Tiempos compartidos ajustan tarifas para mantener ocupación
Quintana Roo miércoles 6, Ago 2025DERECHO DE REPLICA José Luis Montaéz
- Se ha intensificado la competencia entre desarrollos turísticos

Clubes vacacionales han optado por reducir sus tarifas entre un 7% y 15% para mantener ocupaciones.
Cancún, Playa del Carmen y Tulum, tres de los destinos más emblemáticos del Caribe mexicano, han mantenido altos niveles de ocupación en el sector de tiempos compartidos durante el verano de 2025. Sin embargo, este logro no ha sido gratuito: los clubes vacacionales han optado por reducir sus tarifas entre un 7% y 15% para contrarrestar una serie de retos que amenazan la estabilidad del turismo en la región.
La presidenta de la Asociación de Complejos Turísticos (Acotur), Claudia Villuendas, explicó que esta estrategia responde a una transformación profunda en el mercado. Ya no se comercializan únicamente semanas fijas en propiedades específicas, sino que han surgido esquemas más flexibles, como estancias con derechos limitados sobre la propiedad, pero con descuentos atractivos que han presionado los precios a la baja.
En 2025, Quintana Roo alcanzó una cifra récord de 136,000 habitaciones disponibles, lo que ha intensificado la competencia entre desarrollos turísticos. “No es lo mismo mantener ocupaciones de 80% en 10,000 habitaciones que en 20,000”, señaló Jesús Calahorra, director ejecutivo de Acotur. Esta expansión obliga a los operadores a ser más agresivos en sus estrategias de captación de turistas.
A estos desafíos se suman factores externos como el aumento del sargazo en las playas, preocupaciones de seguridad y la disminución de visitantes provenientes de mercados clave como Colombia. A pesar de ello, los desarrollos afiliados a Acotur han logrado mantener una ocupación promedio del 80%, superando incluso a la hotelería tradicional.
Durante 2024, la industria de tiempos compartidos en México generó ventas por 2,400 millones de dólares, posicionando al país como el segundo mercado mundial en este rubro, solo detrás de Estados Unidos. No obstante, los márgenes de ganancia han disminuido hasta en un 15% respecto al año anterior, reflejando el costo de mantener la competitividad en un entorno cada vez más exigente.
La apuesta por la flexibilidad, la diversificación y la adaptación al comportamiento del consumidor parece ser la clave para sostener el dinamismo del sector. En palabras de Ana Kiseleva, vicepresidenta de Acotur, “los tiempos compartidos han demostrado resiliencia frente a los retos globales del turismo, y su capacidad de reinventarse es lo que los mantiene vigentes”.
Sargazo desafía nuevamente a Cancún
En un giro inesperado para la temporada, la zona hotelera de Cancún enfrenta un recale atípico de sargazo que ha alterado la imagen de sus playas más emblemáticas. Desde hace cinco días, el alga marina ha invadido la franja costera entre Playa Delfines y el hotel Iberostar, con una acumulación diaria superior a los 200 metros cúbicos, según reportó Antonio Chambé, director de Servicios Públicos Municipales.
Las labores de limpieza comienzan a las 5:30 de la mañana y se extienden hasta las 19:00 horas, momento en que deben cesar para no interferir con la anidación de tortugas. El personal, equipado con barredoras y guacales plásticos, trabaja en turnos de 40 minutos para evitar golpes de calor, dada la intensidad del sol y las altas temperaturas.
Las playas más impactadas son Delfines, Marlin, Chacmool y Ballenas, mientras que Gaviota Azul permanece libre de sargazo. En contraste, zonas como Playa del Niño, Perlas y Langosta presentan recales menores, lo que ha permitido mantener parte del atractivo turístico en funcionamiento.
El fenómeno se ha visto agravado por la falta de lluvias, vientos y cambios en las corrientes marinas, lo que ha dificultado la dispersión natural del sargazo. “La meta es que para este jueves ya no haya manchas grandes”, señaló Chambé, confiando en que las condiciones climáticas comiencen a favorecer la limpieza.
