A pesar de tantas promesas, continúa el desabasto de medicamentos
Miguel Ángel Rivera, Opinión domingo 24, Ago 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
En los días recientes la llamada Cuarta Transformación ha presumido mucho haber librado de la pobreza a millones de mexicanos y, tal vez, en términos aritméticos, sea cierto, pero la verdad es que muchos de esos “rescatados” gastan mucho más de lo que el gobierno les abona bimestralmente.
Por ejemplo, en el caso de los adultos mayores, en particular los que padecen enfermedades crónicas, lo cierto es que las familias destinan hoy más recursos a salud que hace seis años.
De acuerdo con una publicación de la organización no gubernamental México Evalúa, el dinero que destinan los hogares para cubrir sus necesidades médicas se incrementó 41.4% en el periodo de 2018 a 2024, considerando la inflación.
A este desembolso también se le conoce como gasto de bolsillo, y su aumento se explica en gran parte porque los hogares están pagando más, sobre todo en medicinas.
El gasto en medicamentos de los hogares en México llegó a más del doble entre los años 2018 y 2024.
Al inicio de ese periodo, indica México Evalúa, los hogares gastaban en promedio 222 pesos al trimestre en medicamentos, para 2024 gastaron 480 pesos al trimestre. Es decir, un crecimiento de 116% (258 pesos adicionales) considerando el incremento de los precios, según reporta la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIGH).
Es decir, los gastos en medicamentos pasaron de representar el 19% del gasto total en salud de los hogares en 2018, a 30% en 2024. Esto, sin considerar el desabasto como causa principal pues a pesar de las reiteradas promesas de que habrá medicamentos para todos en las instituciones oficiales de seguridad social, continúa el desabasto en hospitales públicos.
Al respecto, no existen cifras actualizadas, pero de acuerdo con registros de 2022, el colectivo Cero Desabasto reportó que el IMSS no surtió más de 10.8 millones de recetas, mientras que el ISSSTE sumó 665 mil, y el IMSS-Bienestar 46 mil, sumando más de 11.5 millones de recetas no surtidas en total ese año.
Lo cierto es que se pueden encontrar cifras diferentes, pues cada fuente recurre a diferentes metodologías y periodos de tiempo al recopilar los datos. Además, el IMSS y el ISSSTE son institutos distintos, y las estadísticas pueden desglosarse en distintas categorías.
Por ello, por ejemplo, el diario El Economista informó que en 2024 sumaron 7.5 millones las recetas no surtidas. Si se pretende dar validez al optimismo oficial, hubo un avance significativo, pues en 2022 fueron 15 millones las recetas no surtidas en las instituciones federales.
Pero también se encuentran datos no tan positivos. Por ejemplo, de acuerdo con fuentes oficiales, durante 2024, el Seguro Social no abasteció 11 millones 575 mil 307 piezas; los medicamentos más solicitados son oncológicos y las especialidades para la diabetes,hipertensión y salud mental.
Lo anterior equivale a 4 millones 527 mil 281 recetas no entregadas a los derechohabientes.
El gobierno de la llamada Cuarta Transformación ha tratado de justificar con el argumento de eliminar la corrupción (comisiones para otorgar los contratos de suministro)pues supuestamente con el objetivo de abaratar costos, en 2019 se eliminó a los distribuidores intermediarios y la compra se centralizó en la Secretaría de Hacienda y Salud. También se recurrió a un organismo de la ONU, pero el resultado ha sido el mismo: las farmacias de las instituciones oficiales de salud no surten todos los medicamentos requeridos por los pacientes.
Al respecto, la organización México Evalúa, sostiene que la estrategia del oficialismo no funcionó. Por ejemplo, la Mega farmacia del Bienestar -Centro Federal de Almacenamiento (Cefedis)- inventada por el expresidente López en 2023 y, más recientemente en 2025, el programa Salud Casa por Casa, que pretende llevar atención y medicamentos a domicilio a adultos mayores y personas con discapacidad tampoco asegura un suministro de todas las especialidades.
Los especialistas indican que otro factor que ha impulsado el gasto de medicamentos es que más pacientes optan por no buscar atención médica y automedicarse. Se estima que 16 millones de personas se auto-recetaron en 2024, mientras que en 2018 fueron 9.6 millones.
