Ante los abusos del fortachón, la respuesta consiste en actuar estoicamente
Miguel Ángel Rivera, Opinión viernes 23, May 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
La reacción del gobierno mexicano ante la decisión de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de reducir un punto y medio el impuesto inventando por su presidente, Donald Trump, a las remesas de los migrantes mexicanos hace recordar viejos chistes escatológicos, ahora inadmisibles, que concluían: “Sí, me lastimó, pero no mucho”.
Esto en relación con el intento del gobierno del magnate de cabello amarillento de cobrar una tasa de cinco por ciento a los envíos de dinero de parte de los migrantes mexicanos a sus familias que permanecen en el país.
Ese intento, obviamente, generó protestas en todos los ámbitos de nuestro país, así como entre las organizaciones que, en el vecino país, intentan proteger a las comunidades de los llegados de otras naciones en busca de realizar el “sueño americano”.
El común denominador en las protestas consiste en repudiar ese gravamen porque contraviene todos los principios legales, al constituir un doble impuesto a un grupo determinado de la sociedad, cuando esos cargos deben ser de aplicación general.
Como resultado de esas protestas y de gestiones directas ante los representantes (diputados) del vecino país, se logró que, en vez de aplicar un impuesto del cinco por ciento, se redujera a “sólo” 3.5 por ciento.
De cualquier forma, el magnate que gobierna los Estados Unidos se declaró muy complacido por la decisión de la mayoría de los representantes de su partido, el Republicano. En redes sociales expresó su satisfacción: «el proyecto de ley único, grande y hermoso ha sido aprobado por la Cámara de Representantes. Se podría decir que es la ley más importante que se haya firmado jamás en la historia de nuestro país».
Es de aclarar que la elogiada legislación incluye, además del impuesto a remesas, amplios recortes de impuestos, eliminación de gravámenes sobre propinas y horas extra, deducciones fiscales por la compra de vehículos fabricados en Estados Unidos, medidas de refuerzo para la seguridad fronteriza, aumentos salariales para agentes de ICE y patrulla fronteriza.
También se debe precisar que esas disposiciones no entran en vigencia de inmediato, pues deben pasar también por el Senado estadounidense, en donde se espera que encuentre más resistencia, de parte de los legisladores del Partido Demócrata (minoría) y de algunos disidentes republicanos.
De cualquier forma, para consumo interno, lo que sorprende es la reacción del gobierno de la llamada Cuarta Transformación y en particular de la Presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo, al declararse complacida por la decisión de los representantes de recortar el impuesto de 5 a “sólo” 3.5 puntos.
De acuerdo con la nota de la agencia Quadratín acerca de la mañanera de ayer, la mandataria mexicana, destacó que “el trabajo que hemos hecho resultó, por lo pronto, en una disminución para la tasa del impuesto de las remesas: del 5 al 3.5 por ciento”.
Al menos, Sheinbaum agregó que el gabinete mexicano seguirá trabajando para erradicar en su totalidad dicho impuesto. “Es algo que tampoco queremos pero vale la pena reconocer y vamos a seguir trabajando para que no haya ningún impuesto al dinero que mandan los paisanos a sus familias”.
Además, la presidenta recordó que el gravamen se aplica a todos los países del mundo y mencionó que México es la única nación que busca eliminar la iniciativa.
Si la jefa del Ejecutivo destacó lo positivo de la decisión de los representantes, su embajador en Washington, Esteban Moctezuma no desentonó. El diplomático mexicano calificó de «buena noticia» para los migrantes mexicanos y sus familias, la aprobación en la Cámara de Representantes de reducir el impuesto impuesto a las remesas.
En redes sociales, Moctezuma expresó su satisfacción: «Buenas noticias sobre el cargo a las remesas. El comité de reglas aprobó el paquete de reconciliación con una enmienda que incluye una reducción del impuesto a las remesas del 5 por ciento al 3.5 por ciento, no obstante que hicieron mayores recortes a Medicaid y a incentivos fiscales para energías limpias».
