Siguen sin aclarar los delitos vinculados con las actividades del gobierno nacional
Miguel Ángel Rivera, Opinión miércoles 6, Ago 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
Aparte de los evidentes errores, uno de los problemas que se pueden atribuir a la llamada Cuarta Transformación es el de dejar las cosas a medias.
Todo mundo conoce las fallas de las obras emblemáticas y faraónicas del actual gobierno federal, como son el fallido aeropuerto “internacional” con el que en vez de rendir homenaje se ofende la memoria del revolucionario general Felipe Ángeles; la refinería “Olmeca” ubicada en Dos Bocas, Tabasco, que todavía no produce a pesar de haber sido inaugurada tres veces, ni qué decir de la fallida línea aérea militarizada con la que se pretendió reemplazar a la histórica Mexicana de Aviación
Pero esta vez, no se trata de esos fallidos proyectos arrancados en el sexenio anterior y que todavía no funcionan cabalmente, sino de algo más sencillo, cuestiones de la vida cotidiana, aunque en el fondo resultan de trascendencia por tocar principios fundamentales de la mencionada Cuarta Transformación.
Para empezar, está el grave problema del huachicol, delito que en vez de ser erradicado ahora se ha extendido y sofisticado, como se trata del llamado “huachicol fiscal”, que va mucho más allá de la elemental perforación de ductos de la otra vez en proceso de rescate de la empresa “de todos”, Petróleos Mexicanos (Pemex).
Ahora se trata de toda una industria y una larga cadena de corrupción que afecta al fisco, pues se exportan o se importan combustibles sin pagar los respectivos impuestos.
La gran dimensión del delito fue puesta en evidencia por las mismas autoridades federales, las secretarías de Seguridad, de la Defensa y de Marina, así como de la Guardia Nacional y, eventualmente, de policías locales, que pusieron al descubierto enormes cantidades de combustible manejado subrepticiamente en grandes instalaciones que incluyen una improvisada refinería que produce mucho más que la costosísima planta de Dos Bocas y con equipo de grandes dimensiones, que incluyen buques de gran calado y largos convoyes de carros-tanque de ferrocarril.
Sin duda, grandes éxitos de las autoridades nacionales. Desafortunadamente, es un trabajo incompleto. Si bien los combustibles, las instalaciones y los equipos utilizados por las bandas de delincuentes han sido decomisados, hasta el momento no se conoce el nombre de ninguno de lo altos directivos de esas bandas y, por consiguiente, tampoco se ha consignado a nadie de primer nivel, apenas unos cuantos trabajadores de los niveles menores, como veladores o conductores de transportes quienes, extrañamente, no ha revelado las identidades de sus patrones.
A lo más que se llegó fue a mencionar extraoficialmente el nombre del ex senador por Morena, Gerardo Novelo Osuna, quien de inmediato negó cualquier relación con el ilícito. Por supuesto, no fue molestado más, pero tampoco se ha informado de los avances en las respectivas averiguaciones.
Lo mismo sucedió con otro cuantioso decomiso, éste ocurrido en el extremo opuesto de la República, en Tampico, Tamaulipas. El resultado es el mismo, se interceptaron un buque-tanque y otras instalaciones, pero hasta el momento nadie aparece como responsable.
El fenómeno del huachicol se agravó muy recientemente con el asesinato del delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tamaulipas, Ernesto Vázquez Reyna, quien viajaba, sin escolta, en su vehículo oficial por el Bulevar Hidalgo, una importante avenida de la ciudad de Reynosa, vecina del condado estadounidense de Hidalgo.
El atentado ocurrió el reciente lunes 4 y casi de inmediato, el martes cinco, en círculos oficiales surgieron versiones en el sentido de que una de las líneas de investigación llevan al negocio ilegal del huachicol -que por cierto dio por erradicado ex el presidente López- pues Vázquz Reyna tuvo una participación relevante en el cuantioso decomiso en Tampico de más de un millón 800 mil litros de gasolina y otros combustibles producto del huachicol.