Esto no es cosa del pasado. El reciente 14 de abril, el diario El Universal publicó una nota en la cual se informa que “a pesar de diversos intentos para terminar con el desabasto de medicamentos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no surtió 4 millones 527 mil 281 recetas a sus derechohabientes durante 2024.
En respuesta a una solicitud del diario, el instituto detalló que esas recetas sin surtir se traducen en 11 millones 575 mil 307 piezas de medicamentos que no recibieron sus derechohabientes entre el 1 de enero y el 19 de diciembre del año pasado.
Esta tendencia también refleja el mal desempeño del sistema de salud público, pues las personas recurren a la automedicación cuando los tiempos para recibir atención son muy extensos, no hay clínicas cercanas a su domicilio, tienen poca confianza en las instituciones de salud o porque saben que no hay medicamentos en los hospitales públicos.
En suma: el aumento en el gasto de bolsillo en medicamentos es tan alto, que prácticamente se mantiene al mismo nivel que se observó durante la pandemia.
Esto necesariamente se tiene que deducir de los ingresos de cada familia, incluidas las pensiones tan presumidas por la llamada Cuarta Transformación. Al respecto, un amigo que recibe poco más de seis mil pesos bimestrales por su pensión de la tercera edad gasta más de esa cantidad, cada mes para comprar las medicinas que le receta su médico particular, que cobra 1,200 pesos mensuales por su consulta.
¿Entonces, dónde está el aumento de sus percepciones (y de toda su familia) que supuestamente lo sacaron de ese sector de los más pobres del país?
Acapulco en vías de volver a ser un paraíso, dice el gobierno federal
Si en materia de abasto de medicinas todavía hay deficiencias, es de esperar que se cumpla el optimismo oficial acerca de la recuperación del puerto de Acapulco.
Esto lo expresó la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo durante su nueva visita a esa ciudad de Guerrero durante el fin de semana.
La mandataria federal sostuvo que tras la devastación que dejaron en el puerto los huracanes Otis (2023) y John (2024), “el gobierno estuvo cerca, como deben estar los gobernantes que aman a su pueblo y no abandonan; que dan y que no quitan”.
Al encabezar el inicio de operaciones de una embarcación que dará servicio en el puerto, para evitar los largos recorridos terrestres por la Costera, pero sin que en ningún espacio apareciera una imagen de la embarcación, la mandataria federal insistió en enmendarle la planta a los medios de comunicación que, según ella, incurrieron en el delito de no festinar el supuesto éxito de que un importante sector de la población salió de la pobreza gracias a las dádivas del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Al supervisar los avances del Plan de Justicia del Pueblo Amuzgo en Tlacoachistlahuaca, Sheinbaum insistió en destacar que salieron de la pobreza 13.5 millones de personas porque se apoya a los que menos tienen.
En cuanto a la recuperación de Acapulco, el principal destino turístico para los residentes en la Ciudad de México y otras urbes cercanas. La jefa del Ejecutivo Federal indicó que el puerto “está de pie y su recuperación es un mensaje de esperanza para todo el país: ningún desastre es más fuerte que la voluntad de un pueblo unido con su gobierno”, aseguró.
En cuanto al anunciado nuevo transportes, explicó que el denominado Marinabús, operado por la Secretaría de Marina, es un símbolo “de la reconstrucción, de la esperanza y del futuro que estamos construyendo juntas y juntos”.
Sheinbaum aseguró que, con el programa Acapulco se Transforma Contigo, se ha avanzado en obras concretas en 11 meses. Entre ellas, dijo, más de 250 mil viviendas recibieron apoyo directo para su rehabilitación y reconstrucción; además de que fueron reparadas escuelas y hospitales.
También explicó que está en proceso la rehabilitación de la planta de tratamiento Renacimiento para evitar inundaciones y contaminación. Asimismo, se trabaja en el Acueducto Chapultepec, para dotar de agua a la zona poniente de Acapulco, en beneficio de más de 60 mil habitantes.
“Ojalá”, dijeron los vecinos.











