Hallan restos de sacrificios humanos prehispánicos en Tlaxcala
Cultura miércoles 17, Mar 2010Especialistas del INAH descubrieron diversos entierros humanos con evidencias de cremación; se presume que fueron parte de un ritual
Tlaxcala, Tlaxcala.- Asociados con el inframundo y el regreso a las ciudades míticas, como Tollan y Aztlan, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron diversos entierros humanos de la cultura tlaxcalteca con evidencias de cremación.
Por la forma en que fueron hallados, se presume que fueron parte de un ritual hecho entre 1450 y 1519, antes de la Conquista, y se hallan cerca de la Barranca de Tlacuetla, la cual estaba dedicada a actividades relacionadas con el otro mundo.
Los restos humanos incinerados fueron hallados en la mencionada barranca, ubicada en la población de San Lucas Cuauhtelulpan, municipio de Tlaxcala, donde arqueólogos del INAH han realizado labores de salvamiento por más de un año por la construcción de un libramiento.
Estas labores, destacó el instituto, han permitido también el hallazgo de más de una veintena de piezas de cerámica policromada, como copas y vasos prehispánicos, algunos de los cuales contenían huesos humanos cremados.
El arqueólogo Eduardo Contreras Martínez, responsable del trabajo, detalló que en total se registraron cinco depósitos, dos de los cuales han sido explorados totalmente. “Contenían restos humanos que por sus características se sabe corresponden al periodo Posclásico Tardío, época de auge de la cultura tlaxcalteca”.
En uno de los dos, abundó, se hallaron poco más de 10 kilogramos de hueso humano cremado y restos de un cráneo con la mandíbula desplazada hacia la derecha, debajo de éste se encontró una pequeña jarra policroma de tipo Azteca II.
Mientras que en el segundo se hallaron cuatro tumbas, cada una de las cuales contenía los restos óseos de dos adultos y dos infantes, dijo al comentar que los primeros se ubicaron en posición flexionada; uno de ellos mostraba fractura craneal, así como una fisura en el hueso del brazo derecho.
El arqueólogo detalló que los restos óseos se encontraron asociados a diferentes piezas de cerámica policroma de estilo mixteco: platos, cajetes, vasijas chicas y de gran tamaño, que en la época precortesiana eran intercambiadas por otros productos, principalmente para rituales.
Los restos del par de infantes se encontraron cremados, de la cadera hacia abajo, en tanto que el cráneo y el pecho fueron hallados en buen estado, anotó al tiempo que dijo que uno de los rostros estaba cubierto con un cajete.
En Tlaxcala “esta cerámica ha sido hallada en contextos rituales de importancia, así como también está asociada con la discusión del lugar de origen de uno de los mas importantes códices prehispánicos: el Borgia”, indicó el arqueólogo del Centro INAH Tlaxcala.
Cabe mencionar que para los antiguos tlaxcaltecas la cerámica era un importante medio de expresión ideológico, asociado con actividades de índole ritual, como lo demuestran estos vestigios.
“Las barrancas estaban asociadas con el inframundo y con el regreso a las ciudades míticas como la de Tollan y Aztlan, siempre abundantes de agua, peces y maíz”, puntualizó al destacar que estos entierros evidencian una gran celebración con el uso del fuego.
“Hallamos una fuerte cantidad de carbón que fue utilizado en el momento que se realizaron los rituales y las cremaciones; por su ubicación se cree que fueron dedicadas a la misma barranca, como si se tratase de ofrendas de consagración.
“En el México prehispánico se sabe que a ciertas lagunas, ríos, montañas y remolinos de agua les realizaban ceremonias y depositaban ofrendas. Las barrancas eran parte de esta amplia concepción del paisaje ritual del mundo precortesiano”, abundó.
El investigador del INAH comentó que en el resto de los tres depósitos que aún no se exploran se tienen evidencias de restos óseos y de algunos objetos que datan de la época colonial.
Entre tales piezas destacan algunas figurillas de franciscanos y de monjas, así como hojas de cuchillos de hierro, “lo que nos indica que en este lugar aún después de la Conquista se siguieron realizando ceremonias y sacrificios con motivos prehispánicos”, concluyó.