El crecimiento urbano arrasa con áreas naturales del estado
Quintana Roo miércoles 12, Nov 2025- Expansión de ciudades turísticas
- En los últimos 15 años, Q. Roo perdió 200 mil hectáreas de selva debido a la urbanización

La selva quintanarroense enfrenta una pérdida acelerada de vegetación debido al avance de desarrollos inmobiliarios y la expansión de ciudades turísticas como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Por redacción DIARIOIMAGEN
Cancún.- La selva de Quintana Roo, uno de los ecosistemas más valiosos del Caribe mexicano, enfrenta una pérdida acelerada de vegetación debido al avance de desarrollos inmobiliarios y la expansión de ciudades turísticas como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Lo que antes eran corredores verdes que conectaban cenotes, fauna silvestre y reservas ecológicas, hoy se transforma en fraccionamientos, complejos hoteleros y vialidades que modifican de forma irreversible el paisaje y el equilibrio ambiental del estado.
La demanda de vivienda, infraestructura turística y servicios presiona directamente las áreas de selva. Esta situación ha generado la pérdida progresiva de cobertura vegetal y afecta los sistemas ambientales de la región.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2022 y 2024 se registró una reducción constante de superficie forestal en zonas periurbanas, especialmente en la franja comprendida entre Cancún y Tulum.
La fragmentación dificulta la conservación de la fauna
La Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (Sema) señala que el crecimiento poblacional y el mercado turístico son los principales factores que impulsan esta transformación del territorio.
En Playa del Carmen y Tulum la expansión para uso habitacional, comercial y turístico fragmentó la selva baja caducifolia, generando la pérdida de corredores biológicos que sirven de paso a especies como el jaguar, el venado cola blanca y diversas aves de la región.
Especialistas del Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas advierten que esta fragmentación dificulta la conservación de la fauna y compromete la capacidad de regeneración del ecosistema.
La deforestación afecta también el sistema hidrológico. La selva funciona como regulador natural que permite la filtración del agua hacia los mantos acuíferos y cenotes.
Sin su cobertura, el suelo se compacta y la filtración se reduce, lo que incrementa el riesgo de contaminación en cuerpos subterráneos y disminuye la calidad del agua disponible para consumo humano.
Pérdida de vegetación en riviera maya se aceleró: Cemda
En un comparativo breve de los últimos tres años, informes del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) indican que la pérdida de vegetación en la Riviera Maya se aceleró: En 2022 el avance urbano afectó principalmente áreas aisladas.
En 2023, se observó la consolidación de nuevos corredores urbanos y para 2024 se registraron proyectos de alta densidad que implican cambios de uso de suelo más extensos.
Mientras tanto, asociaciones ambientales y académicos solicitaron reforzar los criterios de planeación territorial.
Proponen integrar estudios de impacto acumulativo, pues muchas afectaciones no provienen de un solo proyecto, sino de la suma de múltiples construcciones pequeñas sin evaluación conjunta.
La presión sobre la selva continuará mientras la demanda turística se mantenga, ya que en los últimos 15 años, Quintana Roo perdió 200 mil hectáreas de selva debido a la urbanización según la secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano Sustentable (Sedetus).
Urbanistas aseguraron que las autoridades estatales y municipales enfrentan el reto de equilibrar el desarrollo económico con la conservación ambiental, evitando que la expansión urbana irreparable comprometa la base natural que sostiene al propio sector turístico.











