Fieles a su caudillo, los diputados oficialistas consolidan militarización del país
Miguel Ángel Rivera, Opinión miércoles 25, Jun 2025CLASE POLITICA. Miguel Ángel Rivera
Para no variar, la Cámara de Diputados aprobó con su ilegal mayoría calificada la militarización plena de la Guardia Nacional, para lo cual rechazó, una y otra vez, las demandas de la minoritaria oposición para corregir y reponer procedimientos.
Para empezar, la diputada emecista Laura Ballesteros presentó y fundamentó una moción suspensiva.
Aquí los razonamientos de la legisladora de oposición:
“Estar aquí frente a ustedes me hace hacer memoria de la lucha pacífica que dieron durante décadas nuestros padres y abuelos por no dejar que la armas suplantaran el poder de las leyes y las instituciones, una lucha que ustedes también Morena y aliados dieron, y ahora desde la plenitud del pinche poder se les olvida.
“Lo que hoy tenemos frente a nosotras no es un mero cambio administrativo ni un ajuste técnico como lo quieren presentar, se trata de una reforma que consolida la militarización de la seguridad pública del país y no sólo eso, consolida la militarización de la vida pública de México.
“Con esta propuesta, la Guardia Nacional deja de ser fuerza civil que el constituyente permanente aprobó en 2019 y se convierte con sus mismos votos de Morena de manera definitiva en una institución plenamente militar bajo el mando directo de la Secretaría de la Defensa Nacional. Esto es contrario al mandato del artículo 21 de nuestra Constitución que dispone de manera clara que las instituciones de seguridad pública deben de ser de carácter civil, disciplinadas y profesionales, pero civiles.
“Estamos hablando de un cambio estructural que transforme el modelo de seguridad que el pueblo mexicano votó y que este Congreso aprobó apenas hace cinco años, apenas hace cinco años.
“Ustedes no sólo truncaron el camino que marcaba la salida de la Fuerzas Armadas de labores de seguridad pública para las que no están además entrenados, sino que ahora le abren la puerta para que los militares de la Guardia Nacional no solo se postulen a cargos de elección popular, sino que puedan desempeñar también cargos en los tres niveles de gobierno. Este es el fin del Estado civil mexicano.
“Un cambio de esta magnitud no puede pasar desapercibida ni disfrazada de engaños, militarizar la seguridad pública es una decisión de enorme trascendencia, pero militarizar la vida pública del país es ya es otro horizonte que ni el PRI se hubiera atrevido en sus mejores momentos. Además, esta iniciativa otorga a la Guardia Nacional nuevas y peligrosas facultades como operaciones encubiertas, vigilancia masiva en Internet, usuarios simulados, labores de inteligencia previa”.
Con todos estos razonamientos, además del antecedente de que los actuales militantes de Morena –por lo menos una facción importante de ese movimiento m– se manifestaron siempre en contra de la militarización.
Es de recordar que su caudillo, Andrés Manuel López Obrador, no sólo pregonó durante mucho tiempo su inconformidad contra la militarización de la vida nacional, al grado de ofrecer que en caso de llegar al poder regresaría a las fuerzas armadas a sus cuarteles.
Al respecto cabe mencionar, por ejemplo, que al inicio de 2010, durante el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa, cuando se propusieron reformas para conceder a los militares, el entonces derrotado candidato presidencial despotricó contra de la “fallida estrategia de seguridad” emprendida por la administración calderonista.
El político tabasqueño, todavía dolido por haber sido superado por Calderón en las elecciones presidenciales, demandó regresar al Ejército a los cuarteles, por considerar que “las fuerzas armadas no deben utilizarse para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles”.
“No es con el Ejército como se pueden resolver los problemas de inseguridad (…) No podemos aceptar a un gobierno militarista”, afirmó el político de Macuspana invocando a su supuesto personsaje ejemplar, Benito Juárez, de quien citó: “No apostar a una República militar, sino civilista”.
Esa posición antimilitarista no le duró mucho, pues en septiembre de 2022, luego de proponer que la Guardia Nacional quedara bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional, afirmó haber cambiado de opinión respecto al uso de militares en tareas de seguridad pública por tratarse de un problema grave.