El embajador indicó que se trata de un «primer importante avance para la defensa de la economía de nuestros migrantes y sus familias».
Ante esta situación, vale la pena insistir en que la aprobación definitiva o el rechazo a este nuevo impuesto a las remesas será decisión exclusiva de los legisladores, representantes y senadores, de los Estados Unidos, sobre todo si no resienten una presión generalizada del resto del mundo.
En tal sentido es de recordar que el Congreso mexicano envió una misión especial para tratar de influir en sus contrapartes de la vecina nación, pero a la vista de los resultados, su viaje fue tardío o, de plano, no tuvieron suficientes argumentos para convencer a sus pares.
Esto sin mencionar la nueva conversación entre la presidenta mexicana y el gobernante de los Estados Unidos, en donde tampoco parece haber avances para evitar los gravámenes que tiene planeados Trump sobre México.
En su conferencia matutina, Sheinbaum informó que tuvo una nueva conversación telefónica con Donald Trump, sin detallar posibles acuerdos. Sólo informó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Estados Unidos, para seguir con las negociaciones comerciales.
“Mañana se va el secretario de Economía a Washington a tener una reunión y seguimos hablando sobre los temas comerciales, nada en particular, pero seguimos negociando, con buena relación y buena comunicación”, aseguró la presidenta.
La jefa del Ejecutivo federal anunció asimismo que “va a haber otras llamadas. En principio seguimos hablando sobre el tema del comercio, de los aranceles. En el caso de lo automotriz tenemos una situación muy preferencial para México aunque quisiéramos más, pero lo tenemos, y seguimos trabajando sobre el acero y aluminio”.
Por los abusos del poderoso vecino y la incapacidad real de responder con fuerza a las agresiones, lo único que queda es decir con resignación: “sí, me lastimó, pero no mucho”.
Todavía más contundente fue la respuesta de la oposición.
Al comentar el anuncio del Congreso estadounidense sobre un impuesto del 3.5 por ciento a las remesas enviadas a México, el vicecoordinador del PAN, diputado Héctor Saúl Téllez, calificó de “desastroso” el desempeño del canciller Juan Ramón de la Fuente y del embajador Esteban Moctezuma en la relación con Estados Unidos.
“Hoy, el embajador Esteban Moctezuma hace una declaración desafortunada y confirma que la Cámara Baja del Congreso de los Estados Unidos aprueba este impuesto, al que califica como un gran logro. Esto es completamente desastroso”, enfatizó.
El legislador panista recordó que en 2024, México recibió alrededor de 64,760 millones de dólares en remesas provenientes de EU, lo que implicaría que esta nueva medida arrojaría una pérdida de aproximadamente 2,200 millones de dólares.
En lo interno, la situación tampoco es muy halagüeña, pues los especialistas advierten que ha repuntado la inflación.
En efecto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la tasa de inflación en México subió en la primera quincena de mayo al 4.22 % anual, su tercera alza consecutiva, impulsada por el encarecimiento de los servicios y alimentos
La información destaca que el dato supera las expectativas del mercado al ser mayor al 3.8 % de todo marzo y también supera el 4.21 % con el que cerró 2024.
En particular, el reporte indica que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) incrementó un 0.09 % en relación con los 15 días anteriores, y en relación con el mismo periodo de 2024, mientras que la inflación quincenal fue del 0.21 % y la anual del 4.78 %.
Los precios al consumidor cerraron en 2024 con un alza del 4.21 %, y del 4.66 % respecto de 2023, del 7.82 % en relación con 2022 y del 7.36 % de 2021, ambos años con el nivel más alto en las últimas dos décadas.
El Índice de precios no subyacentes (que mide la variación de precios de bienes y servicios de consumo como frutas, verduras y energía) decreció un 0.15 % a tasa quincenal, aunque se elevó un 4.78 % interanual. En este grupo los agropecuarios se encarecieron 2.3 % respecto al periodo inmediato anterior y un 5.79 % frente al mismo lapso del año pasado.
Los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se redujeron un 2.1 % en la quincena, pero aumentaron un 3.71 % en el año.