MÁS VIVA QUE NUNCA, LA FIESTA BRAVA EN LA REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA EN SEVILLA..!
* Destacadas, Nacional, Quintana Roo martes 20, May 2025DERECHO DE RÉPLICA
- En familia, con los amigos, con verdaderos taurinos, que conocen del tema a la perfección y en un ambiente fraterno, se vivió la Feria de Mayo en Sevilla 2025, que dio inicio el 20 de abril, con la corrida del Domingo de Resurrección y culminó el 11 de mayo con un cartel donde se presentó la famosa ganadería de Miura, respetada y temida; el encierro fue lidiado por los espadas sevillanos Manuel Escribano, Pepe Moral y Esaú Fernández
- Brillaron en el ruedo por su presencia, arte, elegancia y valentía en esta temporada, el sevillano Morante de la Puebla, torero consentido por la afición española, sevillana y del resto del mundo; Andrés Roca Rey, valiente coleta peruano que con su refinado arte llena las plazas donde se presenta y es reconocido siempre en primera línea; Diego Urdiales, Sebastián Castella, José María Manzanares, Borja Jiménez, Talavante y El Fandi, entre muchos otros que entregaron al respetable lo mejor de su arte taurino

Por José Luis Montañez
Elegante, bien vestida, respetuosa, alegre, ordenada, pero sobre todo, muy conocedora de la fiesta brava, la afición de la Real Maestranza de Caballería en Sevilla, disfruta año con año su fiesta brava, que se verifica en dos temporadas; la primera, en abril y mayo y, la segunda, en septiembre.
Aquí se ama la fiesta de los toros en serio y con pasión y sabiduría y con pleno conocimiento se defiende de los antitaurinos; una, porque es parte importantísima de la cultura profunda y añeja del pueblo español y dos, porque representa un espectáculo que genera miles de empleos a lo largo y ancho en la Península Ibérica y produce utilidades por cientos de millones de euros, nada más por eso!
El turismo taurino viene de todas partes del mundo y es que aquí, en Sevilla, se vive con alegría, respeto y buen sabor la tauromaquia, pues está visto que hasta la juventud sevillana, y de otras partes de España, defiende su espectáculo asistiendo a la plaza y colgando de tarde en tarde el anuncio en taquilla de localidades agotadas.
Qué gratificante resulta ir a la plaza de la Real Maestranza de Caballería en Sevilla y escuchar los atinados comentarios del público aficionado, que va a eso, a disfrutar de una tarde de toros como Dios ordena y manda.
Así pues, de corrida en corrida, los miles de aficionados hacen el paseíllo por las calles que rodean el coloso cercano a La Virgen de la Sede y su famosa Giralda, que, desde las alturas, se asoma y testifica cada tarde de toros en el albero sevillano, desbordando algarabía y conversando del tema que les apasiona.
Ya en barrera de primera fila de sombra, nos encontramos al maestro del arte taurino y matador de toros en retiro, José Franco Cadena, y su señora esposa la ganadera Rocío.
Todo mundo les conoce y felicita y les toma fotos para publicar en las secciones especializadas de los diarios sevillanos y revistas especializadas.
Nos sorprende enterarnos que desde Aguascalientes, México, llegan año tras año Don Juan Carlos Rodríguez y su linda esposa Lucero Alonso, para disfrutar también, desde su barrera de sombra, los fenomenales carteles en esta plaza, que es única en el planeta Tierra por la seriedad y grandeza de sus festejos y lo educado de su público.
La verdad que uno se deleita y aprende con este tipo de aficionados que tiene comentarios acertados y profundos para los toreros que se juegan la vida, literalmente, en el ruedo, y las ganaderías que envían cada tarde de fiesta un encierro con lo mejor de sus reses bravas.
Aquí, vale la pena destacar la presencia de muchos jóvenes, algunos de ellos miembros de las escuelas taurinas sevillanas y otros que ya están en activo como becerristas y futuros novilleros.
Amor, respeto, disciplina y dedicación es lo que se necesita y se palpa en jóvenes como Manuel Realito y Fernando Lovera, dos chicos, que traen en las venas el arte de la tauromaquia.
Estoy seguro que en un futuro no lejano, estos dos chavales habrán de pisar el albero sevillano vestidos de luces en tardes triunfales.
Cómo no decir a usted que era inevitable no prestar atención a sus atinados comentarios durante las faenas, sobre la última corrida del pasado 11 de mayo, en la que, por cierto, se lidiaron seis complicados y muy peligrosos toros de Miura, ganadería que cobró fama mundial el 29 de agosto de 1947, cuando uno de sus ejemplares de nombre “Islero” le arrebató la vida al monstruo cordobés del toreo, Manuel Rodríguez Sánchez, “Manolete”.
Así pues, la fiesta del toro en Sevilla, y en toda España, está más viva que nunca y dudo mucho que alguien algún día pueda cerrar las puertas de la Real Maestranza de Caballería en Sevilla.
Y olé..!











