Problemas actuales ponen en evidencia errores y omisiones del pasado
Miguel Ángel Rivera, Opinión lunes 15, Sep 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
La presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo anunció una gira por todo el país para exhibir los supuestos logros de la llamada Cuarta Transformación, pero debería tener cuidado, pues ese recorrido le podría arrojar resultados negativos, pues sucesos de los últimos días parecen diseñados para destacar sus negativos. Por ejemplo, en un simple bache se puede revertir en una crítica a su labor como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, posición desde la que saltó a Palacio Nacional. El bache -“promontorio” o coladera a desnivel- que se hizo famoso es el que hizo caer a un atleta minusválido durante el reciente maratón de la capital del país, en la que oficialmente participaron 30 mil personas. En la avenida del Chivatito, en pleno bosque de Chapultepec. Si eso ocurre en una de las principales avenidas de la capital del país, seleccionada para dar “buena imagen” a la metrópoli, los residentes de esta podemos dar testimonio de que hoyancos iguales o peores se encuentran en cualquier calle. Como ese deterioro en el asfalto no se provoca de un día para otro, esto lleva fácilmente a la conclusión de que el anterior gobierno, el iniciado por Claudia Sheinbaum y concluido por Martí Batres Guadarrama, no realizó oportunamente el trabajo preventivo y de reparación en las calles de la ciudad. Si las arterias de las zonas “mejor atendidas”, no se requiere ningún esfuerzo de imaginación para llegar a la conclusión de que las otras rúas están en peores condiciones. Es de destacar, además, que antes de la carrera internacional que promueve a nuestra metrópoli el director del Indeporte de la CDMX, Javier Peralta, había asegurado que la ruta del Maratón de la CDMX estaba libre de baches. Claro, esto no se puede achacar a la anterior administración, pues si bien hubiese omitido sanear esa zona, es de suponer que los encargados de organizar el maratón revisaron palmo a palmo la zona que recorrerían los atletas y debieron descubrir ese bache oficialmente presentado como una coladera a desnivel y hacer que se pusiera a la misma altura del pavimento o, por lo menos, colocar alguna señal para que los atletas cambiaran de dirección. De cualquier forma, como apunté, queda la sospecha acerca de incumplimientos de la anterior administración en aras de la pregonada austeridad, como quedó en evidencia con los “ahorros” en el mantenimiento del Metro, en donde la situación extrema fue el desplome de un tramo de la Línea 12, accidente en el cual murieron casi treinta personas. La actual administración capitalina, encabezada por Clara Brugada, ha destacado su esfuerzo por mejorar ese vital transporte colectivo, en el que por cierto menudean las suspensiones y retrasos. La justificación es el embate de las fuerzas naturales, en particular el agua que, anega las vías y otras instalaciones, pero de cualquier manera resurge la inquietud acerca de la falta de mantenimiento que ahora se trata de suplir. “Yo no vacuno a mis nietos” Si un simple bache lleva a sospechas serias acerca del incumplimiento de las autoridades, resulta mucho más grave para los encargados de construir el segundo piso de la llamada Cuarta Transformación fue la revelación del secretario de Salud, David Kersenobich, acerca del aumento de los casos de sarampión. En la mañanera de ayer, el funcionario informó del aumento de contagios de sarampión en México y dio a conocer que se han presentado 4 mil 353 casos confirmados y 17 fallecimientos. Aclaró que más del 95 por ciento concentrados en Chihuahua, por lo cual “hemos establecidos cercos con programas de vacunación para evitar que se esparza”. El titular de Salud presentó, además, una tabla de contagios y casos confirmados se destaca que en la Ciudad de México solo se han presentado seis pacientes con sarampión y ningún fallecimiento, con corte al primero de septiembre. Explicó que, cuando se detecta un caso, se realiza una vigilancia activa y se aplica una intervención 25 manzanas alrededor del primer reporte. Luego advirtió que “necesitamos llegar al 95 por ciento de la población vacunada, con atención especial en