«Cambié de opinión, ya viendo el problema que me heredaron», afirmó AMLO, al ser consultado por una periodista sobre su antigua promesa de hacer regresar a los militares a los cuarteles en seis meses, en caso de ser elegido en las urnas.
Tan radical fue el cambio del caudillo morenista que llegó a calificar de “cantaleta” y “politiquería” las críticas sobre la militarización de las funciones de seguridad pública y la participación de las Fuerzas Armadas en la construcción de infraestructura pública, entre otras labores.
Entre las nuevas funciones asignadas a militares durante el sexenio anterior están, además, la distribución de combustibles y fertilizantes; vigilancia de fronteras, detenciones de migrantes, el control de puertos y aduanas, la distribución y aplicación de vacunas y la administración del Complejo Turístico de las Islas Marías.
Así, con esa simple explicación de “haber cambiado de opinión”, López militarizó a la Guardia Nacional, luego de desaparecer a la Policía Federal, también con la sola justificación de que ese cuerpo de seguridad se había corrompido, pero, también como siempre, sin consignar a ningún presunto infractor.
Años después, sus discípulos de la llamada cuarta transformación efrentan la dura tarea de justiticar la militarización de la vida nacional, incluidas reformas legales para facilitar que los jefes de las fuerzas armadas puedan aspirar a cargos de representación popular, con la posibilidad de regresar a sus funciones castrenses en caso de no obtener el voto de la mayor parte de los ciudadanos.
Por ejemplo, en la sesión de ayer en la Cámara de Diputados, como parte del periodo extraordinario convocado por el oficialismo, tuvieron que rechazar críticas como la expresada por el diputado Pablo Vázquez Ahued, también de MC, quien, de entrada, destacó que su partido ha sido el único en votar en contra de todas las iniciativas tendientes a cimentar el militarismo en la vida nacional, “sin simulación y sin dobles discursos”.
Enseguida explicó que votaron “en congruencia porque tenemos la convicción de que es posible construir una visión distinta en materia de seguridad, un México con paz y con justicia. Y no sólo tenemos la convicción, sino que tenemos las ideas para lograrlo.
“Desde el año 2022, hay que recordar, los entonces coordinadores parlamentarios de Movimiento Ciudadano, el senador Clemente Castañeda y el entonces diputado Jorge Álvarez Máynez, desde ese entonces presentaron una reforma integral, un paquete, en materia de justicia, seguridad e, incluso, Guardia Nacional, con una visión alternativa en materia de seguridad y justicia”.
A continuación, el diputado de MC se refirió a las irregularidades cometidas por el oficiailismo para acelerar la aprobación no sólo de la total militarización de la Guardia Nacional, sino de todo el paquete de iniciativas promovidas por la llamada Cuarta Transformación para ser aprobadas en este periodo extraordinario.
Pero si las críticas de parte de los partidos de oposición no hacen mella en el oficialismo, seguramente tendrán más impacto advertencias surgidas desde lo interno, como la del diputado Gibrán Ramírez Reyes, quien se hizo famoso como joven ideólogo de Morena, pero abandonó ese partido por no estar de acuerdo con irregularidades
Antes de que se iniciara el debate, Ramírez Reyes pidió la palabra para una propuesta.
El presidente de la asamblea, Sergio Carlos Gutiérrez Luna le concedió la palabra y esta fue la petición:
“Mire, con el objeto de salvaguardar la investidura de esta soberanía y el orden, pedirle que cuide usted que se evite la ridiculez que se ha institucionalizado de cantarle Las mañanitas a la jefatura del Estado mexicano. Solo esa petición, presidente.
Gutiérrez Luna pidió aclarar: ¿Usted solicita que nadie le cante Las mañanitas a la presidenta? ¿Es correcta su solicitud?
“Así es. Solicito que no devalúen a esta Cámara y que no sean ridículos. Esa es mi solicitud”, replicó Gibrán.
La presidenta (con A) Claudia Sheinbaum cumplió ayer 63 años.