Rafael Marín Mollinedo encabeza las encuestas para Quintana Roo
Quintana Roo domingo 12, Oct 2025
DERECHO DE REPLICA José Luis Montañez
- También están Eugenio Segura, Cristina Torres, Marybel Villegas, Estefanía Mercado y Ana Paty Peralta

Además de Rafael Marín Mollinedo, en la lista de aspirantes se mencionan a Eugenio Segura, Cristina Torres
Rafael Marín Mollinedo, actual director de Aduanas, ex director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y colaborador de Andrés Manuel López desde hace décadas, encabeza las encuestas para gobernar Quintana Roo a partir de 2027.
Fundador de Morena en Quintana Roo y nacido en Tabasco, Marín Mollinedo ha hecho carrera política al lado de su paisano y ex Presidente de la República, quien le ha conferido cargos importantes tanto en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, como en el gobierno federal.
Rafael es uno de los hombres más cercanos a AMLO y en la elección pasada para jefe del Ejecutivo estatal, por equidad de género, los morenistas postularon a Mara Lezama, quien hoy gobierna la entidad.
La lista de aspirantes a QR es ya larga, pero se mencionan al senador Eugenio Segura, Cristina Torres, actual secretaria de Gobierno estatal; la diputada Marybel Villegas Canché, así como a las alcaldesas de Playa del Carmen y Cancún, Estefanía Mercado y Ana Paty Peralta, respectivamente.
Tulum en crisis turística: comerciantes piden perdón
Tulum, uno de los destinos más emblemáticos de la Riviera Maya, atraviesa una profunda crisis turística. Lo que hasta hace pocos años era sinónimo de lujo, playas paradisíacas y una vibrante vida nocturna, hoy muestra un panorama desolador: playas vacías, hoteles con baja ocupación, restaurantes sin comensales y comerciantes que, en un giro inédito, han comenzado a pedir disculpas públicas a los turistas por los malos tratos y los precios desproporcionados que caracterizaron al destino en los últimos años.
Según datos del Sistema de Información Turística de Quintana Roo, la ocupación hotelera en Tulum ha registrado una caída sostenida. Durante la semana del 26 de julio al 1 de agosto de 2025, la ocupación fue del 62.6%, ya por debajo de otros destinos del estado como Cancún o Isla Mujeres. Sin embargo, entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre, la cifra descendió aún más, alcanzando apenas un 54.2%, lo que representa una baja del 8.4% en tan solo dos meses.
La situación es aún más crítica en el centro de Tulum, donde la ocupación hotelera durante el verano apenas alcanzó el 15%, mientras que en la zona costera fue de un 30%. Además, los vuelos hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto han disminuido entre un 30% y 40%, reflejando la pérdida de interés por parte de los viajeros nacionales e internacionales.
Diversos factores han contribuido a esta debacle. Entre ellos destacan los precios excesivos en hospedaje, alimentos y servicios, así como el mal trato reportado por turistas, especialmente nacionales. A esto se suma la presencia persistente de sargazo en las playas y preocupaciones por la seguridad en la región.
La percepción de que Tulum se convirtió en un destino exclusivo y excluyente, con tarifas que superaban los estándares incluso de destinos internacionales, ha generado un fuerte rechazo en redes sociales. Videos y publicaciones muestran calles vacías y locales comerciales cerrados, mientras algunos comerciantes han optado por grabar mensajes pidiendo disculpas y ofreciendo promociones para atraer nuevamente a los visitantes.
La situación ha escalado al punto de que la presidenta Claudia Sheinbaum solicitó a la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, atender el caso de Tulum. La mandataria reconoció la necesidad de revisar las políticas turísticas y de desarrollo en la zona para evitar que el modelo de turismo depredador continúe afectando a la comunidad local y al medio ambiente.
Por su parte, empresarios y habitantes han comenzado a organizarse para replantear el modelo turístico del municipio. Se han propuesto medidas como establecer tarifas más accesibles, mejorar la atención al cliente y garantizar el acceso libre a las playas, en un intento por recuperar la confianza del turismo nacional e internacional.
La crisis de Tulum no solo es económica, sino también simbólica. Representa el agotamiento de un modelo basado en la exclusividad, la especulación inmobiliaria y la falta de regulación. Hoy, el destino enfrenta el reto de reinventarse, recuperar su esencia y reconciliarse con los visitantes que alguna vez lo convirtieron en un ícono del Caribe mexicano.
Sobreprecios y agresiones de taxistas
Es así que, en los últimos meses, Tulum ha dejado de ser sinónimo de paraíso caribeño para convertirse en un foco de denuncias por abusos a turistas. Desde precios desorbitados en restaurantes y clubes de playa hasta agresiones por parte de taxistas, los casos más notorios han encendido las alarmas entre autoridades, empresarios y visitantes.
Uno de los principales motivos de quejas son los costos excesivos en productos y servicios. Restaurantes, hoteles y clubes de playa han sido señalados por cobrar tarifas que superan los estándares internacionales. En algunos casos, turistas han reportado cuentas de hasta 10 mil pesos por comidas simples o consumos mínimos obligatorios en zonas de playa.
Además, se ha documentado el cobro de hasta 450 pesos por persona para acceder a playas públicas a través del Parque Nacional El Jaguar, lo que ha generado indignación entre visitantes nacionales que esperaban disfrutar libremente del litoral.
Por otro lado, los servicios de transporte han sido otro punto crítico. Diversos reportes señalan que taxistas locales cobran tarifas que superan el costo de vuelos nacionales, especialmente en traslados desde el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto hacia la zona hotelera.
Los abusos han tenido consecuencias directas: la ocupación hotelera cayó hasta un 10% en algunas zonas durante el otoño de 2025. Comerciantes locales han comenzado a pedir disculpas públicas y ofrecer descuentos para recuperar la confianza de los visitantes.











