Ya ven la meta
¬ Juan Manuel Magaña martes 19, Jun 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Sólo quedan dos candidatos en la recta final: Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador. Ambos le han sacado a Josefina por lo menos una vuelta, si no es que dos. Y el señor Quadri… bueno, pues ese quién sabe por dónde andará.
Se viven los momentos más delicados del proceso: los últimos desesperantes días y el día de la elección.
Si todo mundo se comporta, habrá vencedor el domingo en cuestión, salvo que hubiera empate. Si las cosas salen mal, habrá conflicto sobre mucha gasolina regada.
Los punteros van sorteando fricciones de militantes, simpatizantes o simuladores, y hacen llamados a no caer en la provocación.
Con el hecho de que ambos candidatos tendrán representantes en el ciento por ciento de las casillas, en éstas hará mucho calor el día de la elección y los ánimos podrían caldearse.
Más en los municipios, donde los cacicazgos y los que van por alcaldías son muy apasionados, y más si están conectados con el crimen.
Se habla de siete entidades clave en este proceso porque son concentradoras del voto: México, DF, Veracruz, Jalisco, Oaxaca, Guerrero y Puebla. Pero Morelos y Chiapas despiertan también codicia.
No por ello no hay que tener cuidado con el resto: está la guerra de los narcos atizada por Felipe Calderón.
La guerra sucia se recrudece y afloran las peores mañas. Está la resistencia apasionada o insana de quienes temen perder el poder o no conseguirlo.
Y está la efervescencia juvenil de las últimas semanas, que algunos ven como si fuese una conspiración.
Lo que ya es prácticamente un hecho, es que ya no habrá un presidente que triunfe por amplio margen y tampoco habrá una mayoría absoluta en el Congreso.
Peña y AMLO deben saber que en ésta no pueden acabar con la vajilla porque después en qué van a comer.
Y es tanta la presión social, son tantas las demandas legítimas por satisfacer, que uno solo no podrá con el paquete, si no es con acuerdos.
Por eso desde ahora es responsabilidad de los punteros la estabilidad económica y política del país, para que puedan empezar a arreglar el maltrecho país que Calderón y Fox les dejarán.