Se disparan desarrollos de lujo sin regulación en Cancún y Tulum
Quintana Roo domingo 24, Ago 2025DERECHO DE REPLICA José Luis Montañez
- Consecuencia directa del auge inmobiliario por el Tren Maya

El megaproyecto del Tren Maya, concebido como motor de desarrollo regional y conectividad turística, ha desencadenado un auge inmobiliario sin precedentes en el corredor costero entre Cancún y Tulum. Sin embargo, este crecimiento acelerado ha venido acompañado de una preocupante proliferación de desarrollos de lujo que operan al margen de la legalidad ambiental y urbanística.
Desde 2023, decenas de desarrollos inmobiliarios han surgido en zonas cercanas a las estaciones del Tren Maya, promocionados como “residenciales premium” con acceso privilegiado al nuevo sistema ferroviario. Proyectos como Legacy Agua, Macondo, Bakabá, Casa de Piedra, Huma, Vi-há 36, Paradise Residence, Neró, Adamar, MAIIM, Alux 33 y Sole Blu figuran entre los más señalados por organizaciones civiles y vecinos de la región.
La ONG Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) ha documentado al menos una decena de desarrollos que avanzan sin contar con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), requisito indispensable para obras en ecosistemas costeros y selváticos. En muchos casos, las constructoras operan únicamente con licencias municipales, ignorando la normativa federal.
Los efectos de esta urbanización desregulada ya se hacen sentir. En zonas como Playacar, vecinos han denunciado la destrucción de manglares y la muerte de crías de venado, atribuida a la fragmentación de hábitats provocada por las obras. En Tulum, se han otorgado más de 600 autorizaciones para nuevos inmuebles en los últimos años, muchos en áreas de alta fragilidad ecológica.
El ambientalista José Urbina advierte que “la especulación inmobiliaria ha convertido al Tren Maya en un imán para desarrollos que violan sistemáticamente la ley ambiental”. La abogada Irma del Carmen Morales, quien representa a comunidades afectadas, señala que “la estrategia es clara: comprar terrenos cerca del tren, iniciar obras sin permisos federales y litigar después”.
El fenómeno revela una preocupante omisión por parte de autoridades locales y estatales. Aunque los municipios otorgan licencias de construcción y uso de suelo, estas no sustituyen la MIA federal exigida por la Ley General del Equilibrio Ecológico. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Sedetus y los ayuntamientos han recibido múltiples denuncias, pero los procesos avanzan lentamente.
Vecinos, ambientalistas y expertos coinciden en que el modelo actual favorece la especulación y el lucro inmediato, en detrimento del patrimonio natural y cultural de la región. La urgencia de establecer una planeación territorial integral, con participación ciudadana y criterios de sostenibilidad, se vuelve cada vez más evidente.
Van siete clausuras en Cancún
En lo que va de 2025, el municipio de Benito Juárez ha clausurado siete desarrollos inmobiliarios por operar al margen de la legalidad. El más reciente, Villa Marina, ubicado en la zona de Kulkana, fue intervenido por la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano tras comprobarse que carecía de permisos de construcción, densidad autorizada y licencias de comercialización.
El complejo, promovido por la empresa Tierra y Armonía, abarca más de 30 hectáreas y alberga diez fraccionamientos internos con distintos nombres. Ninguno de ellos está contemplado en el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) vigente, lo que impide su legal comercialización. A pesar de estar oculto entre brechas abiertas de forma irregular, un operativo conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) permitió su localización y clausura.
Durante la inspección, se cerraron accesos y se colocaron sellos en caminos abiertos sin autorización. Las autoridades advirtieron que cualquier intento de violar los sellos podría derivar en acciones penales.
Este caso se suma a una serie de clausuras que evidencian un patrón preocupante: desarrollos que se promocionan como inversiones seguras, ofrecen lotes con “certeza jurídica” y amenidades de lujo, pero operan sin permisos municipales, estatales ni federales. En muchos casos, se ubican en zonas de alta conservación ambiental, donde no es posible garantizar servicios básicos ni infraestructura urbana.
La secretaria de Ecología, Nahielli Orozco Lozano, señaló que “el daño ambiental es un delito penal”, y exhortó a compradores afectados a presentar denuncias por fraude. Además, recordó que otros cinco proyectos están bajo investigación para determinar su legalidad.
Refuerzan vigilancia ante ciclones
Con el inicio de la fase más activa de la temporada de ciclones en el Atlántico, el municipio de Benito Juárez ha intensificado sus acciones de vigilancia y prevención ante posibles fenómenos hidrometeorológicos. De septiembre a noviembre, periodo históricamente más vulnerable para la región, se mantendrá un monitoreo especial coordinado por la Dirección de Protección Civil.
Antonio Riveroll Ribbon, titular de Protección Civil municipal, informó que aunque actualmente no hay ciclones que representen una amenaza directa para Cancún, existen zonas de baja presión en el Atlántico que están siendo vigiladas de forma constante. La temperatura elevada del mar y la humedad atmosférica son factores que podrían favorecer la formación de tormentas tropicales o huracanes en las próximas semanas.
Riveroll enfatizó que “la población debe basarse en pronósticos oficiales y no en rumores tendenciosos que circulan en redes sociales”, haciendo un llamado a la calma y a la información responsable.
Actualmente, el municipio cuenta con 82 refugios temporales habilitados, incluyendo uno pet friendly para quienes no pueden dejar a sus animales de compañía, y 76 refugios en hoteles destinados a turistas. Estos espacios están equipados para brindar seguridad, alimentación y atención médica básica en caso de emergencia.
La temporada de huracanes en el Atlántico inició el 1 de junio y concluirá el 30 de noviembre. Se estima la formación de entre 13 y 17 sistemas tropicales, por lo que se considera una temporada activa. El huracán Erin, que alcanzó categoría 5 recientemente, se desarrolló en mar abierto y no afectó directamente a México, pero sirve como recordatorio del potencial destructivo de estos fenómenos.










