermo Cosío Vidaurri. Medios de la época señalaron que Caro Quintero estaba obsesionado con la joven y por eso la había secuestrado; otros aseguraban que tenían una relación sentimental.
El juicio en contra del capo terminó en 2009, con una sentencia firme en su contra: 40 años de prisión por los delitos narcotráfico y por el asesinato de Camarena.
Sin embargo, una carta firmada por una funcionaria de la Embajada de Estados Unidos le abrió la puerta. En el documento, solicitado por la PGR para aclarar las funciones de Camarena Salazar, se detallaba que era agente de la DEA acreditado ante el Gobierno de México y con pasaporte oficial, pero se agregó que no tenía título diplomático o consular.
Un tribunal concluyó que la justicia federal no era competente para juzgarlo, pues los delitos de secuestro y homicidio son del fuero común.
El 9 de agosto de 2013, después de 28 años de encierro, el traficante abandonó el penal de Puente Grande, en Jalisco.
Años más tarde, la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la resolución que le otorgó la libertad y, en cumplimiento, el 22 de enero de 2015 el Segundo Tribunal Unitario Penal de Jalisco ordenó su reaprehensión y ratificó su condena de 40 años de cárcel.
La búsqueda para capturar de nuevo al capo incluyó 12 intentos fallidos, según afirmaron a The Washington Post funcionarios y ex funcionarios de la DEA.
Finalmente, el 15 de julio de 2022, el miembro fundador del Cártel de Guadalajara fue detenido en Choix, Sinaloa, durante un operativo de fuerzas federales.
Caro Quintero, de 72 años, es originario del municipio de Badiraguato, tierra natal de Joaquín «El Chapo» Guzmán, Juan José Esparragoza Moreno, «El Azul», y Ernesto Fonseca Carrillo, «Don Neto».











