Productores de José María Morelos están en crisis por la falta de mercado
Quintana Roo jueves 30, Oct 2025- En la comunidad de Kancabchén
- Afirman que los precios ofrecidos por intermediarios no cubren ni los costos de inversión

Campesinos de la comunidad de Kancabchén, en José María Morelos, viven una severa crisis económica.
Por redacción DIARIOIMAGEN
José María Morelos.- Campesinos de la comunidad de Kancabchén, en José María Morelos, viven una severa crisis económica ante la falta de canales de comercialización y la presencia de ‘coyotes’ que compran sus productos a precios injustos.
Durante la actual temporada de cosecha, productores de maíz, calabaza, cítricos, chile, jícama y frijol han visto cómo sus esfuerzos se traducen apenas en ingresos mínimos. Según declaraciones de Julio César Cab Gómez, subdelegado de la comunidad, gran parte de la producción se destina al autoconsumo, ya que los precios ofrecidos por los intermediarios no cubren ni los costos de inversión.
“El precio de la pepita de calabaza está en 35 pesos el kilo, y el cítrico se compra entre 25 y 30 pesos la caja pequeña. Apenas se recupera la inversión”, señaló Cab Gómez. Los llamados ‘coyotes’ —intermediarios que compran directamente en las comunidades rurales para revender en zonas urbanas— se aprovechan de la falta de infraestructura y transporte, imponiendo precios bajos y condiciones desfavorables.
Uno de los principales obstáculos para los productores es el alto costo de trasladar sus cosechas a destinos turísticos como Playa del Carmen o Cancún. Un solo viaje puede superar los 3 mil pesos en flete y gasolina, lo que vuelve inviable la venta directa en mercados más rentables. Esta situación ha desmotivado a muchos campesinos, quienes ven cómo su trabajo se devalúa año con año.
Además, la falta de centros de acopio, redes de distribución y apoyo institucional ha limitado las posibilidades de comercialización justa. “No hay mercado, no hay apoyo, y los coyotes se aprovechan. Así no se puede vivir del campo”, lamentó uno de los productores entrevistados por medios locales.
La crisis ha generado un efecto dominó en la región: jóvenes migran a otras ciudades en busca de empleo, las tierras se abandonan o se venden, y la producción agrícola se reduce. De acuerdo con datos del INEGI, cerca del 80 % de los habitantes de José María Morelos viven en condiciones de pobreza, lo que agrava la vulnerabilidad del sector rural.
Organizaciones campesinas han solicitado al gobierno estatal y municipal la creación de programas de comercialización directa, subsidios para transporte y vigilancia contra prácticas abusivas. También se ha propuesto establecer mercados comunitarios y cooperativas que permitan a los productores negociar mejores precios.
La situación en José María Morelos refleja una problemática estructural que afecta a muchas comunidades rurales en México: falta de acceso a mercados, dependencia de intermediarios y ausencia de políticas públicas efectivas. Sin una intervención urgente, los productores seguirán enfrentando condiciones precarias que amenazan la viabilidad del campo como fuente de sustento.
Productores agrícolas en números rojos
Un rayo provocó la quema de un transformador en la zona agrícola Tumben Kaáx, dejando a 16 productores sin energía eléctrica para sus cultivos de papaya, chile y elote. La emergencia obligó a una inversión urgente de más de 65 mil pesos, que los campesinos tuvieron que cubrir mediante endeudamiento.
La comunidad agrícola de Tumben Kaáx, ubicada en la cabecera municipal de José María Morelos, Quintana Roo, enfrenta una severa crisis tras la quema de un transformador eléctrico que abastecía de energía a los sistemas de riego. El incidente ocurrió hace dos semanas, cuando un rayo impactó el pararrayos de la zona, provocando daños irreparables al equipo.
Audomaro Uc Colli, productor local, relató que el siniestro dejó a los agricultores al borde de la pérdida total de sus cosechas. “Estuvimos a punto de la quiebra. Sin energía, no podíamos regar ni mantener los cultivos. Fue una situación desesperante”, declaró.
Ante la emergencia, los productores solicitaron apoyo al presidente municipal Erick Borges Yam, quien ofreció asistencia técnica. Sin embargo, la reparación del transformador costaba 35 mil pesos, y su reemplazo ascendía a 65 mil 780 pesos. Tras evaluar los riesgos, los campesinos decidieron adquirir un equipo nuevo, financiado mediante préstamos personales y aportaciones comunitarias.
La falta de energía afectó directamente la producción de papaya, chile y elote, cultivos que representan el principal sustento económico de las familias de Tumben Kaáx. La interrupción del riego durante varios días puso en riesgo la calidad y el volumen de la cosecha, lo que podría traducirse en pérdidas de ingresos durante el cierre de año.











