Como Gabino Barrera, legisladores de los EU “no entienden razones”
Miguel Ángel Rivera, Opinión miércoles 18, Jun 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
Ni los buenos modos ni las bravatas tuvieron efecto para lograr que los legisladores de los Estados Unidos anularan la decisión de poner impuestos a las remesas enviadas a nuestro país por los migrantes para tratar de aliviar la mala situación económica de sus familias que dejaron atrás.
En efecto, ayer se anunció que los senadores de la vecina nación ratificaron la decisión de la Cámara de Representantes (el equivalente nuestra Cámara de Diputados) de imponer un gravamen de 3.5 por ciento al dinero que envían los mexicanos residentes en la Unión Americana.
El Comité de Finanzas del Senado estadunidense aprobó incluir ese tributo en el proyecto de presupuesto presentado por la mayoría republicana en el Senado. El documento mantiene en 3.5 por ciento de gravamen sobre las remesas ya propuesto por la Cámara de Representantes.
Al mismo tiempo, aprobaron reducir impuestos a algunos sectores de la sociedad estadunidense, pero en este caso lo que importa a México son los impuestos que se aplicarán a las remesas.
De acuerdo con especialistas, el gravamen podría afectar a unas 40 millones de personas, que envían dinero a sus países de origen para mantener a sus familias o sufragar gastos extraordinarios. Pero también será un problema para las economías de Estados cuyas arcas fiscales dependen cada vez más de los envíos de divisas que llegan desde la potencia del norte.
En lo que respecta a nuestro país, la agencia de noticias alemana Deutsche Welle (DW) entrevistó al respecto a la economista boliviana Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, quien señaló que «el primer país en ser afectado por esta medida va a ser México, porque el 40 por ciento de las remesas que salen de Estados Unidos son enviadas allí”. De hecho, en 2024 México rompió su propio récord e ingresó 64,746 millones de dólares. El 99,1 por ciento de estas transferencias se realizan por medios electrónicos.
Claro, también hay visiones optimistas, como la del subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Vidal Llerenas, quien, según nota de “El Economista”, publicada el 23 de mayo anterior, dseclaró que esa propuesta de gravar las remesas enviadas desde Estados Unidos tendría un impacto limitado para México, ya que solo aplicará para los trabajadores indocumentados que residen en ese país.
“Pues sí tendría una afectación para el país, pero por suerte es menor porque entiendo que es para personas que no tienen residencia legal», explicó.
Como se aprecia, el daño provocado por la decisión de los legisladores de los Estados Unidos será considerable, pero más allá de lo económico sería conveniente revisar también lo político, pues de nada sirven las reuniones entre los diputados (representantes) y senadores de ambas naciones.
Esto quedó de manifiesto desde hace mucho, por lo cual quedaron prácticamente en el olvido las reuniones interparlamentarias que se realizaban anualmente de forma alterna en territorio de una y otra nación.
El último encuentro de ese tipo se realizó en 2013, como lo recordó recientemente el coordinador de los senadores del PAN, Ricardo Anaya Cortés, en febrero pasado, cuando demandó organizar una nueva reunión para buscar la manera de atajar el conflicto comercial que ya se avizoraba como resultado de la aplicación de aranceles por parte del gobierno del presidente Donald Trump y otras medidas, como ha resultado el impuesto a las remesas.
El también ex candidato presidencial propuso un diálogo que no sea partidista, que resulte de altura y en donde estén los mejores perfiles de la delegación mexicana. Tal vez ahora, ante los resultados, habrá cambiado de opinión, pues ya se mostró que ni las balandronadas ni las buenas maneras han tenido éxito ante senadores y representantes de los Estados Unidos.
Entre quienes se “engallaron” ante las arbitrariedades de las autoridades de la vecina potencia se contó el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, pero sus reclamos tuvieron un efecto contrario, pues en vez de servir para reducir la beligerancia de los estadunidenses, provocó que amenazaran con mayores “sanciones”. Esto, además, de que recibió un indirecto pero evidente reproche de la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha tratado de llevar “por las buenas” la relación con el magnate que gobierna la Unión Americana y con sus simpatizantes, que también parecen ver en los migrantes una amenaza para la “grandeza” de su país.
