Costó a Musk 150 mil mdd el pleito con Donald Trump
Mundo lunes 9, Jun 2025- De aliados estratégicos a enemigos
- El intercambio público de amenazas, insultos ya tiene consecuencias financieras

Más allá de las palabras, el conflicto entre el presidente Donald Trump y el magnate Elon Musk ya tuvo efectos tangibles inmediatos.
Lo que inició como una alianza pragmática entre el presidente Donald Trump y Elon Musk, se ha convertido en un enfrentamiento sin precedentes entre el poder político tradicional y el capital tecnodigital. La ruptura tuvo lugar en las redes sociales.
Desde su plataforma Truth Social, Trump arremetió contra Musk tras las críticas del empresario a la nueva ley presupuestaria. En respuesta, Musk no sólo desacreditó el plan fiscal, sino que lanzó acusaciones delicadas, incluyendo insinuaciones sobre la relación del mandatario con el expediente Epstein.
Lo que antes fue una relación de mutuo beneficio —en la que Musk recortó estructuras gubernamentales enteras a petición del presidente— terminó en un intercambio público de amenazas, insultos y consecuencias financieras inmediatas.
Para Juan Carlos Barrón Pastor, investigador y secretario académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, este conflicto trasciende lo personal y pone de relieve un problema estructural más profundo: “la importancia del rol que juegan las instituciones para aminorar el impacto de personalidades dominantes en el ámbito público.
“El conflicto se da por lo más delgado: Tesla”, explica Barrón. “Ahí está el meollo del asunto. Musk impulsa un modelo de futuro que no encaja con el paradigma industrial que Trump quiere restaurar. La alianza se rompió en el punto donde sus visiones del desarrollo tecnológico ya no pudieron coincidir”.
Una disputa con costos reales
Más allá de las palabras, el conflicto ya tuvo efectos tangibles. Las acciones de Tesla cayeron más de 14% en un solo día, una pérdida de alrededor de 150 mil millones de dólares en valor de mercado. SpaceX, por su parte, anunció que comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon, utilizada por la NASA, lo que podría entorpecer proyectos conjuntos con el gobierno estadounidense.
Trump, fiel a su estilo confrontativo, sugirió que eliminaría todos los subsidios y contratos federales con las empresas de Musk. El magnate, por su parte, respondió insinuando que usará sus recursos para apoyar a candidatos que se opongan a la línea oficial del Partido Republicano. La disputa amenaza con dividir a las bases conservadoras y alterar las dinámicas de poder en Washington en un momento crucial del ciclo político.
“Estamos viendo el efecto de la fusión entre el poder empresarial, el político y el tecnológico”, apunta Barrón. “El conflicto entre estos dos personajes nos recuerda la urgencia de fortalecer la resiliencia de las instituciones. La civilidad se erosiona cuando los liderazgos fuertes actúan sin marcos normativos claros”.
Se acaban los apoyos millonarios
Otra de las incógnitas del explosivo divorcio tiene que ver con los 100 millones de dólares de inversión en candidatos republicanos que Musk ha comprometido este año para asegurar que en las próximas elecciones de medio mandato, en noviembre de 2026, los demócratas no recobren las dos Cámaras. Ahora no las controlan, y eso merma sensiblemente su capacidad de resistirse a las políticas de la administración de Trump.
Parece poco probable que el empresario, que el jueves insinuó que apoyaría un impeachment para destituir al presidente y que lanzó una encuesta en X para pulsar la apetencia popular por la creación de un tercer partido, vaya a seguir aportando ese dinero, en vista de la desagradable ruptura con Trump.
Tal vez también acabe siendo una cuestión de liquidez. Aún sigue siendo el hombre más rico del mundo, pero el desamor con el líder de la primera potencia podría traducirse, informa Reuters, en la pérdida de 22.000 millones de dólares de contratos para SpaceX, por no hablar de las represalias que podría lanzar el Gobierno federal contra él en forma de investigaciones sobre sus negocios o sobre su presunto consumo de drogas.
Musk recula en su choque con Trump
De momento, Musk es el que más ha hecho por apaciguar los ánimos con la publicación de un mensaje el jueves por la noche en el que retiraba uno de sus órdagos: la amenaza de cancelar a la NASA el alquiler de la aeronave Dragon, una cápsula de su empresa SpaceX que lleva astronautas a la Estación Espacial Internacional. Fue, como todos los demás insultos y bravuconadas, a través de X, y después de que un usuario le recomendara que respirara antes de seguir peleando. ¿Y Trump? El hombre que presume de ser un negociador de talento, famoso por su capacidad de amedrentar a sus adversarios, no parecía estar dispuesto a aflojar en su desafío a Musk.