Todavía gran parte de la población vive en la pobreza
Miguel Ángel Rivera, Opinión miércoles 15, Oct 2025
CLASE POLÍTICA Miguel Ángel Rivera
Como siempre, cuando se trata de datos optimistas, la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo presumió que el gobierno de la llamada Cuarta Transformación había logrado sacar de la pobreza a 13.4 millones de personas y, en consecuencia, se disgustó porque los medios no le habían dado suficiente revuelo a esa muy optimista perspectiva.
Lo peor, para la mandataria, es que no se le concedió suficiente crédito a su antecesor y caudillo, el presidente López, pues las cifras comprenden el periodo 2018-2024, es decir, el sexenio durante el cual el político tabasqueño gobernó nuestro país.
Recientemente, la mandataria mexicana explicó que en 2008 se tenía el registro de 49.5 millones de mexicanas y mexicanos que vivían en pobreza y en 2014, durante la administración de Felipe Calderón, este indicador llegó hasta 55.3 millones de personas, equivalente a 46.2% de la población total.
Asimismo, destacó que, en 2018, al inicio de la administración del exmandatario Enrique Peña Nieto, se registraron 51.9 millones de personas en pobreza y para 2024 esta cifra se redujo a 38.5 millones de personas (29.6% del total de población), lo que representa una reducción de 13.4 millones de personas quienes superaron esta condición.
“Todavía tenemos que avanzar, sí, el que 30% de la población viva en pobreza, evidentemente tenemos que seguir avanzando”, señaló la presidenta.
También destacó, respecto a la pobreza extrema multidimensional, que 12.3 millones de mexicanas y mexicanos se ubicaron en esta condición en 2008, equivalente a 11% de la población total, mientras que para 2024 se redujo a 7 millones, lo que representa 5.3% de la población total.
Según nota del Sistema Público de Radiodifusión (SPR), es decir, la red de medios oficiales, la mandataria sostuvo que «esta reducción de la pobreza es una hazaña de la Cuarta Transformación demuestra que el modelo funciona, porque redujo la pobreza y, además, la desigualdad, es decir hay mayor distribución de la riqueza», puntualizó la presidenta.
Finalmente, la mandataria resaltó que esta reducción responde, entre otros factores, al incremento en el salario mínimo, a los programas de bienestar y al acceso a los derechos, y destacó que este indicador muestra que el proyecto humanista de su gobierno ha permitido la reducción de la pobreza y confió en que se seguirá avanzando en estos niveles.
Lo que la jefa del Ejecutivo Federal no tuvo en cuenta es que todo medio informativo que se precia de su calidad profesional siempre pone en duda los informes que recibe, inclusive de las fuentes que se consideran más confiables.
En esta oportunidad, la gobernante mexicana dio como fuente (irrebatible) al afamado Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), una institución que ha dado reiteradas pruebas de realizar un trabajo ajustado a las más rigurosas normas académicas.
Sin embargo, en este caso, especialistas consultados por los medios de comunicación no oficiales ni oficialistas advirtieron que las muy optimistas cifras mencionadas por la presidenta (con A) se deben en buena medida a que el Inegi modificó la metodología para medir la pobreza.
Al respecto, no se puede olvidar que el Inegi, que durante toda su vida gozó de total autonomía de criterio y de procedimientos, sufrió una transformación como resultado de las múltiples reformas legales promovidas por la llamada Cuarta Transformación gracias a su amplia mayoría en el Congreso concedida al gobierno federal por los incondicionales Instituto Nacional Electoral (INE) y Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Como resultado de esos cambios impuestos por la mayoría oficialista en el Poder Legislativo, el Inegi relevó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), un organismo también totalmente autónomo que mdía con todo rigor diversas manifestaciones de la vida del país, de manera destacada los avances o retrocesos en el combate a la pobreza.
