Magistrados y consejeros electorales son iguales, pero unos más que otros
Miguel Ángel Rivera, Opinión jueves 7, Ago 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
Todos los “morenos” son iguales, pero unos más que otros.
Esto se confirma con la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de revertir la decisión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) de declarar inelegibles
a 45 candidatos a magistrados y jueces por no cumplir requisito de calificación mínima para aspirar a esos cargos,
De acuerdo con la reforma constitucional para desaparecer al antes autónomo Poder Judicial, se fijaron condiciones mínimas para que los candidatos a nuevos jueces, magistrados y ministros cumplieran con los requisitos para aspirar a un cargo en el “nuevo” Poder Judicial.
Una de esas condiciones consiste en acreditar un promedio mínimo de calificaciones durante los estudios de licenciatura y de posgrado.
En cumplimiento de esos mandatos, los consejeros del INE se afanaron en revisar los expedientes de quienes aspiran a un cargo en el nuevo Poder Judicial y, como parte de ese proceso, determinaron que 45 candidatos no cumplieron con el requisito de promedio de 8 en la licenciatura en Derecho y 9 en materias relacionadas con el cargo postulado.
De las 24 candidaturas a magistrados, 21 de ellas no acreditaron el promedio de 9 en las materias con la especialidad a la que se aspira, mientras que tres no tuvieron el promedio de 8 en la licenciatura en Derecho. En el caso de las personas candidatas a jueces de distrito, 15 de ellas no acreditaron el promedio de 9 en la especialidad y seis no lo hicieron en la licenciatura.
Por otra parte, cabe recordar que el órgano electoral ya entregó constancias a 31 cargos electos: 9 ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), 5 magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), 2 magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral el Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y 15 magistraturas de Salas Regionales del TEPJF.
Exigir un promedio mínimo sirvió para que el Consejo General del INE pudiera presumir algún grado de autonomía, pues anteriormente todas las resoluciones que le correspondieron siempre fueron dictaminadas a favor de los intereses de la llamada Cuarta Transformación, lo cual se comprobó con el hecho de que el TEPJF siempre votó en el mismo sentido, gracias a una mayoría incondicional con el régimen.
Contra esa tendencia, los consejeros electorales dieron una señal de autonomía cuando algunos de ellos advirtieron que algunos de los magistrados que parecían electos no cumplían con el promedio mínimo de 8. En particular, se advirtió que la Dirección Ejecutiva del propio Instituto, a cargo de Juan Manuel Vázquez Barajas, había decidido que considerar como aceptables los candidatos que acreditaron 7.9 de promedio, por lo que, como sucede en algunas instituciones educativas, ese promedio “sube” a 8 por ciento y lo mismo en los casos en que era necesario acreditar 9 por ciento de promedio.
Es de suponer que los magistrados del TEPJF son, o deberían ser, más estrictos al exigir el cumplimiento de los requisitos establecidos por las leyes, sobre todo en este caso, en que la llamada Cuarta Transformación reformó las normas para tener un “mejor” Poder Judicial.
Sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por mayoría de votos, revocó los acuerdos del Consejo General del INE.
Los magistrados de la instancia superior del mencionado tribunal decidieron que el INE carece de atribuciones para valorar el cumplimiento del requisito de promedio mínimo.
En consecuencia, de acuerdo con la estimación de los magistrados, la autoridad administrativa (el INE) carece de atribuciones para revisar requisitos que, de conformidad con la referida reforma constitucional, se deben confirmar las victorias de los candidatos que recibieron mayor cantidad de votos.
En consecuencia, ordenó que se proceda a entregar la constancia de mayoría a los aparentes triunfadores aunque no cumplan con el requisito del promedio mínimo de calificaciones impuesto por los legisladores de la llamada Cuarta Transformación.
En consecuencia, en el actual sistema todavía hay niveles y los magistrados electorales están por encima de los consejeros del INE, es decir, todos son iguales, pero unos más que otros.
En este ambiente, es de tener en cuenta que la llamada Cuarta Transformación prepara otra reforma constitucional, esta vez en materia electoral que, entre otros aspectos, pretende sustituir al INE por otro organismo más vinculado con el gobierno federal y eliminar el sistema de representación proporcional para el Congreso de la Unión.
La impulsora de esa iniciativa, la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo, ha señalado que los cambios propuestos tienen como finalidad reducir el elevado costo del sistema democrático del país y ha ofrecido tomar en cuenta las opiniones de todos los interesados en el tema. Sin embargo, por los antecedentes, se puede dar por seguro que los cambios se realizarán conforme a los deseos o directrices surgidas del gobierno federal.
Al respecto, son de tomar en cuenta las advertencias del coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, quien calificó esa reforma electoral propuesta por el actual gobierno como una trampa política.
El diputado y ex gobernador de Coahuila recordó que en los 48 años de transición democrática en México, nunca se había presentado una reforma que no proviniera de la oposición o de la sociedad civil.
“La comisión presidencial está compuesta exclusivamente por colaboradores de la presidenta, quienes solo podrán invitar a personas sin poder de decisión”, advirtió el político priista.
Moreira también recordó que en reformas anteriores la oposición gozaba del derecho de veto, pero el proceso que está en marcha sólo responde a los lineamientos fijados por el actual régimen, sin incluir la necesaria pluralidad que hizo posible el avance del proceso democrático en nuestro país.
“No hay apertura ni pluralidad; esto es un golpe de Estado electoral que busca anular a la oposición”, advirtió.
El coordinador de los diputados del PRI advirtió que, si la oposición no exige cambios, no debería haber reforma electoral.
“El verdadero peligro radica en la concentración de poder que busca Morena, lo que podría llevar al país hacia un futuro de sometimiento político”, aseguró.
A su vez, el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, también rechazó la eventual reforma electoral promovida por el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo. En vez de ello, presentó una contrapropuesta y afirmó que no permitirán que el INE pierda fortaleza.
El líder del partido azul advirtió que los cambios en la legislación electoral sin acuerdos y diálogo pueden poner en peligro la democracia y la estabilidad del país.
En particular, reiteró su compromiso con la protección de los organismos electorales, así como la apertura al voto libre.
Romero Herrera señaló que el país requiere una democracia sólida, instituciones autónomas y que la ciudadanía conserve la decisión final, en lugar de una Reforma Electoral diseñada para beneficiar intereses particulares: “Los avances democráticos no se van a perder por caprichos del poder”.
“México no necesita una reforma a modo“, afirmó Romero mediante un mensaje en la plataforma de X, en la cual reafirmó su compromiso de proteger al INE y al Tribunal Electoral frente a cualquier intento de debilitarlos o someterlos a intereses políticos.
Advirtió sobre el peligro de que Morena pretenda cambiar la legislación electoral sin un proceso de diálogo real con otros partidos y la sociedad.
Dijo que una reforma en la materia debe construirse con consenso y no mediante la imposición.
“¿Convocarán a todas las voces, incluida la oposición, o serán los primeros en imponer nuevas reglas a su medida?“, se preguntó el dirigente panista, quien, por otra parte, dio a conocer sus propuestas para mejorar el sistema electoral del país:
Poner en práctica una segunda vuelta en la elección presidencial
Establecer elecciones primarias.
Anular comicios en donde se constate intervención del crimen organizado.
Incorporar el voto electrónico.
Promover gobiernos de coalición, y
Eiminar la sobrerrepresentación en los órganos legislativos.
Esto último resultará inaceptable. Mucho le costó a la 4T tener esa mayoría para renunciar a ella.