Por ejemplo, la airada protesta de Fernández Noroña recibió una fuerte réplica de parte del senador republicano por Misuri, Eric Schmitt, quien propuso subir de 3.5 a 5 por ciento dicho gravamen, luego de que él mismo manifestó su intención de que el aumento fuera hasta de 15 por ciento
Así como hubo otras bravatas a través de las redes sociales, también hubo intentos de buscar avances por la vía de la conciliación.
En un poco común acuerdo entre el oficialismo, encabezado por Morena, y la oposición, senadores y diputados mexicanos publicaron una declaración conjunta contra las medidas del gobierno de Trump y, además, enviaron comisiones mixtas que no lograron ningún éxito. Vaya, en algunos casos no fueron ni siquiera recibidos por los directivos de las cámaras del Congreso estadunidense y apenas pudieron conversar con algunos legisladores de menor nivel y casi sin influencia.
Sólo como referencia vale recordar algunos párrafos de esa declaración conjunta firmada por la Junta de Coordinación Política (Jucopo, del Senado, órgano de gobierno integrado por los coordinadores de todas las fracciones parlamentarias.
“Desde el Senado de la República, haciendo uso de las facultades en Política Exterior conferidas en el Artículo 76 de la Constitución, expresamos nuestro desacuerdo con la iniciativa promovida por el republicano Jason Smith en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en el marco del proyecto denominado The One, Big, Beautiful Bill en el que, entre otras
medidas, se busca imponer un impuesto del 5% sobre el monto de las remesas que envían las y los migrantes.
“Es relevante destacar que, en Estados Unidos, todos los trabajadores, más allá de su estatus migratorio, pagan de manera cotidiana sus impuestos, por lo que esta medida supondría una injusta doble tributación sobre ese 20% del ingreso laboral de los trabajadores migrantes que, reiteramos, ya tributado, abandona el país. Estos impuestos, además, no se traducen en un gasto social para el grupo poblacional que los genera, en muchos casos imposibilitado para acceder a las políticas sociales. El 80% restante,
es decir, la mayoría de sus ingresos, se queda en la economía
estadounidense, mejorando el bienestar de quienes allí viven.
“Hacemos un llamado a la mesura ante esta propuesta, ya que
proyecciones técnicas realizadas demuestran que la imposición de un impuesto o arancel a las remesas solo desincentivaría el uso de las vías regulares y formales, orillando a muchos migrantes a buscar alternativas fuera del sistema financiero para enviar dinero a sus familias”.
La Jucoporemató con un llamado afectuoso:
“Desde nuestro punto de vista, las relaciones entre pueblos hermanos se fortalecen desde el diálogo y el entendimiento mutuo, tendiendo puentes y no levantando muros ni barreras económicas”.
Pero como se concluye, de nada sirvió, como tampoco las más de 50 reuniones interparlamentarias.
Por eso, en aras de su pregonada austeridad, los altos mandos de la llamada Cuarta Transformación harían bien en acabar con el llamado “turismo legislativo”, especialmente con destino a los Estados Unidos, pues nada aporta.
En tanto, en lo interno, el país resulta sacudido por otro asesinato político. La sacrificada fue la presidenta municipal de Tepalcatepec, Michoacán, Martha Laura Mendoza Mendoza, militante de Morena, asesinada junto a su esposo.
A condenar el ataque, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, destacó que con este atentado suman seis presidentes municipales asesinados en lo que va del actual gobierno de Morena en esa entidad.
“México merece vivir en paz”, apuntó la directiva del tricolor al demandar a los gobiernos federal y estatal enfrentar la creciente inseguridad y señaló que, en Michoacán, al igual que en todo México, los homicidios no paran de crecer y la violencia sigue ganando terreno.











