La sequía prolongada “golpea” a productores de coco en la zona sur
Quintana Roo jueves 29, May 2025- Falta de infraestructura de riego
- La falta de lluvia suficiente ha provocado una reducción del 20 al 30% en los niveles de cosecha

Por redacción DIARIOIMAGEN
Chetumal.- Producción de coco en el sur del estado enfrenta una crisis debido a la sequía prolongada, que ha provocado una reducción del 20 al 30% en los niveles de cosecha. A pesar de contar con más de 450 hectáreas destinadas al cultivo, la falta de infraestructura de riego y las altas temperaturas han afectado gravemente la producción en comunidades como Laguna Guerrero, Calderitas y Luis Echeverría.
El impacto de la sequía se ha visto agravado por la ausencia de sistemas de riego, lo que obliga a los productores a depender exclusivamente de las lluvias estacionales. Según Ruty Carlos Buenfil Magaña, presidente de la cooperativa de productores de coco de Laguna Guerrero, la falta de agua ha reducido la calidad y cantidad del fruto, afectando su comercialización.
Además, aunque el coco verde ha alcanzado precios de hasta 8 pesos por unidad y el coco seco se vende en 5 pesos, el mercado sigue siendo limitado y local. La falta de una estrategia de distribución a gran escala ha impedido que los productores accedan a compradores internacionales, a pesar del interés de empresarios de Belice en invertir en el sector.
Ante la caída en la producción, los agricultores han comenzado a explorar alternativas para diversificar el uso del coco. Uno de los proyectos más prometedores es la transformación de la fibra de coco en insumos agrícolas, una iniciativa desarrollada en conjunto con el Instituto Tecnológico de la Zona Maya (ITZM). Durante la Feria del Coco, celebrada en marzo, se presentó un prototipo de fibra enriquecida con microrrizas, lo que podría abrir nuevas oportunidades para los productores.
La sequía ha puesto en riesgo la producción de coco en el sur de Quintana Roo, afectando la economía de comunidades rurales y limitando el crecimiento del sector. Sin embargo, la exploración de nuevas aplicaciones para el fruto y la búsqueda de alianzas comerciales podrían ofrecer soluciones a largo plazo. Mientras tanto, los productores continúan enfrentando los desafíos de un clima cada vez más extremo y la falta de apoyo institucional para mejorar la infraestructura de riego.
Estragos y pronósticos
La sequía en Quintana Roo ha alcanzado niveles críticos, afectando gravemente al sector agropecuario, la producción de alimentos y el abastecimiento de agua. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el estado enfrenta una de las temporadas más secas de los últimos años, con impactos que van desde la pérdida de cultivos hasta la escasez de agua potable.
Los efectos de la sequía han sido devastadores para los agricultores y ganaderos de la región. En municipios como Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco (Chetumal), la falta de lluvias ha obligado a los productores a comprar alimento para sus animales, incrementando los costos de producción. Además, cultivos como el maíz, sandía y coco han sufrido pérdidas significativas, con reducciones de hasta 60 mil pesos por hectárea debido a la falta de agua.
Ganaderos advierten que la sequía ha afectado no solo los pastizales, sino también las reservas de agua, fundamentales para el sustento del ganado. La situación ha llevado a los productores a buscar alternativas como el riego por goteo, una técnica que ha sido adoptada por más del 54% de las unidades de producción agrícola en el estado.
De acuerdo con el Monitor de Sequía en México (MSM), la sequía en Quintana Roo ha sido más intensa este año en comparación con el 2024, cuando solo tres municipios enfrentaban condiciones de sequía moderada. En contraste, en 2025, la afectación se ha extendido a más del 85% de las unidades de producción agropecuaria, lo que representa un incremento significativo en la crisis hídrica.
Además, la disponibilidad de agua por habitante en Quintana Roo hasta el año pasado era la más baja de la Península de Yucatán, con apenas 993 m³ por persona al año, en comparación con 9,799 m³ en Yucatán y 6,046 m³ en Campeche. Esta situación ha generado preocupaciones sobre el abastecimiento de agua potable en comunidades rurales y urbanas.











