Reforma al amparo: Presidenta Sheinbaum Pardo y la defensa de la justicia para todos
Hans Salazar, Opinión domingo 21, Sep 2025HANS
- Se ha abierto un intenso debate en la opinión pública y en los círculos jurídicos
La reciente propuesta de reforma a la Ley de Amparo ha abierto un intenso debate en la opinión pública y en los círculos jurídicos del país. Mientras la oposición y algunos analistas han advertido que los cambios limitarían derechos, la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido con firmeza la necesidad de transformar este instrumento para evitar abusos, garantizar un verdadero acceso a la justicia y acabar con la utilización facciosa de un recurso diseñado originalmente para proteger al pueblo.
El amparo como privilegio
Desde hace décadas, el amparo se ha convertido en una herramienta que, en no pocos casos, deja de ser un mecanismo de protección de derechos para transformarse en un privilegio a favor de quienes cuentan con los recursos para pagar despachos de abogados influyentes. Empresarios multimillonarios, grandes corporaciones y actores políticos han utilizado suspensiones de amparo para frenar proyectos estratégicos de infraestructura, esquivar responsabilidades fiscales millonarias o retrasar la aplicación de normas que afectan sus intereses. Así, un recurso pensado para los más débiles terminó siendo escudo de los más poderosos.
La presidenta Sheinbaum ha señalado que no se trata de eliminar el amparo ni de debilitar derechos fundamentales, sino de impedir que siga siendo utilizado como un instrumento de chantaje contra el Estado mexicano y contra la sociedad. En esa lógica, limitar el uso indiscriminado de suspensiones -especialmente en casos donde lo que está en juego son recursos públicos o decisiones de interés colectivo- es una medida que busca equilibrar la balanza.
Una reforma para democratizar la justicia
El núcleo de la propuesta es claro: garantizar que el amparo regrese a su función original, proteger a las personas frente a abusos de autoridad, pero sin convertirse en un mecanismo para frenar el interés general. La presidenta Sheinbaum y su equipo han insistido en que la justicia debe estar al servicio de la mayoría, no de unos cuantos.
De ahí que el endurecimiento de requisitos para obtener suspensiones y la redefinición del “interés legítimo” deban interpretarse como un intento de ordenar la sobreutilización del recurso. Hoy en día, cualquier colectivo puede interponer amparos sin demostrar afectación real, con lo que se multiplican litigios que paralizan proyectos sociales y generan incertidumbre jurídica.
La importancia de la disciplina judicial
Otro aspecto central de la reforma es la armonización con los cambios constitucionales recientes al Poder Judicial. En un país donde históricamente los tiempos procesales se convierten en dilaciones interminables, la digitalización y la fijación de plazos más estrictos son pasos hacia una justicia más rápida y efectiva. Sheinbaum apuesta a que el Poder Judicial actúe con disciplina y sin retrasos que prolonguen injusticias.
Romper con los intereses intocables
No es casual que la discusión del amparo toque fibras sensibles. Casos como los de grandes consorcios deudores fiscales o de empresarios que buscan evadir sanciones ambientales son prueba de cómo el amparo se ha usado como blindaje de intereses privados. El ex ministro Arturo Zaldívar lo resumió recientemente: la reforma tiene una dedicatoria clara a quienes han abusado del sistema, entre ellos magnates como Ricardo Salinas Pliego, que han encontrado en el amparo un escudo para evitar el pago de sus deudas con el fisco.
Defender la reforma, por tanto, no es un capricho político, sino una apuesta por la justicia social. La presidenta está planteando que el interés de millones de mexicanos -que demandan servicios públicos, proyectos de infraestructura, protección ambiental y justicia fiscal- no quede secuestrado por amparos promovidos en beneficio de unos cuantos.
La oposición ha querido presentar la reforma al amparo como un ataque a los derechos humanos. Nada más lejos de la realidad. Lo que está en juego es si México seguirá permitiendo que un recurso nacido para proteger al pueblo se convierta en la herramienta legal de las élites para imponer sus privilegios. La Presidenta ha marcado una línea clara: el amparo debe servir a la justicia, no al abuso; debe defender a los ciudadanos de pie, no blindar a quienes concentran el poder económico.
La reforma puede y debe discutirse con responsabilidad, pero el rumbo es correcto: recuperar al amparo como instrumento de equidad y democracia, y ponerlo al servicio de la nación.
- Septiembre, un mes patrio y de intensa actividad presidencial
Por las nuevas características en el ejercicio presidencial, septiembre será más trascendente que en otros años y dejará una huella imborrable en la memoria colectiva de la Nación.
Primero, por el informe presidencial que debe entregarse en los primeros días del mes al Poder Legislativo para su análisis, cumpliendo con el mandato constitucional de rendir cuentas sobre el estado que guarda la República.