«Los primeros datos señalan que la violencia inusitada y la brutalidad del delito cometido indican una sólida probabilidad de que este hecho provenga de la delincuencia organizada», puntualizó la FGR, pero con todo y esos avances, para no variar, hasta ahora no hay detenidos.
Esta situación es especialmente notable en Tamaulipas, pues además del referido logro con el que se relaciona al asesinado delegado de la FGR, desde hace años se vincula a altos funcionarios de ese estado, incluido el actual gobernador, Américo Villarreal, con delincuentes dedicados a traficar con combustibles manejados ilegalmente, particularmente con el denominado “Rey del Huachicol” Sergio Carmona, quien fue también fue ejecutado, dentro de una barbería en San Pedro Garza García, en la zona metropolitana de Monterrey.
Si de averiguaciones en torno a vínculos de políticos con delincuentes, sobresale el caso de Tabasco, donde el ex secretario de Seguridad del estado, Hernán Bermúdez Requena, está considerado prófugo de la justicia, acusado de haber sido al mismo tiempo jefe de una banda conocida como “La Barredora” que asola a esa entidad. Al momento, además de alerta a la Interpol en demanda de su captura, poco se ha avanzado, aunque ayer se anunció la aprehensión de un miembro de la jerarquía de ese grupo delincuencial.
Los dos gobernadores con los que se desempeñó como encargado de la Secretaría de Seguridad, gozan de importantes cargos en el gobierno federal. Adán Augusto López Hernández, que lo nombró, es jefe de la bancada del partido oficial, y Carlos Manuel Merino Campos, que lo ratificó, fue nombrado por la presidenta Claudia Sheinbaum como director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, organismo descentralizado de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. Ninguno de los dos ha sido molestado para aclarar cómo fue que no se enteraron de las actividades ilegales de su cercano colaborador.
También en el ámbito local se registran casos de averiguaciones a medias.
Por ejemplo, el terrible caso de los dos cercanos colaboradores de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, los cuales fueron asesinados sobre la concurrida avenida Tlalpan, muy cerca del Zócalo capitalino.
Como en otros casos, surgieron de inmediato líneas de investigación, entre las cuales estaba una posible infidencia dentro del círculo cercano a la mandataria capitalina, sospechas que supuestamente llevarían a una solución a corto plazo.
Fuera del ámbito penal, otro caso reciente ha generado más dudas que certezas.
Se trata del viaje de descanso de Andrés Manuel López Beltrán (“no me digan Andy”), quien al parecer quedó agotado luego de su primera incursión en el terreno electoral. Aunque sus biógrafos sostienen que desde la adolescencia participó en actividades de las numerosas campañas de su progenitor el ex presidente López, su primer compromiso como responsable de un proceso electoral se dio en las recientes elecciones intermedias en Durango, cuyas votaciones coincidieron con las federales realizadas el pasado 1 de junio para rematar al autónomo Poder Judicial y sustituirlo por incondicionales de la llamada Cuarta Transformación.
Los resultados no fueron buenos para Morena, pero el secretario de Organización de Morena -del que se asegura que es quien realmente tiene el poder dentro del movimiento- quedó exhausto y por eso decidió tomar vacaciones, que llevaron a un hotel de lujo de Tokio y a una tienda muy exclusiva, siempre acompañado de quien fue encargado de la seguridad de su padre.
“No me digan Andy” regresó indignado de su viaje, por lo que lanzó una carta pública en la que se dijo víctima de una campaña de linchamiento político “impregnada de odio, clasismo y calumnias”; acusó a sus adversarios de mandar a espías para tomarle fotografías y emprender una campaña de linchamiento político.
Lo que no sabe es de dónde obtuvo el dinero, pues en su actual cargo no tiene ni un año y no se le conoció con anterioridad ningún otro empleo. Tal vez sea producto de las utilidades de su empresa, Chocolates Rocío, pues resulta impensable dar válidas las versiones de que recibió de parte de sus amigos comisiones por la concesión de obras sin licitación.
Por lo demás, no tuvo que gastar mucho en la publicación de su carta justificatoria. Uno de los medios que la publicó íntegra, el diario La Jornada, que lo dirige su madrina, Carmen Lira.











