Alerta roja
Ramón Zurita Sahagún miércoles 13, Jun 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Catorce entidades del país elegirán, en comicios concurrentes con los federales, autoridades locales el 1 de julio.
Varios de esos estados viven en un clima de inseguridad pública alta, que alcanzan niveles de preocupación.
Es cierto que los comicios federales –incluida la Presidencia de la República- se efectuarán en todo el país, siendo que en varios estados el clima de violencia puede contribuir a una baja participación electoral, pero también lo es que los comicios locales son más atractivos para la delincuencia organizada.
De las 14 entidades con comicios locales, Morelos, Nuevo León, Jalisco, Guerrero, Colima y Sonora, muestran una gran descomposición social, provocada por la presencia de los grupos criminales. Tres de esos estados, Morelos, Nuevo León y Guerrero, son considerados dentro del paquete de entidades más peligrosas del país, al nivel de Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Chihuahua o Durango. De esos tres estados, solamente en Morelos se elegirá nuevo gobernador, además de alcaldes y diputados locales, mientras que en los otros dos (Nuevo León y Guerrero) el relevo será de presidentes municipales y Congreso local. Sin embargo, la alerta se encuentra prendida, para evitar que los comicios puedan contaminarse por la participación de los grupos criminales.
Morelos se ubicó desde hace varios lustros como uno de los estados refugio de los capos de los cárteles de la droga y de otras bandas criminales, con fuertes sospechas de contubernio de las autoridades estatales y municipales.
En diversas ocasiones, jefes policíacos del estado han sido detenidos, mientras que criminales buscados en todo el país y hasta el extranjero fueron aprehendidos o hasta abatidos en esa entidad.
Morelos ha sido gobernada consecutivamente por dos administraciones (Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo) emanadas de Acción Nacional, mismo tiempo que este partido lleva en la administración pública federal.
Los resultados no han sido los mejores y los grandes problemas de inseguridad que padece la población repercuten sensiblemente entre los ciudadanos que han dejado ver que el partido gobernante no lo seguirá siendo.
Esa misma situación se vive en Jalisco, donde tres administraciones estatales panistas (Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez) parecen haber bastado para que los electores reconsideren y busquen mejores opciones.
Jalisco es otra de las entidades, en las que la delincuencia sentó sus reales desde hace mucho tiempo, manteniendo una intermitencia con grandes hechos violentos y espaciados momentos de paz. En ambos estados (Morelos y Jalisco) se vive una alerta roja ante el riesgo de que estalle la violencia en el momento más inesperado.
Guerrero es de por si un estado con añejos problemas de violencia, recrudecida ante la presencia de las organizaciones criminales que dejan sentir su presencia por toda la entidad.
En este estado se elegirán –como en el resto del país Presidente de la República, diputados y senadores- alcaldes y diputados locales, comicios que despiertan la pasión y generan, en menor grado hechos violentos, pero la notoria presencia de los grupos delincuenciales hacen que la entidad viva un doble riesgo. Nuevo León se encuentra permeado por los grupos criminales aposentados desde hace cuando menos tres administraciones estatales en ese estado. El primero de julio renovará autoridades locales, al tiempo de elegir a las federales.
Diputados locales y alcaldes de los distintos municipios, muchos de ellos bajo el hostigamiento de los grupos criminales.
La entidad vive en una zozobra constante, ante la indiferencia de las autoridades estatales encabezadas por militantes del PRI.
El gobierno de Rodrigo Medina de la Cruz ha sido señalado en diversas ocasiones por su desapego y omisión para brindarles seguridad a los ciudadanos. Sonora y Colima son dos estados en los que también se harán comicios concurrentes, aunque solamente en el ámbito local (ayuntamientos y Congreso) y en los que la delincuencia organizada se deja sentir en forma constante.
El primero de los estados es gobernado por el PAN, luego de que la tragedia de la guardería ABC provocará un revés al entonces gobernante PRI.
La presencia de los grupos delincuenciales ocurre, principalmente, en los puntos fronterizos, mientras que Colima (gobernado por el PRI) está considerado como una entidad infiltrada por los grupos de la delincuencia organizada, con violencia generalizada que ya costó la vida a un ex gobernador y otros funcionarios gubernamentales.
En esa entidad se localiza Manzanillo, puerto donde se han realizado grandes decomisos de droga, lo que deja constancia de la presencia de los grupos de la delincuencia organizada. En el resto de las entidades con comicios locales, la violencia se hace notar, aunque no al mismo nivel que en las otras.
Estado de México, Distrito Federal, San Luis Potosí, Chiapas y Tabasco, mantienen niveles un poco por encima de la media, pero nada alarmantes, mientras que Yucatán, Campeche y Querétaro, se sitúan como de las entidades con menos violencia.
Dos estados (Guerrero y Chiapas) registran ya violencia relacionada con los comicios, aunque pueden ser tachados de actos asilados.
En Guerrero, un candidato a diputado local del PRD (partido gobernante) fue asesinado fuera de su domicilio y en Chiapas, un activista de Acción Nacional sufrió las mismas consecuencias, con la salvedad de que el agresor sospechoso es el propio candidato del PRI.
Y aunque en esos estados se mantienen los focos rojos de alerta por la efervescencia de los comicios locales, los federales también generan duda, especialmente en aquellas entidades en que la presencia de los grupos delincuenciales es más notoria. Tamaulipas, Veracruz, Durango, Coahuila, Michoacán, Sinaloa, Chihuahua, Baja California, son entre otros estados, los que se mantienen bajo observación en virtud de concentrar los grupos más peligrosos del crimen organizado.