Posteriormente, el homenaje a las víctimas de los terremotos de 1985 y 2017, junto con el segundo simulacro nacional que incluyó escenarios de sismos, tsunamis y huracanes en las costas del Pacífico. En este ejercicio de Protección Civil participaron los 32 estados del país y más de ocho millones de personas, quienes se movilizaron para ensayar protocolos de ayuda y rutas de seguridad.
Con gran simbolismo, se realizó también la ceremonia oficial del Grito de Independencia el 15 de septiembre. Este acto se distinguió por ser ejemplo de paridad de género y por incorporar una nueva narrativa feminista: inolvidable, porque 215 años después de aquella gesta, una voz femenina resonó con fuerza suficiente para marcar el inicio de una nueva era.
Al día siguiente, el desfile militar del 16 de septiembre inauguró el liderazgo de la primera Comandanta al frente de las Fuerzas Armadas, en un acto que marcó un precedente histórico.
En el plano internacional, el mes incluyó la visita del primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien junto a la Presidenta Claudia Sheinbaum afinó acuerdos para fortalecer la relación bilateral en inteligencia, seguridad, comercio, así como en la protección y el trato digno hacia las mexicanas y mexicanos que residen en ese país.
Para cerrar septiembre, la Presidenta emprendió la presentación de su primer informe de gobierno en formato itinerante, recorriendo 23 estados de la República y concluyendo este domingo en Quintana Roo. Posteriormente, se espera que el primero de octubre encabece un acto conmemorativo por el aniversario de su primer año de gobierno.
Como puede observarse, la Presidenta trabaja todos los días sin escatimar esfuerzos para construir una nueva visión de país. Sumemos a ese esfuerzo un granito de buena voluntad y acompañamiento ciudadano, porque hay dirección: la Presidenta lleva el timón en la segunda fase de la Cuarta Transformación.
- Los 43, el presente histórico
- Nunca más
- Esclarecer qué pasó con los estudiantes, su paradero, una respuesta necesaria
- La presidenta Claudia Sheinbaum se ha reunido en cinco ocasiones; hay avances
- Llamarán a expertos de la ONU
- Una herida que no termina de cerrar
- Con la nueva Corte de Justicia de la Nación se abre otra posibilidad de encontrar la verdad
Los 43 son una herida que debe sanar. Por la salud social y la del Estado, es imprescindible que se conozca la verdad, por más dura que sea esa realidad.
A las familias, desde esta visión periodística, les decimos que estamos con ellas en su lucha por la búsqueda y aparición de los jóvenes normalistas, así como por la aplicación de la justicia a quienes hayan participado y sean legalmente responsables.
El Estado mexicano mantiene una deuda pendiente desde aquella noche del 26 de septiembre de 2014. Los estudiantes, que se preparaban para conmemorar el 2 de octubre, tomaron camiones en la central de autobuses de Iguala para resguardarlos y después trasladarse a la Ciudad de México.
La operación, fallida desde el principio, enfrentó resistencia primero de personal de seguridad y después de la policía municipal. Los camiones fueron perseguidos por las estrechas calles de Iguala y atacados a balazos con la intención de detenerlos, criminalizando sus actos según los reportes oficiales.
La noche cubrió las rutas y, según testimonios de sobrevivientes recogidos en 2015 por el periodista Virgilio Caballero en el programa Reflexionando Guerrero, grupos de paramilitares se sumaron a la agresión. Algunos estudiantes fueron detenidos en la comisaría municipal y otros llevados al hospital; ahí se pierde el rastro de muchos. Versiones posteriores señalaron la participación de elementos del Ejército y de grupos delictivos locales.
Con el paso de los años, más de cien elementos de corporaciones legales e ilegales han sido mencionados en diversas narrativas. Sin embargo, la verdad se diluye entre versiones contrapuestas: la llamada “verdad histórica” que reduce todo a un basurero; acusaciones de siembra de pruebas por un fiscal prófugo en Israel; e investigaciones que terminan en guiones inconclusos y sin pruebas sólidas. También se documenta la labor de peritos argentinos, criticada y politizada.
A falta de una versión final legal e institucional, el caso se ha convertido en un mosaico de narrativas. Se han escrito libros, rodado documentales y hasta producido una serie en HBO, sin que se cierre el círculo de justicia.
La Presidenta y Ayotzinapa
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó recientemente que se ha reunido en cinco ocasiones con los padres de los normalistas y aseguró que “hay avances”. También informó que expertos de la ONU serán convocados para fortalecer la investigación.
Advirtió, sin embargo, que no se puede juzgar a toda una institución por las acciones indebidas de algunos de sus elementos, y pidió esperar a los resultados de las pesquisas.
La nueva Corte y Ayotzinapa
El nuevo ciclo de impartición de justicia abre la posibilidad de revisar el caso bajo otro criterio, donde el interés del pueblo pese más que la corrupción o la influencia de los poderes fácticos.
Es tiempo de construir una justicia sin simulaciones, apegada a la Constitución y con autonomía real. Por la salud de la República, por las familias de los normalistas y por los derechos del pueblo, es imprescindible llegar a la verdad, la única verdad.