Luego de este cambio surgió la “sorpresa”: el gobierno de la llamada Cuarta Transformación logró una casi milagrosa recuperación al sacar a la pobreza a los más de 13 millones de personas presumidas por la presidenta (con A).
Como apunté, los especialistas pusieron pronto en evidencia el cambio.
Por ejemplo, una nota del diario La Crónica da cuenta de un estudio del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Equidad (Equide) de la Universidad Iberoamericana, en el cual los estudiosos advierten que han observado elementos que requieren un análisis más detallado de la fuente de información y/o de la forma de aplicar la metodología para medir pobreza para preservar la continuidad y comparabilidad de sus resultados.
“Aunque el Inegi sostiene que ha mantenido la metodología de CONEVAL, hemos identificado ciertos ajustes técnicos que representan cambios respecto a ejercicios anteriores. Algunos derivan de modificaciones en la fuente de información -la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH)-, mientras que otros provienen de decisiones adoptadas para dar continuidad a los indicadores que antes publicaba el ConevaL”.
La nota agrega que el artículo firmado por los académicos Graciela Teruel, Pablo Gaitán, Gerardo Leyva, Edgar Martínez y Víctor Pérez, señala los puntos de duda. “Despejar estas dudas no solo aumentaría la claridad de la información, sino que también potenciaría su valor para el diseño y la evaluación de políticas públicas orientadas a reducir la pobreza en México”.
El artículo “INEGI toma la estafeta: radiografía y debate sobre la medición de la pobreza”, firmado por varios miembros de Equide recuerda que, si bien en sus comunicados previos, la presidencia del Inegi afirmó que esta transición preservaría la metodología desarrollada y utilizada por el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Sin embargo, “aunque el INEGI sostiene que ha mantenido la metodología de CONEVAL, hemos identificado ciertos ajustes técnicos que representan cambios respecto a ejercicios anteriores. Algunos derivan de modificaciones en la fuente de información —la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH)—, mientras que otros provienen de decisiones adoptadas para dar continuidad a los indicadores que antes publicaba el Coneval”.
Pero, aunque el sistema de medición de la pobreza se mantengan igual, los resultados del Inegi exhibidos elogiosamente por la presidenta Sheinbaum, pueden interpretarse de otra manera y llevar a conclusiones diferentes.
En ese sentido un dato relevante es el de los ingresos.
Por ejemplo, según la misma fuente, el INEGI, el 40.1% de la población ocupada en México, que son aproximadamente 23.6 millones de personas, ganaron hasta un salario mínimo durante los primeros trimestres de 2025, o sea, en ese sector se incluye a personas que ganan menos del mínimo.
Cabe precisar que el mínimo en 2025 equivale a 8,480.17 pesos mensuales en casi todo el país, con excepción de la Zona Libre de la Frontera Norte, en donde el salario mínimo es de 12,771.35 pesos mensuales.
Al respecto, no se necesitan analistas con alto grado académico. Cualquier ama de casa puede dar testimonio válido de que ese dinero no alcanza para satisfacer los requrimiento mínismo de una familia, pues además de los alimentos se deben considerar otras obligaciones, como vivienda, educación, salud, transporte y otros que no representan ningún lujo.
La canasta básica alimentaria y no alimentaria requiere unos 16,421 pesos mensuales para una familia, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto en los Hogares (ENIGH) de 2024.
En la práctica, una familia de cuatro personas podría necesitar alrededor de 25,200 pesos al mes para vivir dignamente sin lujos, de acuerdo con el Colectivo Vida Digna
Otras fuentes indican que una familia en la Ciudad de México, por ejemplo, puede requerir más de $60,000 pesos mensuales para cubrir todos sus gastos.
Esto, sin considerar otros egresos, como medicamentos, que no cubre ninguna institución oficial.
Estos indicadores no considerados en la propagandística información de la presidenta Sheinbaum, fueron destacados por el economista Mario de Constanzo en su programa de la televisora independiente, vía Internet, Atypical TV.











