Un vecino peligroso
Alberto Vieyra G. martes 22, Feb 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“El colapso institucional en México se convirtió en una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Es la sesuda conclusión a la que han llegado congresistas norteamericanos, republicanos y demócratas, quienes han exigido al gobierno de Joseph Biden apretar tuercas al Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, cuya estrategia de “abrazos y no balazos” ha permitido que México se convierta en tierra de nadie en la que los grupos delincuenciales se pavonean exhibiendo su poder ante un Estado fallido.
Por ejemplo, el senador por Texas, Ted Cruz, cuestionó desde el Senado norteamericano la pasividad del gobierno de Estados Unidos contra los graves acontecimientos que están ocurriendo en México, en donde el presidente López Obrador se ha convertido en enemigo público número uno de las empresas norteamericanas, españolas y de otras latitudes, violando acuerdos consagrados en el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá y sin faltar el clima de hostigamiento contra la prensa mexicana y los periodistas que suelen criticar al llamado “falso Mesías”.
El senador Ted Cruz levantaría la voz diciendo: “Estoy sumamente preocupado por los disturbios civiles en México y el rompimiento de la sociedad civil. La ruptura del Estado de Derecho del otro lado de nuestra frontera sur supone un reto para la seguridad nacional y peligros para los Estados Unidos, en asuntos que van del tráfico de narcóticos a la inmigración ilegal”.
Días antes, dos legisladores estadounidenses enviaron una carta al secretario de Estado, Antony Blinken, para advertirle de que el deterioro de la situación en algunas regiones en México estaban encendiendo las alarmas. El demócrata Tim Kaine y el republicano Marco Rubio firmaron la misiva el 8 de febrero y subrayaron que “López Obrador continúa con una retórica bélica contra la prensa” en un entorno donde el 95% de los ataques a la prensa permanecen impunes.
El diagnóstico gringo cayó como bomba en Palacio Nacional y a través del embajador de México en EU, Esteban Moctezuma Barragán, contestaría al legislador norteamericano que está mal informado sobre la realidad de lo que está ocurriendo en México.
Qué van a estar mal informados los gringos. En Washington se tiene una radiografía permanente del colapso de las instituciones que está llevando a cabo Andrés Manuel López Obrador y que no permiten poner orden en las regiones del país en donde se han enseñoreado los cárteles criminales que tiene como rehén a la nación.
Ejemplos de esa ruptura del orden institucional y del Estado de Derecho, están a la vista en Michoacán, donde aguacateros y limoneros han tenido que dejar sus tierras a las mafias criminales; las escenas de horror que se registran en Zacatecas, Guerrero, las masacres en Colima, el desfile de uniformados malosos por las calles de Caborca, Sonora, y a sólo unos cuantos kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Claro que todo eso preocupa a los gringos y la incontrolable violencia que vive el vecino del sur resulta oro molido para los enemigos de la patria mexicana y sólo falta que AMLO nos salga con que son pagados por los conservadores fifís, “los enemigos de todos los mexicanos”.
El discurso de AMLO sobre Estados Unidos comienza a dar el tenor del ramplón comunismo que se vive en Cuba, Venezuela, etcétera, donde el gran enemigo común son los Halcones de Washington.
Fíjese que apenas hace un par de semanas, el influyente The Economist habló de algo que debe preocupar a todos los mexicanos y que seguramente ha encendido también las alarmas en Estados Unidos cuando habla de “un gobierno híbrido”, es decir que el gobierno que encabeza AMLO ni es demócrata, ni es dictadura y lo que queda de manera intermedia es el colapso de las instituciones que lleva a cabo AMLO, sobre todo aquellas que resultan un contrapeso contra el ponzoñoso presidencialismo como el INAI, Inegi y sin faltar el INE.
No será extraño que pronto Washington le apriete las tuercas a AMLO, porque espectáculos como el de Caborca, le aseguro que los poderosos güeros no lo van a tolerar jamás.