Además de Servicios Públicos, participan Protección Civil, Bomberos, Patrimonio Municipal y la Dirección de Regularización, junto con brigadas de apoyo a hoteles para limpiar tanto la arena como el sargazo flotante. Esta coordinación busca preservar la experiencia turística y evitar afectaciones económicas en plena temporada alta.
El recale atípico de sargazo en Cancún no solo representa un desafío logístico, sino también un recordatorio de los impactos ambientales que enfrenta el Caribe mexicano. La resiliencia de sus comunidades y autoridades será clave para mantener la calidad de sus destinos frente a fenómenos cada vez más impredecibles.
Recale atípico sacude Cozumel
Aunque la isla ha mantenido niveles bajos de afectación por sargazo durante 2025, esta primera semana de agosto sorprendió con un recale atípico en la zona poniente, particularmente en el área del malecón. En tan solo dos días, se recolectaron 20 toneladas de sargazo, una cifra inusual para esta región que suele estar menos expuesta a la macroalga marina.
De acuerdo con Irwin Batún Alpuche, director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), el lunes se retiraron 8 toneladas, y para el martes al mediodía, la cifra ya ascendía a 12 toneladas, sumando un total de 20 toneladas en apenas 48 horas.
En lo que va del año, Cozumel ha retirado 800 toneladas de sargazo, lo que, aunque menor en comparación con otros puntos de Quintana Roo, evidencia una tendencia creciente.
El sargazo recolectado es trasladado a un depósito en la zona oriental de la isla, donde se somete a un proceso de secado y conversión en composta, como parte de una estrategia de aprovechamiento ambiental que busca reducir el impacto ecológico de estos recales.
Las cuadrillas de limpieza, conformadas por personal de Zofemat y Servicios Públicos, trabajan desde tempranas horas para mantener las playas limpias y aptas para el disfrute de turistas y residentes. La labor se realiza bajo condiciones climáticas exigentes, lo que ha generado reconocimiento por parte de las autoridades locales.
A pesar del recale inesperado, Cozumel continúa posicionándose como un destino turístico comprometido con la sostenibilidad. La gobernadora Mara Lezama Espinosa ha reiterado que “ni todos los días ni en todas las playas hay sargazo”, destacando la efectividad de las estrategias locales para mitigar el fenómeno.
Durante el primer semestre de 2025, el Caribe mexicano ha enfrentado una de las temporadas más intensas de sargazo en la última década. Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM estiman que la masa de sargazo en el Atlántico alcanzó entre 37.5 y 40 millones de toneladas, casi el doble del récord de 2018. De esa cantidad, se calcula que 100 mil toneladas podrían impactar directamente las costas de Quintana Roo.
Los municipios más golpeados han sido Tulum, Riviera Maya e Isla Mujeres, donde la ocupación hotelera cayó entre 4.5 y 6.2 puntos porcentuales en julio, en comparación con el mismo mes de 2024. El sargazo, al descomponerse, genera un olor fétido que ha afectado la experiencia turística, sumándose a otros factores como la inseguridad y la depreciación del dólar.
La Red de Monitoreo Ambiental y Cambio Climático del Mar Caribe prevé que el recale de sargazo aumente 30%, respecto al año anterior, con mayor impacto en los meses de agosto y septiembre. Aunque no se considera una situación de emergencia, se anticipa una afectación prolongada, especialmente en zonas como Puerto Morelos, Xcalak y la costa sur de Cozumel.
El comportamiento del sargazo está influenciado por corrientes oceánicas, vientos y temperatura del mar, todos alterados por el cambio climático. La falta de lluvias y el estancamiento de corrientes han favorecido la acumulación en zonas costeras, dificultando su dispersión natural.
A pesar del desafío, municipios como Cozumel han implementado estrategias de compostaje y aprovechamiento ambiental, mientras brigadas comunitarias y hoteleras refuerzan la limpieza diaria.