los niños. Es un acto de protección, las vacunas son gratuitas y seguras”, agregó el secretario. Este último es el aspecto más importante, pues aunque la presidenta Sheinbaum se cuida mucho de hacer comentarios o exponer programas de trabajo que, de alguna manera, contradicen lo que hacía y sostenía su antecesor y caudillo, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, significa un cambio radical respecto de lo que pregonaba el anterior gobierno “moreno” acerca de las vacunas y de la forma de evitar contagios, pues en plena pandemia del Covid recomendaba, en vez de las vacunas, un simple “detente”, una estampita milagrosa que supuestamente era capaz de bloquear los virus que transmitían esa enfermedad que resultó tan mortal. Los especialistas que no se sometían a los designios de la llamada Cuarta Transformación señalaron que la política sanitaria aplicada en el gobierno del expresidente López, a cargo de Hugo López Gatell, quien fue apodado el “doctor muerte” -ahora recompensado con una beca en Suiza, como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud- causó miles de muertes que se pudieron haber evitado de cumplirse con las normas mínimas recomendadas por los auténticos especialistas. Esto no es una protesta o queja de la oposición, de acuerdo con una recopilación publicada por el Instituto Nacional de Salud Pública apenas el pasado 7 de febrero del presente año, el exceso de mortalidad, “por todas las causas, durante la emergencia de la Covid-19 durante el periodo 2020-2023 fue de 620,030 personas. Estos lamentables resultados fueron consecuencia de erróneas acciones, como la referida de emplear detentes y dejar de usar el cubrebocas, además de que, desde Palacio Nacional, se recomendaba reunirse y abrazar, con desprecio inicial de las vacunas, aunque esto se corrigió posteriormente de manera parcial por la presión de los auténticos especialistas. No fue total porque en el gobierno se dio preferencia a los aspectos políticos al dar preferencia a medicamentos provenientes de países como Rusia y Cuba que no tenían el reconocimiento de las autoridades sanitarias internacionales. De lo nacional ni hablar, pues hasta la fecha estamos en espera de la vacuna Patria ofrecida por el gobierno que no apareció a pesar de su nacionalista nombre. Muchas fallas, entre las cuales una de las que no se pueden pasar por alto es la declaración del secretario de Salud, Jorge Alcocer, que antes gozaba de gran prestigio profesional. “A mis nietos no los vacuno», declaró enfático el secretario de Salud de México sobre vacuna contra Covid-19, al comparecer ante la Cámara de Diputadas y durante su discurso mostró su postura en contra de vacunar a los niños y adolescentes en contra Covid-19. “Aquí mismo se solicita la vacunación, se amparan para vacunar a los niños y esto no está probado todavía, lo que sí está probado científicamente es que los niños tienen un sistema inmunológico de maravilla comparado con las fases posteriores en el desarrollo de su vida, y ¿cómo vamos a entorpecer ese aprendizaje de su sistema inmunológico que lo defenderá toda su vida con la llegada de una estructura totalmente inorgánica como es una vacuna?», explicó el funcionario, quien agregó que la vacuna a un menor de edad sólo debe aplicarse si padece alguna comorbilidad (alguna enfermedad)porque su sistema inmunológico no es muy fuerte. La declaración se dio al mismo tiempo de que en Estados Unidos un comité de asesores recomendaba que se autorizara el uso de emergencia de la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer para niños de entre 5 y 11 años. Ese rechazo a las vacunas se ha traducido en la reaparición de padecimientos supuestamente erradicados, como el sarampión al que se refirió el actual titular de Salud, el referido David Kersenovich. Pero, sobre todo, estos comentarios llevan al que ha sido uno de los problemas fundamentales de la llamada Cuarta Transformación: el desabasto de medicinas, que, de palabra, ha sido varias veces solucionado, pero en la práctica continúa la escasez, aunque en su mensaje del día 1 la presidenta Sheinbaum haya asegurado que durante el primer año de su gestión se logró el 90 por ciento de abasto de medicamentos en centros de salud y hospitales de todo el país.










