Lactancia materna es un derecho fundamental de la primera infancia
Quintana Roo martes 5, Ago 2025
- Llamado a garantizar el derecho de la niñez a la salud y a la nutrición
- Necesario generar condiciones que fortalezcan el vínculo entre madres y bebés

Por redacción DIARIOIMAGEN
Chetumal.- En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025, que se conmemora del 1 al 7 de agosto, la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) exhorta a las autoridades, instituciones y la sociedad en general a garantizar el derecho de la niñez a la salud, la nutrición adecuada y al desarrollo integral, desde los primeros días de vida, a través de entornos en los que las madres amamanten de manera informada, acompañada y segura.
Como parte de este compromiso, la Secretaría Ejecutiva del Sipinna impulsa la Ruta Integral de Atenciones (RIA) –eje de la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI)–, diseñada para fortalecer la atención a niñas y niños de cero a cinco años y reducir brechas de desigualdad.
En ese sentido, el encargado del despecho de la Secretaría Ejecutiva del Sipinna, Jorge Isaías Quintanilla Osorio, explicó que entre las acciones clave de la RIA destacan la promoción y protección de la lactancia materna exclusiva y complementaria, así como el seguimiento de las prácticas de lactancia, alimentación y nutrición, aspectos fundamentales para una primera infancia saludable.
Dijo que el objetivo es generar condiciones que fortalezcan el vínculo entre madres y bebés en todos los espacios, a fin de que la lactancia sea una práctica protegida y respetada, como parte de la visión humanista con corazón feminista de este gobierno.
“Promover la lactancia no es solo una acción de salud pública; es un acto de justicia social que reconoce el rol de las mujeres en la crianza y protege el inicio de la vida con dignidad y bienestar. Ese es el compromiso que impulsa la gobernadora Mara Lezama y que desde la Secretaría Ejecutiva del Sipinna refrendamos con convicción”, concluyó Quintanilla Osorio.
El vínculo vital que nutre cuerpo y alma
En el delicado trayecto que va del nacimiento a los primeros años de vida, pocos actos tienen tanto impacto biológico, emocional y social como la lactancia materna. Este proceso, ancestral y fundamental, no solo constituye una fuente de nutrición óptima para el recién nacido, sino que edifica los cimientos del vínculo afectivo entre madre e hijo, con repercusiones duraderas en la salud pública.
Beneficios para la salud física del menor:
– La leche materna está diseñada por la naturaleza para satisfacer cada necesidad del bebé durante sus primeros meses de vida. Entre sus ventajas fisiológicas destacan:
– Fortaleza inmunológica: Contiene anticuerpos, células vivas y enzimas que protegen al infante de infecciones respiratorias, gastrointestinales y otras enfermedades comunes.
– Reducción de riesgos a largo plazo: Diversos estudios vinculan la lactancia prolongada con menor incidencia de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares en la vida adulta.
– Desarrollo neurológico óptimo: La composición de ácidos grasos esenciales en la leche materna favorece la maduración cerebral y el desarrollo cognitivo.
Bienestar mental y emocional del bebé:
– Más allá de lo nutricional, la lactancia es una práctica que incide directamente en la construcción del mundo emocional del menor:
– Vínculo afectivo: El contacto piel con piel y la mirada directa durante la alimentación refuerzan la seguridad afectiva y la confianza básica del bebé.
– Regulación emocional: Los momentos de lactancia propician estados de calma, regulación del llanto y fortalecimiento del apego seguro.
– Prevención de trastornos psicológicos: Investigaciones sugieren que la lactancia está relacionada con menores niveles de ansiedad y depresión infantil en etapas posteriores.
Para las mujeres, la lactancia implica una entrega profunda que también transforma sus cuerpos, emociones y entornos:
– Recuperación física postparto: La lactancia acelera la involución uterina y contribuye a la regulación hormonal.
– Reducción de riesgos de salud: Disminuye la probabilidad de desarrollar cáncer de mama y ovario, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
– Impacto emocional: Las madres que amamantan experimentan mayores niveles de oxitocina, hormona que fortalece el apego y el bienestar psicológico. Sin embargo, también enfrentan retos de sobrecarga, culpa o falta de apoyo institucional, lo que requiere políticas sensibles y redes comunitarias de acompañamiento.
La lactancia materna no es solo una decisión individual, sino un acto político y de salud pública. Su promoción debería contemplar entornos laborales más flexibles, espacios públicos accesibles y campañas informativas libres de estigmas. En México, aunque las tasas de inicio de lactancia son altas, la duración exclusiva hasta los seis meses aún presenta desafíos estructurales que exigen atención urgente.











